Capítulo 44: Huida

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Narra Elyse

Como lo había predicho, Thomas se había ido al gym personal que tiene en esta enorme casa. Busqué en el armario de Thomas algo con que poder amarrar al tipo que estaba resguardando la puerta. Solo encontré cinturones y corbatas. Las corbatas serán suficiente, agarre todas y las uní con un nudo pescador, busqué algo para golpearle la cabeza y dejarlo inconsciente al hombre ese. Bastaría con una lámpara, también encontré una cinta adhesiva, suficiente. Él había dejado su computador cargando. Yo tenía acceso a mi celular, pero si mandaba mensaje o llamaba, él lo había de saber. Pues tenía acceso a mi línea. Su computador tenía clave, pero me imagino que eso se puede solucionar. Busqué por sial caso si tenía una llave de auto, pero no.

Agarré mi cabello en una coleta y me preparé psicológicamente. El plan daba su inicio. Comencé a gritar diciendo que había una rata en la habitación. Y enseguida abrió la puerta el tipo, yo estaba trepada en la cama, gritando como niñita, si fuera la verdadera Elyse. Yo cogía cualquier cosa, seguía esa rata y la mataba. No le tenía miedo a casi nada. Excepto a las culebras

---¿Que tiene señorita?

---¡Una rata, está debajo de la cama, mátala! --–le ordené, mientras gritaba, él se agachó para buscarla debajo de la cama y yo aproveché para golpearlo en la cabeza con la lámpara, le di con tanto odio que me dio pena después. Este cayó y corrí a cerrar la puerta y empecé amarrarlo. Le hice un amarre difícil de desatar. Qué bueno cuando uno sabe cabuyería. Le tapé la boca, le quité el arma y afortunadamente él tenía un juego de llaves que seguramente era de las puertas. Lo metí debajo de la cama. También había preparado una nota por sial caso Thomas venia y no me encontraba. La nota decía. ''Thom, estaba aburrida y le dije a tu hombre que me llevara a la piscina.'' Pues también había una linda piscina

Sentía la adrenalina correr por mis venas, nunca antes había tenido un arma en mis manos. Me dirigí hacia la habitación de Danny y había un hombre en la puerta también. A este no le tenía en cuenta. Improvisé.

---¿Señorita, que hace aquí?

---Thom, me dijo que podía venir a verlo---él sacó una radio para comunicarse y recibir la orden, pero yo le volé una patada, haciendo caer la radio al suelo. Hice una técnica que me enseñó Marie. Aunque yo era pequeña de estatura, la técnica era más eficaz. Lo inmovilicé ordenándole que abriera la puerta

---No tengo llaves señorita

---Yo sí ---se las entregué y él abrió. Entramos. Y cuando Danny nos vio se asustó. Obvio está impresionado con lo que su hermanita estaba haciendo -Sácale las esposas

---No tengo llaves

---Es una orden ---él sacó una llave de sus pantalones y sacó el seguro de las esposas.

---Danny, sácale el arma ---yo aún lo tenía del cuello y con un brazo distorsionado. Hasta ahora estaba corriendo con suerte

---El jefe se enterará de esto, y no creo que le guste ---dijo burlándose el hombre, pero Danny sacó su ira y le dio un enorme puñetazo que le rompió la nariz. Le dio otros golpes haciendo que yo soltara mi agarre, lo golpeó hasta que quedó inconsciente.

---Estamos salvajes hermanito ---reímos ---Bien, tenemos llaves, una arma cada uno y la fuerza animal de los Rinlelly. Saldremos de aquí

---Nadie se mete con los hermanos Rinlelly ---me dió un beso en la frente y antes de salir dejamos esposado al hombre y lo tapamos con una sábana, haciendo parecer que era Danny        ---Espera, ¿donde está el computador?

Regresé a la habitación de Thomas, cogí la computadora que ya había guardado en un maletín, bajamos al estacionamiento, sabía perfectamente el lugar porque me habían sacado algunas veces. Corrimos hacia allí y no había ningún hombre que nos detuviera. Cuando llegamos había tres autos. Yo no sé conducir, así que yo me quedé vigilando mientras Danny veía que auto servía.

Bitácora de un ScoutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora