Noviembre 22, 1869
-Padre... ¿A que debo tu llamado?- Estaba recostada de la puerta, aún con temor en su ser. Eran raras las veces que ambos conversaban, y nunca era para algo positivo... Su padre la observó desde su asiento, frente al escritorio de su oficina. La luz era casi nula gracias a las cortinas que la difuminaban. Allí dentro solo había silencio.Tenía ese mal presentimiento latente.
-Siéntate Levy, hay un asunto del cual debemos hablar...- Su voz habia salido fría y sin sentimientos, para nada igual que hace años atrás. Ella se preguntaba ¿Donde habia quedado aquel hombre alegre, amable y comprensivo? Tras el fallecimiento de su progenitora, todo había cambiando, él era otro ser... Hoy, solo había una silueta de lo que para la española, era su verdadero padre... A paso lento, se encaminó hasta un asiento frente a él, las zapatillas provocando ruido por el lugar. Se acomodó para quedar cómoda, sacudiendo algo su vestido, para luego conectar su mirada. Tenían los mismos ojos dorados, mientras que la diferencia era notoria en los cabellos, la chica en facciones y manera de ser, era idéntica a su madre...
El hombre tomó una bocanada de aire -Verás, he estado pensando, sobre la edad que tienes y la situación... Además del mantenimiento e inversiones, noté algo de ti.... ¿No haz pensado el tener pareja Levy?- La McGarden estaba entre asombrada y confundida. Se había esperado cualquier cosa, menos eso. Nunca habían hablado o sugerido del tema. Claro en algunas discusiones mencionaba el asunto, pero nunca para conversarlo civilizadamente... ¿Por qué de repente, se recuerda de su existencia o vida?
Trató de hablar calmada y segura -... Hasta el sol de hoy, me siento relajada en cuanto a mi estado. Tengo tiempo de sobra para las quehaceres, y mi trabajo con respecto a la hacienda padre...- su progenitor la observó severamente. Se sentía nerviosa por su mirada, por su comportamiento. Al ser algo nuevo, no podía predecir sus acciones ni palabras, no sabía que vendría, desconocía, lamentablemente, lo mal que le iría...
El Sr.McGarden se levantó de su lugar, todo bajo la mirada de su hija. Este comenzó a caminar hasta un ventanal, el que da al patio posterior -Levy, tienes 23 años, pronto ningún varón querrá aceptar tu mano en matrimonio... Eso nos deja en mal imagen, eso daña nuestro prestigio. Mi hija no es una cualquiera, para no encontrar a un buen hombre de negocios o sabiduría.... -
Ahí, captó su real intensión. Se estaba enojando, pues no era el hecho de ser un tema delicado de tratar, sino el hecho de que hablara respecto a eso por una imagen social, como si ella fuera un objeto. Trató de calmarse, entender el porqué de su interés. Necesitaba canalizar emociones para no estropear nada, mantenerlos a salvo... . -Padre... Si el asunto aquí es conseguir un cónyuge, puedo hacerlo, solo necesito tiempo...-
-No hay Levy, estás en tu mejor edad, necesitamos actuar y rápido...- Contestó aún sin mirarla, erguido frente al ventanal con sus manos detrás de él. La peli-celeste no sabía que pensar, o qué decir... ¿A qué quería llegar con todo esto?
-Padre, le repito lo que creo. La disposición de espacio para el papeleo o mis propias gestiones me es excelente. Puedo trabajar tanto con la casa como en gestiones de tu hacienda. Y a la vez, aún no siento interés en consiguir a alguien- "Ya tengo a una persona en mi vida..." pensó para sus adentros, tratando de expresarse lo más educada posible -Creo que almenos, deberías considerar mi punto de vista en esto, yo....- fue interrumpida por el sonido de la puerta. El cuerpo de esa persona no la sorprendió, pero si la extrañó.
- Hola hermosa ¿Que tal te ha ido todo?-
-Jet.. Bien, gracias- contesto algo fuera de sí -Si tienes algún asunto que discutir con mi padre, pido que esperes, nosotros...-
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Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*
FanfictionHace dos centenarios, el mundo vivia en la cruel realidad donde lideraba el racismo y la dicriminación. Pero con todo y sus incoherentes ideas, habian personas en contra de esta injusta demanda. Levy era una española, Gajeel un esclavo, y ambos teni...