Bitácora de un Scout

Capítulo 3

-Es increíble como pasa el tiempo. Y tantas cosas pasan y cambian o... se van para siempre y jamas regresan y otras que nunca se van. Como tú, mejor amiga.
-También eh pensado en ello, muchas veces para ser sincera. Pero sabes, Martí.. todo absolutamente todo es por una razón.
-No se que haría si te perdiera a ti

Nos encontrábamos sentados en el césped del camposanto, frente a la tumba de Teo. Hoy se cumplía 3 años de su muerte. Para Martí había sido muy doloroso perderlo y a mi también me afectó en cierto punto porque habíamos formado una bonita amistad.

-¿Quieres irte ya?-le pregunté
-Agradecería si me dieras unos minutos para despedirme de él.
-No hay problema, aprovecharé para llamar a preguntar como sigue la Sra Rosalinda

Narra Martí

Querido Mateo, ya tres años de tu ausencia, sabes hay algo que no te voy a perdonar nunca y es el hecho de haberme ocultado tu enfermedad. No era justo -mis ojos empezaron a cristalizarse- aunque entiendo que lo hiciste para no hacerme sufrir y también porque querías pasar tus últimos días sin dar pena, porque odiabas eso... odiabas que yo te cuidara tanto, pero espero que haigas en tendido que lo hacía porque me importabas. -Se me quebró la voz - Dejaste una enorme huella en mi vida y te recordaré siempre. Ese año donde recorrimos todos esos países siempre estarán en mi mente. Y me encanta el hecho de haber podido ofrecerte una buena aventura y adrenalina
Vengo a confesarte que... hay una chica en la universidad que le gusto y es muy guapa. Sabe de lo nuestro y no me mira de una manera despectiva y creo que también me gusta. Tiene buen sentido del humor como te gusta y creo que me daré una oportunidad con ella. No es que ya te olvidé. Estos sentimientos no los entiendo. Espero hacer lo correcto. Sabes que te amo Teo. Y jamas estaré con otro chico. Tu serás por siempre mi único amor.
Imagino que estarás en un lugar mejor o ya no sentirás dolor. La verdad no lo sé. No sé adonde vamos cuando morimos. No sé adonde fuiste o si solo estás dos metros debajo de esta tumba mientras tu hermoso cuerpo esta descompuesto. -a ese punto me encontraba llorando - soy un desastre. A veces siento que llegaras pero la verdad es que no. Te fuiste para siempre .
Y también es hora que me valla. Ya esta oscureciendo.
Espero que te agrade la idea de que yo siga adelante.
Si las cosas salen bien con Sofia, la traeré para que la conoscas. Ya me voy. Te amo.

Me levanté de aquel lugar, me seque las lágrimas y me sacudí la nariz y dejé unas margaritas. Sus preferidas.

-Hasta pronto

Narra Elyse

-¿Todo bien?
-Sí

Marti se veía deprimido. Le había dolido muchísimo la partida de su pareja. Yo solo pensaba en como seria perder a la persona que amas. No podía sólo imaginar a Ignasi muerto. De ninguna manera. Y era allí donde entendía el dolor de mi mejor amigo.

-¿Cómo está tu suegra?
-Ya le dieron de alta. Esta bien.
-¿Cuando llega Ignasi?
-En dos días
-¿Compramos un helado?
-Yo los pago. Punto final
-Te amo, mejor amiga
-Yo más de lo que digas, pienses o imagines.
-Aish! Eso es injusto. Siempre ganas.
-Me olvidaba. Tenemos que ir al cuerpo de bomberos. Hoy había un simulacro y necesitan de nuestra ayuda.
-Siempre Listo para Servir.
-Siempre Listos.

Nos reímos y fuimos en busca de nuestros helados. Mientras caminábamos por las calles abrazados caminando como un par de borrachos. A pesar de tener 24 años.