Bitácora de un Scout

Capítulo 39: Desagradable

Narra Ignasi

---¿Segura que todo saldrá bien Dra. Lascurai?

---Mira, hijo mío, la operación es muy riesgosa, pero tenemos a los mejores cirujanos, anestesiólogos y todos los equipos necesarios con la mejor tecnología y en el mejor de los estados. Tú mamá también está cooperando mucho. Así que te aseguro que todo saldrá bien. Sacaremos el tumor y haremos todo lo necesario para salvarle la vida a tu madre. Sabes que el cáncer está avanzado, pero saldrá bien. Así que ahora ve, relájate y déjanos hacer nuestro trabajo.

---Confió en usted Dra. Lascurai

Caminé hacia la habitación de mamá, donde estaba Papá y Elyse, ya mamá estaba en quirófano y posiblemente hasta anestesiada. No voy a mentir, estoy totalmente aterrado, lo que más miedo me da son los hospitales y las operaciones. Y pienso que esta es una prueba de la vida para superar mis miedos. Así que respiro hondo y exhalo, paso por la cafetería antes y tomo 2 cafés. A papá no le gusta la cafeína. Cuando llego a la habitación encuentro a papá arrodillado al borde de la cama, posiblemente está orando así que no hago ruido y empiezo a buscar con la mirada a Elyse, pero no está. Tal vez haya ido al baño.

---Hijo, acércate ---dijo papá sobresaltándome, él seguía arrodillado así que cuando me acerqué, lo ayude a levantarse y nos sentamos en la cama

---¿Estás bien papá?

---Ahora, sí. Hace tanto tiempo había olvidado que existe un ser supremo. Hablar con Dios, me tranquiliza y me da esperanza de que todo saldrá bien

---Nunca te eh visto orar papá, me acuerdo que cuando mamá me enseñaba como orar, tú te enojabas con ella.

---Así es hijo. ¿Quieres que te cuente porqué lo hacia?

---Porque no crees en Dios ¿verdad?

---Todo empezó cuando tenía 11 años, fui criado de buenos padres, ellos eran muy creyentes, pertenecían a lo que ellos llamaban la iglesia verdadera, la iglesia de Jesucristo, mi papá era de nacionalidad estadounidense y mamá si era de aquí, así que esa iglesia fue restaurada por José Smith en estados unidos

---Es la primera vez que hablas de tu familia. No sabía que el abuelo era estadounidense. Eso es interesante. Sigue contando ---me sentía como un niño de 5 años, cuando le cuentan una historia súper interesante. Wow soy ecuatoriano, de padre Filipense y de abuelos estadounidense. Eso es realmente interesante.

---No hablaba de ello porque dolía. Como iba diciendo. A mamá le encantó la religión, ellos eran muy felices. Éramos muy felices, con mis hermanos también.

---Espérame allí... ¿tengo tíos?

---Tenías, yo era el segundo de cinco hermanos. Todos varones, así que si no hubieran muerto, Tendríamos muy buena generación Rusher.

---¿Murieron? ¿Todos? ¿Cómo? --–creo que esta historia no me va a gustar

---Cuando fue mi cumpleaños once, mamá preparo una deliciosa cena y un enorme pastel con mis hermanos. Estaba rebozando de alegría, cantábamos y bailábamos. Hasta que el infierno llegó. --–Estaba atónito --- Hubo un huracán de la nada, se llevó el techo, los cables eléctricos, haciendo un corto circuito, vivíamos en una casa de madera así que se incendió. Papá quedó atrapado, mi mamá y mi hermano mayor trataron de sacar las cosas que le cayeron encima, pero en el intento las llamas hicieron caer una pared, aplastándolos a los tres, y el fuego los quemó. Yo había quedado en shock, todo estaba destrozado, y se estaba haciendo ceniza por que el fuego lo quemaba todo. Vi a los gemelos en una esquina gritando y llorando, estaban atrapados por el fuego, mi último hermano era un bebé. Estaba en su cuna durmiendo. Traté de reaccionar, cogí el mantel de la mesa haciendo caer el pastel. Y trataba de apagar el fuego que tenía atrapado a los gemelos. Pero el fuego era más rápido y los envolvió. Yo gritaba aterrorizado. Corrí a la cuna a salvar al pequeño Matías. Que felizmente las llamas no habían llegado hasta donde él. Lo cogí en mis brazos y salí corriendo y escapando por una ventana. Corrí lo más lejos posible. Con Matías en mis brazos llenos de pequeñas quemaduras.