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   El sonido de las llaves en la puerta despertó a Gajeel, más no a su compañero. Se rascó los ojos, y pudo distinguir al Vastia de pie frente a él.

-Levántate Redfox, ya es hora de que trabajes-

-Uhg... ¿Cuán temprano es?- Dijo algo incomodado por la hora en que lo levantaron.

-No tanto, media hora antes que los demás. De pie esclavo- El peli-negro solo gruño, antes de levantarse. El guardia solo lo dejó y se fue, deacuerdo con lo que le dijo Rogue, él llegaría solo a su hacienda. Gajeel caminó vagamente hasta el marco de la puerta de paja, estiro los brazos y después fijó su vista a la casa. Ya sabía donde dormía su ama, y miro hacia su ventana, y casualmente se abrió dejando ver a una somnolienta McGarden quien también diviso a lo lejos al moreno. Ella le sonrió para luego saludar, y Gajeel solo subió su mano pero igual tenía esa sonrisa idiota. Decidió ir hacia allá, aunque no sabía por donde entraría, el frente no era una opción porque le verían, así que se fue por el destacado pasillo, que conectaba desde afuera hacia el interior de la casa.

.*.*.*.

   Levy se preparó para bajar, luego de cambiar su ropa de dormir a una casual y peinarse. Estaba feliz, muy feliz; su padre se había ido ayer en la noche. No sabía cuándo volvería, y la verdad no quería saber. Estaba bajando las escaleras mientras amarraba una tira de tela a su cabeza para mantener su pelo fuera de su rostro. Giro para abrir la puerta que la llevaba al hermoso pasillo que ella amaba, era una obra de arte. Claro que lo era, si fue diseñada por su madre...

-Miamol, ¿no vas a comer algo?- Sexta apareció detrás en la cocina.

-A eso iba Sexta, pero tengo que buscar a alguien primero- Y con eso salió. En el rostro de la esclava se formó una sonrisa, mientras negaba susurrando "El amol juvenil..."

   La peli-azul caminaba algo nerviosa por el pasillo, que aunque era algo temprano, ya la luz del sol traspasaba para iluminar las paredes. Se dirigió hasta la habitación donde habían hecho el acuerdo, pero cuando llego no estaba allí. "¿Dónde estará?..."

-Boo-

-Kyaaaa!!- Levy dio un salto, mientras Gajeel reía a carcajadas roncas. -¡Dios santo! Gajeel!-

-Gee~ hee hee, lo siento Enana, pero quería jugar un poco- El moreno peino sus mechones rebeldes hacia atrás, y puso sus manos en los bolsillos rotos de su pantalón. Levy aún trataba de normalizar su respiración. -Y bien... ¿Cómo amaneciste Enana?-

-Bien... Como siempre, temprano, ¿y tu Gajeel?- Ya logró tranquilizarse denuevo.

-Buf, hermosa, es que a mi me encanta que me levantes temprano- Levy rodó los ojos por el obvio sarcasmo de Gajeel. Volvió a caminar dirigiéndose denuevo al interior de la casa, y el Redfox le siguió. Cuando la puerta sonó, Sexta asomo su cabeza para ver a los dos jóvenes entrando.

-Ya estoy Sexta-

-Bien, llegaron justo para comel-

La McGarden se volteó hacia el hombre -¿Quieres algo Gajeel?-

El negó -No gracias Ena-

-Ah no, aquí no hay "No"s jovencito. Usted se sienta y come. Venga- Gajeel hizo un puchero, y a Levy se le escaparon unas pequeñas risas. Ambos llegaron y se sentaron en la mesa, donde habían dos rebanadas de pan de maíz servidas. No tardo mucho para que Sexta les sirviera también un poco de café. -Gracias Sexta- dijo la chica antes de solpar el líquido.

-¿Tu quieres joven?-

-Je, eso no le diré que no- La esclava río y le sirvió a él, que con gusto se lo tomo. Gajeel se sentía como un dios, en realidad esta era la primera vez en mucho tiempo que desayunaba algo decente (o que almenos desayunaba). El peli-negro no lo notaba, pero del otro lado Levy no le quitaba la mirada. Ella examinaba cada movimiento que el hacia, y eso era extraño hasta para ella. Gajeel tomo y mordió el pan de maíz, y hay conecto miradas con la peli-azul. -¿Qué? ¿Qué tengo?-

   Ella río, se veía cómico como pregunto con un cachete hinchado por el pan que había ingerido.

.*.*.*.

-A ver... ¿Qué nos toca hoy?-

-Bueno... La última vez solo pusimos los libros en los cofres, ahora pues junto con los estantes, mover los muebles- Dijo la McGarden parada en el marco de la puerta. Gajeel asintió levemente.

-Tu me perdonas, pero eran demasiados libros- volvió a reír por las ocurrencias del moreno -Okey... Ahora la pregunta es ¿Cuáles y a dónde?-

-Bueno... Por ahora solo los estantes y un poco lo demás para mañana darle mano de pintura. No es tanto-

-Bueno, en marcha- El moreno camina hasta los estantes de madera en donde estaban los libros. Eran de madera puros, y estaba algo polvorientos por los años que pasaban hay las cosas. Gajeel empujo uno, pero aunque el era fuerte, eran bastante pesados.

-Ven grandulón, déjame ayudarte. Tu por un lado y yo por el otro- Levy camino hasta llegar a su lado. Gajeel la miro, y luego sonrió. Ambos se acomodaron "Uno... Dos.. Tres!" Los dos empujaron y lograron mover la estantería, que cayo directo a la cama logrando lo que querían. Levy camino y cargo un extremo de la estantería, y Gajeel el otro tratando de llevar todo el peso posible en sus brazos. Caminaron hasta la primera habitación cuando subías las escaleras y allí dejaron el primer estante.

   Sexta estaba organizando los platos de porcelana en las gavetas de la casa, pero se detuvo al escuchar pasos fuertes y risas, como si estuvieran corriendo. Extraña fue subiendo poco a poco los escalones, y asomo un poco el rostro a la habitación abierta. Sonrió por la imagen que vio, como ambos se corrían. Gajeel tratando de atrapar a Levy quien gritaba "No!" Pero igual reía. Cuando el moreno la alcanzo, le comenzó a hacer cosquillas y la McGarden le dolía el estómago de tanto reír. Sexta solo se conmovía con la escena, y después volvió a lo que hacia *Hay mi niña... Tremendo macho te haz buscado. El lío que pasara con tu padre... pero eso no me importa, lo de prioridad es que seas feliz mi niña, junto a él*

Dedicado a: Maddie_Solcer y tokyo99 por estar desde el inicio conmigo <3 Son mis lectoras favoritas xD (Nah es broma, las quiero a tod@s por igual <3)

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora