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    ¿Cómo había pasado todo esto? Como es que las cosas podían cambiar tanto de un momento a otro?... Hace más de un mes, se le burlaría en la cara al que le dijera que tendría una relación con su ama, o que algún esclavo de Natsu se mandaría a matar, incluso si le contarán que se encontraría a Gray.... Pero tenían que haberlo visto, había sufrido en su infancia, luego, la vida le había entregado amigos, y un padre. Después, se lo arrebató todo denuevo, pasando por las garras del sufrimiento, y lo volvieron a soltar, dándole luz, mostrándole lo que pocas personas llamaban amor, amor real, hasta que al final, volvía al mismo círculo vicioso.... al lado negativo.

    Mientras caminaba al rió para buscar oro, su mente seguía apagada. Aún no se quitaba esa imagen de su cabeza, como el balazo le quitaba el aliento a aquel humilde hombre, quizás si le hubiera hablado más, hubiesen sido amigos... Pero esta vez prefirió ser egoísta, pues esa perdida no había dolido tanto, almenos no como a Natsu....

*.*.*.*

     El peli-rosa estaba en su alcoba, sentado en la mesa de la habitación. Las gotas saladas de sus ojos caían directo en los papeles, sin importarle nada. Sollozo, antes de darle otro sorbo a su bebida ¿Cuantos vasos de alcohol llevaba? No lo sabía, sólo que ya estaba sintiendo los efectos. Pero aún seguía llorando, aquella escena, le había dolido. Le hizo recordar a su padre, a aquel que él admiraba, su héroe...

-G-Gh..... ¡¡GHAAAAAA!!- Golpeó la pared, dejando los ladrillos rotos, y quizás sus propios huesos. ¿Por qué mierda tuvo que haber pasado eso? A aquel hombre que representaba su figura paterna, al que le debía la vida.... No su vida... La de su hijo...

     Hay reacciono -... ¡Romeo!- Recordó que se lo había llevado al Consejo, y dejarlo en un lugar para que viera a su padre e irse ¡¿Cómo es que podía ser tan imbécil y haberlo dejado!? Empujó todo al pararse, y prácticamente salir volando de la habitación. Corrió escaleras abajo, pero cuando iba a salir por la puerta, tres figuras le impidieron el paso.

-Joven Dragneel... Íbamos a llamarle ahora-

-¿Qué es lo que quieren?- Dijo casi entre dientes. No tenía intenciones para tapar su mal estado.

-El Consejo anda en busca del pequeño Conbolt, el Sr. Waterson mandó una órden de...-

-Hasta ahí llegaron- Natsu camino hasta ellos, haciéndolos retroceder unos pasos. -Macao era de las industrias de mi Tío, al igual que los demás esclavos, pero Romeo no. Si tiene que ser propiedad de alguien, Romeo sería MI esclavo. De hecho... Hace una semana envíe los papeles, si llegan antes que ustedes a él, será libre...-

    El comandante se enderezo, tratando de no mostrarse intimidado por él -.... Esta dicho. Si la carta llega, el pequeño será libre. Pero si lo alcanzamos antes... No podrá hacer nada al respecto... Hasta luego joven- Le indico a sus dos acompañantes, y desalojaron el lugar.

    Natsu se quedo viendo como se iban "Esta dicho. Si la carta llega, el pequeño será libre. Pero si lo alcanzamos antes... No podrá hacer nada al respecto... " -¡Mierda! ¡Tengo que encontrar a Romeo!- Salió corriendo a la hacienda, busco en las chozas, en la fábrica en construcción, a los alrededores de la casa en algunas chozas solas, pero no estaba en ningún lado.

    El peli-rosa se froto en peli desesperado, hasta que una imagen se le vino a la mente. El gran árbol de mangó, donde siempre estaba con -... Wendy- y salió corriendo hacia el monte, rezando porque allí estuviera

*.*.*.*.*

     Se apoyó en sus rodillas para tomar aire, después de subir aquella cuesta corriendo, pero al ver aquella escena, la paz lo invadió. El el gran árbol de mangó, a sus raíces estaba una pequeña joven dormida, su cabello azul oscuro bailando en el aire, y en su regazo, Romeo, también durmiendo. Cuando Natsu estuvo suficientemente cerca, noto los rastros de lágrimas en el rostro de ambos, y sonrió melancólico para si mismo. Aunque el momento era triste, sipre se buscaban, en las buenas y en las malas....

   Con mucho cuidado, los levantó a ambos en cada uno de sus hombros, y por el camino comenzó a pensar. -Hm, tienes suerte de que me agrade prima... Porque si no, ya le hubiera roto la cara-

*.*.*.*

     Gajeel estaba sentado contra el Madero de su choza mientras afilaba su azada para el próximo día de trabajo. Su compañero ya estaba durmiendo en su cama de paja ¿Qué horas eran? Las tantas de la noche, pero él no podía dormir. Quizás soñaría malditamente cursi, pero necesitaba a Levy. Hace tres días que no la veía, y en momentos así, era donde más la necesitaba....

Salió de sus pensamientos cuando la puerta se abrió. -¿Qué demon..-

-Levántate Gajeel, es Natsu- Al esclavo se le olvido hasta reclamar, cuando ya estaba fuera de la choza. Llegaron al frente de la casa, donde estaba el Dragneel algo distraído por sus pensamientos, su rostro algo preocupado y las manos en sus bolsillos.

-¡Oe Natsu!-

-¡Al Fin Redfox!- Se saludaron de manos, aunque era evidente la preocupación de Natsu.

-¿Por qué demonios vienes a estas horas Salamander? sabes que me puedes buscar un problema...-

-Lo se, pero debo pedirte un enorme favor... Es sobre Romeo- Asintió. Gajeel se cruzó de brazos, mientras escuchaba el relato de su amigo. -Y bien... Necesito que te quedes con él-

El peli-negro abrió los ojos -¡¿Acaso estas demente?!-

-Gajeel, sabes que el primer lugar que buscarán será en mi casa-

-Y el segundo en la hacienda, sabes que estuve en el caso también. Yo no...- Hay, un clic sonó en su cerebro -Ahora que lo pienso... Creo que hay alguien que nos pueda ayudar...-

*.*.*.*

    Levy estaba entretenida leyendo una de sus historias, hasta que unas pequeñas piedras comenzaron a golpear su ventana *¿Eh?...* Se levantó y se asomó, sorprendiéndose de ver de quien se trataba -¡Gajeel! Qué...-

-¡¡Shh!! Enana, que me descubren- Se veía diminuto comparado a cuando estaba a su lado. A las espaldas del esclavo estaba un niño, de unos 12 años, vestido de una manera totalmente distinta a Gajeel. -Debo pedirte un favor... De parte de Natsu y Mía...-

-Claro, ahora bajo- Cerro la ventana, pero no las cortinas. Gracias a Kami-sama que Romeo no veía, y que Levy lo hizo de espaldas, cuando se quitó el camisón dejando su espalda expuesta, causándole un rubor al moreno. No tardo mucho en llegar abajo. -¿Qué pasa?...-

-Mira, no tengo mucho tiempo enana...- Le tomo las manos con delicadeza -Debo rogarte, que él se quede contigo durante esta noche, sólo para sacarlo del peligro. Es un hermano de Natsu... Estoy seguro que te lo agradecerá, pero por favor, escóndelo. No se puede quedar conmigo-

-Sh... Tranquilo, claro que me quedare con él- La peli-azul se inclinó un poco, para ver al pequeño algo incómodo por la situación. -Estará bien conmigo...-

-Gee~hee, lo se- Él le beso la frente, y después de decirle al Conbolt con quien se quedaría, regresó rápido a su choza.

Arriba, Levy volvió a ponerse su pijama, sacó par de sábanas y almohadas. -Oye pequeño, puedes dormir en mi cama si deseas...-

-No señorita Levy, prefiero dormir en el suelo con eso. Usted es una chica, eso estaría mal- Levy río *Se nota que vives con Natsu, y su manera de tratar a las mujeres (Excepto a Lucy)* Así que le preparó las sábanas junto a su cama, y antes de que lo notara, el niño ya estaba dormido.

    Levy sonrió, y se levantó para ir al baño. Cuando se sentó, la preocupación le invadió; su periodo ya estaba retrasado casi dos semanas y media. De repente se tapó la boca, analizando la situación *¿Sera?...... No......¿Sí?...* La última, le hizo solar una sonrisa, pues si correctas eran sus sospechas, pronto tendría una conversación con Gajeel...






~Weno weno, no los podia dejar este sabado sin nada XD pero aún no se si hay descuadre... En fin, espero que les gustara :3 hasta el próximo~

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora