Bitácora de un Scout

Capítulo 5

Por favor que diga que sí, por favor que diga que sí... por favor

Elyse se había quedado en silencio y solamente me miraba, no se reía, tenia completamente una cara de poker. Estaba experimentando el mayor nivel de nerviosismo posible.

-¿No estámos muy jóvenes para eso?

Sentí que el corazón se desprendió de su caja toráxica y cayó al suelo y se convirtió en añicos. En miles y miles de pedacitos. Me había quedado sin aliento. Años atrás me había dicho lo mismo y desde aquel entonces me dejo claro que no quería casarse. Que no estaba lista.

-¿Te quieres casar cuando estés viejita y arrugada, sin dientes y canosa? ¿O simplemente no te quieres casar conmigo? Sé sincera por favor Elyse - estaba totalmente derrumbado. Tenia unas inmesas ganas de llorar.

-Bueno seré sincera, que conste que tu me lo pediste- ella dio una pequeña sonrisa, tal vez le era gracioso, no tengo idea.- Lo único que quiero es ser la Señora de Rushher -ella sonrió aún más y lágrimas empezaron a desender de mis megillas. - ¡Sí, si quiero formar una, dos o todo un distrito Scout contigo, mi vida!

¡Carajo! Me ha dicho que sí. Al fin Elyse Rinlelly se convertirá en mi esposa. Pero que haces Ignasi, muévete saca el anillo -me decía hacia mis adentros, eran unos se esos momentos donde tu cerebro está de fiesta mientras tu cuerpo esta inmovilizado. Me apresuré a sacar el anillo que tenia guardado en mi bolsillo del pantalón del uniforme y me arrodillé frente a ella. Y le dije.

-¿Aceptas casarte conmigo? ¿Segura que quieres ver a este Estúpido por el resto de tus días? -me sequé mis lágrimas con el antebrazo

-Sí, estoy segura que quiero casarme contigo. -se arrodilló ella también me sostuvo la cara con sus manos mientras limpiaba el residuo de mis lágrimas de nerviosismo.-¿Tu lo estas? ¿Estas seguro que quieres verme envejecer?

Le sostuve la mano y mientras ponía el anillo en su dedo anular le dije: Es lo que eh deseado desde el primer día que te vi cuando tenías 12 años, usando ese lindo vestido mientras comías helado .

Nos besamos allí arrodillados en el césped y todos los que invité gritaban y silbaban en muestra de felicidad.
Le ayude a levantarse, la abracé desde la espalda y ella me susurró:
-sólo faltarían tus padres para que fuera perfecto.
-También pensé en eso.- le señalé hacia donde venían mis padres con un enorme pastel para celebrar.

-¡No me lo puedo creer están aquí! Eres el mejor novio del mundo.-me volvió abrazar y salio corriendo para abrazar a mi madre. Mientras los demás invitados se me acercaron a felicitarme.

Era increíble la cantidad de sentimientos que experimenté. De nerviosismo a tristeza y luego de dicha a completa felicidad. Y un sin número más que no sabría como definir.


Señora de Rushher.
Elyse de Rushher.
Sonaba perfecto.