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El sonido de sus herramientas golpeando el suelo, el pasto y demás era lo que se escuchaba en el monte esta mañana. Los esclavos trabajaban tratando de hacer un nuevo lugar de cultivo, uno de tantos trabajos que dejo pendiente el Sr.McGarden.

Gajeel trabajaba más apresurado que los demás, debía tratar de hacer el mayor trabajo posible para no ir acumulándolo *Vamos, vamos, vamos...* estaba desesperado, no por el trabajo, quería que ya fueran las 12:30, porque...

-¡Eh, Redfox! Ya es hora- Soltó todo lo que tenía encima, y casi sale corriendo hasta Lyon.

-Aleluya Vastia-

-Jajaja, tranquilo. Me tarde un poco pero era que tuve que hablar con alguien...- Sonrió de medio lado, extrañando un poco al esclavo, pero no pregunto nada.

-Si si si, vámonos tengo prisa- Tomo al guardia del brazo, casi haciendo que comiera tierra.

*.*.*.*

Levy estaba organizando los papeles de su grupo, pronto tendría la importante reunión con aquel Gildarts y Laxus, los dos hombres que Natsu y Rogue le habían contado. Ella estaba tan concentrada que la asusto sonido de su puerta -¡Ya voy!-

Cuando abrió la puerta, le sorprendió sentir esos labios contra los suyos devorándola con agresividad, y cuando su espalda chocó algo fuerte contra la pared, acorralada por aquel cuerpo tan varonil, del cual ella estaba enamorada.

Se separaron por aire, y con su respiración entrecortada, mientras el moreno bajaba sus besos mojados a su cuello, la peli-azul trató de hablar. -Gajeel... ¿Q-Qué es todo esto?...-

-Enana, tres días, tres malditos días. Hace tres días que no se nada de ti. Te extraño, te necesito...-

-Pero...-

-Sh... Déjate llevar...- La volvió a besar, esta vez aún más apasionadamente. Sonrió de lado cuando ella le rodeó el cuello con los brazos, y su cintura con las piernas, permitiéndole llevarla algo torpemente hasta su cama.

*.*.*.*

-¡Ghhaa!~ - Dejó caer su cuerpo cansado sobre el de su chica, quien comenzó a meter sus dedos entre su largo y negro cabello. Sus pieles se unieron, estaban agotados, y ahora tratando de recuperarse de esa última e intensa embestida. Esperaron a que su pulso volviera al normal, para que el Redfox sacara su formado cuerpo del pequeño de su ama. Levy trataba de sacarse de la cabeza su otro problema, y comenzó a recordar su primera vez, con el amor de su vida.

" -Gajeel... seamos realistas... Yo no estaré nunca con otro hombre, no me veo capaz ¿Tu piensas estar con otra mujer?-

-Ni loco-

-Y también se que relaciones fuera del matrimonio es un pecado, pero se que nunca estaremos unidos como marido y mujer...- Gajeel bajo la cabeza, sabía que él, al igual que ella, lo deseaba -Pero... Yo te quiero a ti, nadie nunca me hará cambiar de parecer....-"

Un clic se le paso por la cabeza, y se removió algo incómoda bajo las sábanas de su cama -Gajeel...-

-¿Hm?- Él, que estaba recostado a su lado, movió su cabeza para verla, le encantaba su cara de ángel.

-T-tenemos que hablar, sobre esto...- Gajeel se incorporó un poco para poder verla, su cara de preocupado le hizo retractarse de haber dicho eso.

-¿Qué paso enana?...-

-Pues... ¿Tu recuerdas lo que dije la última vez?...- El esclavo lo pensó, hasta que el mismo recuerdo le vino a la mente. Soltó un bufido, la vida era injusta, y asintió algo decaído. -.... esto esta mal, almenos frente a los ojos de Kami-sama...-

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora