Capítulo 11

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-¡Ignaaaaaaaasi!-grité, a penas lo hice él vino corriendo en bóxer desde la habitación.
-¿Qué pasa mujer? -preguntó desesperado
-Ven toca, se a movido -mi sonrisa era de oreja a oreja, le tomé la mano y la coloqué en mi enorme panza de 7 meses.
-Ou ou ou -me miraba asombrado no parando de sonreír -nunca se a movido así - miraba mi panza estirarse, al parecer el bebé se estaba estirando, yo estaba asustada pero la sensación era hermosa. Era exquisito sentir como crecía y se movía dentro de mí este angelito.
-Es hermoso.
-Es como si estuviera bailando -me dijo
-Somos nosotros los padres, ¿no? Debe salir bailarín como nosotros.
-Te amo, mujer. - se acercó a besarme en los labios con la ternura que lo identificaba.
-Nos amamos, mi vida.-le susurre mientras teníamos nuestras bocas muy cerca.

De pronto sonó el celular de la casa, Ignasi se dirigió a contestar y yo me quedé sentada en el sofá sobando la panza, al bebé le encantaba eso.

-¿Papá? ¿Por que lloras? -dijo Ignasi a través de la linea telefónica, yo puse total atención a lo que él decía. -Vamos controlate, ¿le pasó algo a mamá? - todo quedó en silencio, mi piel se erizó por completo y el bebé volvió a dar un salto dentro de mi. Haciéndome dar náuseas.

-Cariño, ¿pasó algo? - Él había quedado en estado de shock, me levanté como pude del sofá y camine hacia él. Vi como una lágrima brotó de su pupila.-Amor, ¿esta todo bien? -le remesi desde los brazos para que me escuchara.

Él solo me miró lentamente y se lanzó al piso a llorar, a mi me costaba agacharme pero aun así lo hice. Le pasaba mis dedos por su cabello amarañado, el no me decía nada. Pero solo había una razón para que Ignasi tomará esa actitud. Algo malo le pasó a la Sra. Rosalinda

-Debo tomar un avión - dijo cuando se tranquilizó. Se seco las lágrimas con el antebrazo y salio corriendo a la habitación, dejándome allí en el suelo. Mi cerebro empezó a dar tantas vueltas. Sentía muy fuerte que algo malo sucedió en la familia.

-Amor! ¿me ayudas a levantarme? -dije , pero no me respondió. -Ignasi -dije un poco mas fuerte. Y salió de la habitación con el rostro más rojo

-Mamá, murió - sentí como su mundo se había derrumbado al pronunciar esa frase , su voz estaba rota. Yo le miraba atónita y en su mirada sólo había tristeza, desolación. Él volvió hacia donde yo estaba, buscando refugio entre mis brazos. Yo solo podía abrazarle muy fuerte, porque sabía que ninguna frase podría devolverle la vida a su madre. Ella era una de las personas más felices tras saber que iba a ser abuela, ahora ni siquiera podía conocer a su nieto. Ni los que vendrían con los años. ¡Maldito cáncer!


Bitácora de un ScoutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora