---¡Elyse, despierta! Tú madre llama a la puerta ---dijo Ignasi susurrando que apenas logré escuchar.
---¿Qué hora es? Escóndete---le dije aterrada ante la idea que lo encontrarán. ---¡Mamá! Ya voy.
---Pequeña, ya es tarde---dijo mientras yo abría la puerta---Tú padre y yo, tenemos que ir al trabajo, tienes tú desayuno en la mesa. Apresúrate o llegarás tarde.
---Vale, no te preocupes.
---Pequeña, tienes un sueño profundo ---dijo Ignasi burlándose de mí. Odiaba que mis padres me llamaran de tal forma y encima él lo hacía ahora.
---No seas estúpido. Agarra tus cosas y apúrate, no quiero llegar tarde.
---Pero si eras tú la que dormía como bella durmiente.
---¿Me estabas viendo dormir? ¿Por qué no me levantaste antes? ¿Desde cuándo estabas despierto?
---Esas son muchas preguntas. Pero es mejor que te apresures. Además muero de hambre.
Una vez listos, desayunamos. Bueno yo le di mi desayuno; esta mañana no se me apetecía nada. Salimos de casa tomando en cuenta que nadie nos observara.
---Oye, pensándolo bien, porque no me das tu whatsapp para que me termines de explicar, me está interesando el tema.
---¿Tú piensas? Creía que no.---Me solté a reír. Una vez que intercambiamos los números. Era mi hora para coger el bus que me llevara directo a clases.
---Adiós --- le tendí la mano para despedirme.
---¿Por qué la izquierda? Eso es de mala educación
---¡Ah! La costumbre. Así saludamos los Scouts. Además eso no significa mala educación por lo contrario es símbolo de confianza ya que con esa mano un guerrero siempre usa su escudo y para saludar debe bajarlo y también es la mano que nunca apuñará una espada y por cierto es la mano que va directo al corazón.
---Así que me tienes confianza y aparte me estás dejando tocar tu corazón. Eso me gusta ---dijo mientras nos sosteníamos las mano izquierda. Y él lo hacía con fuerza ya que cuando quería retirarla me fue difícil.
---Primero: Es nuestro saludo y para mi es algo normal saludar de esa manera. Segundo: Tal vez te tengo un poco de confianza ya que has dormido en mi habitación y no te has pasado de listo.
---Eso es porque no eh querido ---dijo con una mirada de picardía con su media sonrisa de lado.
---¿Puedes soltar ya mi mano?
---Y no me digas adiós, me basta un hasta pronto.--- Soltó mi mano y nos dirigimos hasta nuestro destino.
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Bitácora de un Scout
Novela JuvenilAcompáñame en este largo viaje, no tengo idea de cómo será; no puedo prometerte nada. Solo puedo prometerme algo a mí; haré que mi historia valga la pena. Que vivir valga la pena. Acompáñame hasta el final.