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    Cualquiera que lo mirara, dudaría si era tratado como un esclavo o no, pues la sonrisa que tenía era inmensa. Hace par de minutos había estado con su chica... Lo bien que suena eso. Después de aquella confesión, no saben nunca como, pero terminaron jugando denuevo, hace mucho que no lo hacían. Pero esta vez,  de vez en cuado besándose o Gajeel dándole una caricia a Levy, se llevaron un regaño de Sexta, y para cuando vio la hora, recordó que debía ir a visitar a alguien.

    Y así se encontraba, frente a una de las viviendas más grandes del lugar. ¿Como no lo iba a ser?, si era la gran herencia de la Familia Dragneel. El moreno no sabía si entrar, o esperar en la puerta, claro, ni siquiera sabía si Natsu estaba, él no le había contado que vendría.

-¡Hey Gajeel! No te esperaba por aquí!- Se volteó, para encontrarse a Alzac, el esclavo indígena.

-¿Qué tal todo Alzac?- Le extendió su mano, lo cual se saludaron. La forma física del Redfox no se podía comparar con la del Cornel, Gajeel era más grande en todo, hasta su voz gruesa le daba más autoridad, aunque de por si eran diferentes razas.

-Bien, gracias a Kami-sama. Oye, si vienes a buscar a Natsu puedes entrar, de seguro esta arriba en unos papeles de las obras. Si no, sal a la hacienda que estaré allí- Y con eso se fue, así que Gajeel solo entro a la gran mansión Dragneel.

    Siempre le gustaba estar en lugares así, se imaginaba si pudiera tener, almenos, una pequeña casa que fuera de él, asi quizás pudiera estar con Levy.... Ese pensamiento le hizo sacar una media sonrisa de lado. Se adentró por el salón principal, ya se sabía las direcciones de la casa, pero ahora el dilema era averiguar exactamente donde se encontraba el cabeza rosada. Arriba en el segundo piso, fácilmente habían como 10 habitaciones, optó por vagar por el pasillo hasta escuchar algún sonido que le indicara que había alguien. No había dado ni cinco pasos cuando escucho risas, pero definitivamente no eran del rosadito, esta sonaba mucho más inocente y joven. Venían de la biblioteca; algo dudoso, movió la perilla para abrirla.

- ¿Y que viene ahora? -

-Pues déjame seguir, jeje, Dentro de aquel bosque, Adrien se escondía...- Cuando asomó su cabeza, vio a dos niños sentados en una alfombra juntos, leyendo un libro.

-¡Ejem!- Ambos menores se voltearon. El esclavo no quería interrumpir su momento, pero tampoco quería que en algún momento uno de los adolescentes se volteara y lo viera, parecería un averiguao' , como dicen los de su hacienda.

-Em... Si, ¿en que le puedo ayudar?- Fue el joven el que habló. Llevaba una chaqueta tapando su camisa blanca, muy parecido a lo que siempre llevaba Natsu.

-Si, soy Gajeel, vengo buscando a Natsu-

-¡Oh! Acompáñeme por aquí... No me tardo- lo último lo susurro para la chica, aunque el esclavo lo escucho perfectamente. Las dos coletas azules la hacían ver inocente. Su traje era simple, pero se veia que fue bien elaborado artesanalmente, se parecían a los de Levy, pero los de su enana eran aún más detallados.

   Caminaron por el pasillo pasando 3 puertas más, en la sala de reuniones. El joven dejo pasar al Redfox, y el Dragneel estaba recostado leyendo unos papeles.

-¡¡Hey!! ¡Gajeel! No te esperaba venir-

-Je, ¿Qué tal todo rosadito?- Se saludaron formalmente, y como ya estaban acostumbrados, al pequeño se le quedo una cara de bobo, nadie nunca entendía la situación.

Natsu se acercó al joven -Oye Gajeel, este es Romeo, mi hermano. Romeo, un buen amigo mío - ¡Ahora lo reconocía! El "Dragneel" le sonrió, y le devolvió la sonrisa. Después de una pequeña charla, el Conbolt abandono la habitación.

-Así que... Este es el famoso Romeo-

-Mjm, ¿a que no lo educo bien?- Gajeel negó riendo, el ego de su amigo nadie lo combatía.... Bueno, aveces él y en el pasado Gray. -Estaba aquí con el papeleo, ya sabes, si mi tío no esta lo tengo que hacer yo; valla que si dan dolores de cabeza estas cosas hombre-

-Es su culpa, yo no pedí que mis derechos se plasmarán en un papel-

-Bueno... Mira, ¿ya sabes lo de la campaña de Levy, verdad?- El peli-negro asintió -Pues, me ha inspirado. De hecho, ayer logre tener contacto con alguien que nos puede hacer de mucha influencia en este tema, un compadre de Laxus Dreyars. En fin... Me llevo una idea a la otra, y creo que... Puedo lograr que Romeo sea libre-

Gajeel estaba atónito, ¿acaso se podía? -¿E-estas enserio Natsu?-

-Si, de hecho, hoy día hay varios negros libres, pero no les dan el tratado como libres. Sin embargo, a Romeo toda su vida ha sido tratado como un ser libre, así que, sólo debo demostrar que es un mulato y será como si nada hubiera pasado. Al fin, libre...- La sonrisa del Dragneel era melancólica, como estar feliz, aliviado, deseando que pasara. Porque aunque no lo fuera, en verdad lo quería como un hermano. Por un momento a Gajeel le había iluminado la esperanza, pero el Conbolt era mulato, una mezcla, no era puramente africano como él, definitivamente no había manera de que eso pasara....no para él.

    El esclavo tomo un asiento y lo volteo, quedando sus piernas hacia el espaldas (Así como se sientan la mayoría de los hombres :v) -Entonces... ¿Lo crees posible?-

-Jm, no lo creo... Yo HARÉ que él sea libre Gajeel... Todo cambiará... Y comenzará por pequeños pasos- Camino hasta donde su amigo sentado, y le palmoteó su hombro. -¿Que tal si dejamos de hablar de estas tristezas?, ya me esta dando pena hasts de mi mismo. ¿Que cuentas Gajeel?-

Ahí  había recordado su pensamiento del inicio -¡Hey! ¿A que no adivinas a quien me encontré los otros días?-

-¿A quien?- pregunto curioso el peli-rosado.

-Al hielitos. Nuestro querido amigo Gray- Natsu abrió los ojos sorprendido, pero luego siguió hablando y preguntando por él emocionado, y así siguieron por tribales temas durante horas.

*.*.*.*.*.*

   Al momento del regreso, ambos seres se despidieron el la puerta de entrada, cerrando el día. También se despidió de Romeo, y la ahora conocida Wendy, la prima de Natsu. Gajeel solo se despidió con la mano mientras comenzaba su caminata hasta los poderíos de los McGarden. Lo que él no sabía, era que alguien a lo lejos lo miraba, vigilando sus acciones.

-Hm... Debo informarle al jefe...- un hombre, no más de 22 años, salió de donde estaba escondido y comenzó a correr por un pequeño camino. Al final, daba a la vía principal, donde lo esperaba un carruaje. El hombre de tez morena llego agitado por su carrera, y rápido entro al carruaje para que nadie le viera. -Señor Jet, le traigo noticias...-

El peli-naranja sonrió malévolamente, llevaba días siguiendo a ese tal Redfox. Sólo pensar en su nombre le daban naunceas -Dime Zhen, no tengo todo el día. A ver, ¿qué descubriste?....-

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora