Capítulo 21

121 15 7
                                    

Muchos a los largo de mi corta vida me preguntan que para qué me sirve el escultismo, que era muy estúpido estar gritando nombres de animales, números y ese ¡Siempre listos! que tenemos siempre en la boca. Qué solo gastaba mi tiempo y desperdiciaba mis sábados para dormir hasta tarde, las veces que rechace una fiesta del colegio, de la universidad solo por irme a un campamento o a una excursión. La cantidad de dinero que gastaba en comprar sogas, mosquetones o cualquier otro implemento, que para mí, mas que gastar era invertir.
Que era muy masoquista el estar haciendo calistenia tan de madrugada, que no entendían como yo prefería dormir en medio de un bosque o al lado de un río solamente en un tienda de campaña o en un refugio construido por ramas y hojas. Qué sacrificaba mi estómago en comer malo y poco. En ocasiones ni siquiera comer.
¿Qué más me decían? Ah! Sí. Muchos estereotipos absurdos.
Y aquí estoy; por vivir el escultismo eh perservado mi vida. Me duele que fueramos pocos los que sobrevivieramos; la mayoría entró en pánico, y no supieron actuar de la mejor manera.
No sé cuántos días estoy en esta isla con mi mejor amigo y tres colegas más. No sé si de verdad podamos sobrevivir, no hemos visto que vengan rescatistas por aire ni por mar. No tenemos provisiones, solo tenemos agua de mar, agua salada que por medio de destilación solar se convierte en agua dulce. ¿Dónde lo aprendí? En los Scouts.
Les enseñé a construir refugios para protegernos del sol y del frío por las noches. ¿Dónde lo aprendí? En los Scouts
Recorrimos un perímetro de la isla para ver lo que tenia que ofrecernos. Algunas plantas comestibles que nos daban energías. ¿Donde lo aprendí? En los Scouts, cuando gané mi insignia de reconocimiento de plantas comestibles y tóxicas. Las insignias por las cuales nos catalogan de ñoños.
¿Para que me sirve el Escultismo? al escultismo le debo todo, le debo mi vida, mi felicidad, mi familia.
Mi mayor motivación es mi familia, mi papá, mi hijo, mi amada esposa. No quiero ni imaginar por lo que están pasando. Bueno, si es que se enteraron del accidente. ¿Nos estarán buscando? ¿Nos darán por muertos?
En los Scouts aprendí el valor de la comida, aprendí a comer sopudo, crudo, duro. Y hasta ayunar. Aprendí que a veces tenemos y no podemos y otras veces podemos y no tenemos. Aprendí hacer optimista, amar la naturaleza, amar a mi patria, a dar todo sin medida. A no rendirme. A confiar en mi potencial a desarrollar mis talentos y a corregir mis errores.

Nunca me hubiera imaginado que estaría viviendo algo como esto, pero agradezco tanto haber conocido el escultismo. ¿Que sería de mí, si no?

Soy un adulto, el cual aprendió jugando y gritando ¡siempre listos! ¡Sirviendo! por lo cual hoy estoy vivo.

Elyse, amor mío, buenas noches.

Bitácora de un ScoutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora