Capítulo 6

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Bien, mañana es el gran día Elyse, respira y exhala... respira y exhala.

-Cariño, Ignasi te llama- gritó mamá desde el piso de abajo. ¿Qué haría a esas horas? ¿Será que se arrepintió? 

Bajé corriendo las escaleras -¿Qué haces aquí?  Deberías estar durmiendo, mi vida- me acerqué a darle un beso en la mejilla. Él me abrazó

-Con esta serían tres noches en que no te eh visto. -mamá se fué a la cocina dejándonos en la sala
-Pero mañana seré tu esposa.  Viviremos juntos.
-Por esa razón.  Estoy inquieto,  quiero pasar esta noche con mi novia. Porque mañana será mi esposa. Y bueno Elyse. .. la verdad quería verte. ¿Quieres tener nuestra última cita como novios?
-Ignasi, me derrites. Iré a buscar una bufanda. Esperame aquí.

Volví a subir corriendo por las escaleras, agarré la cámara fotográfica, la bufanda y me arregle rápidamente el cabello. Volví a bajar corriendo y mi mamá estaba conversando con Ignasi. Me despedí de ella y me aconsejó que no llegará tan tarde por que a las 11 de la mañana empezaría la ceremonia, pues sí; habíamos acordado que nos casariamos de mañana, me había asegurado que fuera un día de buen clima. Ambos habíamos hecho los preparativos.  Bueno y mi vestido si fue idea de mi mamá con la mamá de él.  El licor por nuestros papás.  Y Marti aseguraba que nos tenía una sorpresa.

-Ya estoy lista
-No se preocupe, solo serán un par de horas.

Salimos de casa y subimos al auto de Ignasi que había comprado hace un año.
-¿Y donde vamos novio mío?
-No se que es mejor. ¿Ser tu novio o tu esposo?
-Con que estemos juntos es lo importante. -me acerqué a besarle la mejilla desde mi asiento mientras el manejaba.

Después de unos 15 minutos en la carretera, él estacionó y me dijo que me vendaria los ojos.  Y así fue. Salimos del auto y el me dirigía mientras se preocupaba que no me golpeara o tropezara con nada. 

-Confía en mí,  no te pasará nada.
-Yo confío en ti
-Listo, hemos llegado. -Me quitó la venda de los ojos y poco a poco vi con claridad. Me había llevado al mirador de la ciudad. A él le encanta ver las luces de la ciudad. Pero siempre solo. Había preparado una manta con copas de vino.
-Me has traído a tu lugar favorito
-Sí, mi vida. Ahora que serás mi esposa, seremos uno solo.
-Seré hueso de tus huesos y carne de tu carne.
-Ely -me tomó de los brasos, frunció la frente y me miró directo a los ojos.
-Te amo con toda mi alma

Lo besé, esta vez fue de una manera muy diferente,  era un beso lleno de pasión, sentía dentro de mi sensaciones raras, pero todas me llevaban a estar más cerca de él. Jadeabamos mientras nos besábamos, sentíamos quedarnos sin respiración pero aun así no íbamos a permitir alejar nuestras bocas, su lengua empezó a sentirse viva y le di acceso que entrará en la mía. Mi corazón latía a millón, era como haber corrido 10 k  y de paso otros 5k más.  Sin parar,  ni beber agua.

-Es...espera- susurraba entre mis labios -te traje aquí para que viéramos a la ciudad brillar, no con otra intención -Ignasi siempre se había limitado a llegar a ese punto,  porque lo que Thomas me había hecho.

-Estoy lista -apreté sus brazos con mi manos con mayor fuerza
-¿Estas segura?
-Segura

Y esta vez el me besó sin restricciones,  dulcemente pasaba sus cálidas manos por mi espalda mientras yo sentía su erección crecer. Y me estremecí.
Trataba de no pensarlo mucho, y dejar que mi exitación me guiara.
Era una noche helada,  pero aun así le saqué la playera con su chamarra y el hizo lo mismo con mi ropa. Fue extraño a pesar de la noche tan helada yo no sentía ni el mínimo frío.
Le costó desabrochar mi brasier y sonreímos tras los intentos fallidos de él y finalmente yo me lo saqué y dejé mi pecho al descubierto. Ignasi se tomó unos minutos que se hicieron eternos mirándolos. En el lugar que nos encontrábamos no estaba tan oscuro pero si desolado.
-Eres hermosa, Elyse
-Tú lo eres más.
Nos acercamos a besarnos nuevamente. Y esta vez sentimos nuestra piel rozar y fue una sensación exquisita. 
Nos quitamos toda la ropa y el resto ya es historia.

Fue la noche más exitante de mi vida. Él sudaba y yo también,  nuestros cabellos estaban hecho un desastre y al final brindamos por nuestro amor.
Brindamos bajo la luna y las estrellas y con el paisaje de la ciudad brillar.

-Brindo por la mujer mas hermosa y perfecta

-Y yo brindo por el hombre mas valiente, el que a pesar de trece años al fin consiguió lo que tanto quería y amaba. Brindo por tener a un hombre tan compresivo y respetuoso. Y por hacer de mi vida lo mejor.

-Brindo por que amo a Elyse y ella me ama ami.
-¡Salud!  -dijimos ambos mientras chocamos nuestras copas y nos besamos en la frente.
Y allí nos encontrábamos, un par de adultos que lucharon contra todas las adversidades que se le podrían presentar a los jóvenes.
Lo único que habían hecho nuestras pruebas eran hacernos más fuertes.


  

Bitácora de un ScoutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora