Capítulo 4: Visita

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Martí siempre ha sido bien recibido por mis padres, pero no sé cómo reaccionarán ante el primo de Luca, él no es un scout y no estoy segura si quiere serlo y ya saben lo sobre protectores que son mis padres, no les gustará la idea de que venga un desconocido ni peor aún a mi habitación. Cierto mi habitación, está hecho un desastre. Es mentira eso que dicen que los Scout son súper pulcros y bien organizados, bueno en los campamentos sí tenemos que tener todo en orden y limpio, porque no debemos contaminar el ambiente, pero mi habitación, esa no se puede contaminar, bueno ante los ojos de mi madre sí, le gusta la limpieza, cosa que a mí no tanto. Como es Domingo a mí me toca hacer el almuerzo y dejar limpia la vajilla. Son las dos y quince así que recojo el desorden de mi habitación y me doy una ducha. No es que me arregle para ver a el tonto ese, lo hago porque es necesario, es parte de la higiene. ¿Cierto? ...Me coloco un enterizo con un suéter medio puesto ya que hoy no sé porque hace tanto frío y unas sandalias, conozcan una parte de mí, yo no me peino, lo dejo secar y me pongo rímel en las pestañas, y una pizca de color en mis mejillas. Mi madre siempre me dice que me maquille para no estar tan blanca, pero a mí me gusta mi color así que no uso mucho maquillaje.

---Ely, pequeña; nos vamos a la casa de un amigo, regresamos a la noche ---dijo mi papá arrecostado en el marco de mi puerta ---Cuida la casa.

---Vale papá, no se preocupen, que se diviertan.

---Ely, no queremos dentro de la casa a nadie más que Martín, confiamos en ustedes. ---¡Rayos!, no sé porque tuve que ocultarles que no venía solo, pero me fue difícil decirles eso, ya que de lo contrario iban a poner mala cara y me darían el sermón de siempre.

---Descuida papá. Viene solo.---Que papa Noel me ampare, para que no se den cuenta de mi mentira. Ya que solo faltaban 5 minutos para las 3 y estaban a punto de llegar. O eso creí.

Al cabo de un rato me encontraba sola en la casa y Martín llego justo a tiempo. Me dijo que esperáramos afuera hasta que llegara el impuntual. 20 minutos después y recién asomaba las narices.

---Ignasi, de verdad que quieres conocer a esta mujer. Has llegado tarde ---dijo Martín mientras yo deseaba que no llegara, pero lo hizo y para colmo tarde.

---Me gustaría conocerla al decir verdad ---Está muy equivocado si voy a caer ante sus encantos. ¡Rayos! Acabo de volver a reconocerlo. Pero bueno sí es muy atractivo, medirá como 1.75 a pesar de tener 16, su cabello es castaño oscuro y tiene unos ojos color miel y se viste increíble pero al mismo tiempo sencillo y esas jodidas cejas que son bien frondosas hace que tenga una mirada encantadora, pero más encantadora es su sonrisa. Y a pesar de que no se vea tan musculoso, tiene buen cuerpo.

---Pasen---fue lo único que dije, no quería decir nada más porque allá fuera hacia mucho frío y yo quería estar dentro de casa. Y cuando tengo frío no sé pero me convierto como en una bola de pelos porque me vuelvo muy cariñosa y tierna. Pero en ese momento solo quería ser ruda.

---¿Y tus padres no están?---preguntó Martín,  le di con la cabeza una negación ---Eso es un milagro. Ellos nunca te dejan sola y peor cuando tienes visita .---Por eso era mi mejor amigo, me conocía hace tiempo y sabia como eran mis padres, pero no sé si sabía que le había ocultado que venía este otro colado.

---Se fueron a la casa de un amigo de mi padre. Vendrán de noche. ¿Quieren ver películas? No, ya sé traeré las grabaciones de Aprueba de todo. –-Me encanta Bear Grylls, es otro de mis metas. Conocerlo y tomarme una foto con él. Ignasi dijo que estaba bien y el otro andaba callado.

---Ya regreso.

Cuando estaba de regreso, ya estaban sentados en los muebles de la sala. Puse las grabaciones y me senté al lado de Martín. Estábamos callados con total concentración ante el programa. Mientras el tonto interrumpió.

Bitácora de un ScoutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora