Bitácora de un Scout

Capítulo 46: ¿Tú o yo?

Narra Ignasi

El operativo se dividia en 4 grupos. Dos al frente y dos atrás. Teníamos resguardada el área. Lo teníamos acorralados.

---Muchacho, te quedas un paso atrás de mí. Acatas mis órdenes. A la cuenta de tres, dos...

Tiramos la puerta principal, había unos 50 policías en total. Entramos a la casa. Y balas empezaron a salir. Yo me mantenía un paso atrás del policía. Desearía cargar un arma. Siempre Elyse me sorprendía. Danny dijo que ella había disparado como una loca y no lo dudo. Pero a mí no me gusta la violencia.

Los policías mataron a los hombres de Thomas y otros se entregaron, al parecer les importaba más su vida. Me pregunto si tendrán familia. En la planta de abajo no estaba Thomas ni Elyse, subimos por las escaleras. Afuera se había quedado otro grupo de policías por si se tiraban de las ventanas. Subimos estando alerta ante cualquier movimiento. Pero todo estaba tranquilo. Tumbaban las puertas, pero estaban vacías. Solo quedaba una última habitación. Estaba tan cerca de encontrarla.

Narra Elyse

---Deja ese arma Elyse ---me rogaba Thomas

---Ya no aguanto más este horror, este infierno que me has hecho vivir. --–solamente lloraba, me había convertido una chica sumisa, indefensa, insegura, deprimida, sin esperanzas.

---Púdrete en el infierno---me dirigí a jalar del gatillo y escuché un disparo, cerré mis ojos pero no sentía nada, escuché más disparos. Yo no había jalado el gatillo, aún seguía viva

Cada disparo era una esperanza, habían llegado a rescatarme, mi corazón me lo decía. No había ventana en esta habitación. Thomas abrió la puerta y de inmediato la volvió a cerrar

---Malditos policías ---maldijo, me miró, yo estaba en shock y como en otras ocasiones todo me paso en cámara lenta, Thomas se acercó a mi cogió el arma que anteriormente le había quitado, dispuesta a matarme, mientras el rogaba que no lo hiciera, y ahora él era el que me apuntaba

---¡Ya mátame! ---grité

---No, serás mi boleto de salida---se sentía acorralado, como rata en trampa, de pronto tumbaron la puerta, pude ver a muchos policías y atrás de uno de ellos encontré la mirada de Ignasi. Mi corazón volvió a latir, volví a sentir a millones de mariposas en mi estómago. Él era el único que me hacía sentir viva. Que me hacía sentir tantas emociones al mismo tiempo. Ignasi Rusher, mi novio. Había venido a mi rescate.

---Bajen las armas o le disparo ---gritó la voz que me atormentaba el último mes de mi vida.

---Estas acorralado. No saldrás de esta. Thomas Fonseca. Deja a la chica.

---Thomas Fonseca ---resonaron esas palabras del policía en mi mente. De pronto las palabras de Marie también aparecieron en mi cabeza ---Cuando alguien te tenga del cuello y tenga una pistola en tu cabeza golpea su entrepierna, con tus manos hacia tu derecha apartas el arma mientras te agachas, le viras el brazo, coges el arma

Respiré hondo y mis pensamientos los hice actos. Tenía el arma otra vez en mi poder, di mi espalda hacia los policías apuntando al cerdo que hizo mi vida un infierno. Ahora todo estaba a mi favor.

---Dije que si no te mataba, me mataba yo ---llevé el arma otra vez a mi frente, Ignasi gritó que no lo hiciera

---No lo hagas Elyse ---se arrodilló Thomas

---Mi vida, baja el arma ---volvió a pedir Ignasi

---Señorita, haga caso, baje el arma --- sentí que alguien se acercaba a mí por la espalda

---¡No se muevan!---Grité, miré con el mayor odio del mundo los ojos de Thomas ---Final de pista, cerdo.

¡Boom!

En un último momento bajé el arma y la dirigí hacia Thomas, disparándole y la bala cayó directamente en medio de sus cejas. Un disparo directo a la cabeza. Saliendo sangre a chorros. Se lo merecía.

Tan pronto reaccioné que todo había terminado, me había dado cuenta que había matado un hombre con testigo muchos policías. Iría directo a la cárcel, uno de ellos me quitó el arma y sentí el aroma de Ignasi rodearme, me abrazó con tanta fuerza, yo estaba tan débil que apenas pude hacer entendible sus palabras

---Ya terminó todo, mi vida. Fuiste muy valiente. Te amo

---Ya terminó ---susurré y me desvanecí en sus brazos.