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- DespiertaaAAAHH!- ¡Pum! Ambos hombres terminaron en el piso. Con un Gajeel levantándose, y un Lyon hecho papel porque el formado cuerpo del esclavo le cayó encima -Gajeel...- Dijo apenas ronco. Cuando Lyon fue a abrir el candado de la puerta, tan proto la abrió un Redfox choco con el, cayéndole encima.

-Lo siento, tenía prisa- El moreno lo levantó del suelo (Si es que podía quedarse de pie) y salió corriendo hacia la parte del frente, como era casi siempre, por lo de las sospechas.

-¡Recuerda que tienes que volver en la tarde!- El peli-blanco le grito, sólo recibió un dedo arriba indicándole que allí. Hoy era jueves, debía estar allí para que mañana, pudiera estar todo el día junto con Levy.

*.*.*.*

   Bajo las escaleras corriendo, juraría haber escuchado su voz. No se había ni peinado, apenas había salido del baño lo escucho, sabía que era él, y ella no podía desperdiciar ni un minuto sin estar a su lado, estaba conciente de que en la tarde, no iba a estar.

   Corrió por el pasillo, acomodandose el vestido que comúnmente llevaba. Tiro las zapatillas justo en el primer escalón, y cuando se las puso bajo a velocidad de luz las escaleras. Paro de mometo... ¿Qué iba a pensar si la veía así? Despeinada, mal vestida, y con el pulso a mil. Decidió calmarse. Volvió a acomodar mejor su vestido, se puso los zapatos correctamente, y como pudo se peinó su azul cabello. Tomo varias evillas y así entro a la cocina. Y como ella dijo, era él; ya esa imagen se le hacia costumbre: Verlo hay sestando hablando con Sexta, mientras tomaba su taza de café y aveces un pan de maíz. Justo desde el primer día.

-Hey Enana, ¿Qué tal?-

-Bnn Gjjl- La cara de confundido le salió de inmediato, y ella se quitó las evillas de la boca -Lo siento jeje, Bien Gajeel, ¿y tu?-

-Perfecto, como cada vez que entro a esta casa. Sexta, gracias como siempre, me voy con la jefa- Le puso los trastes en el lavavajillas.

-Eta' bien mijito. Adiós a los dos- La anciana se volteó y siguió con sus cosas, y la pareja joven camino hacia la parte tracera, por el pasillo que siempre Levy le gustaba pasar.

    Mientras caminaban, Gajeel veía como su ama hacia una que otra cosa, tratando de acomodarse el cabello. El tomo sus manos y la detuvo.

-¿Eh?...-

-Me agradas mucho más con tu pelo suelto, te vez más... Tu- Le dijo el moreno, y le causo un fuerte sonrojó a la McGarden, lo que le provoco una sonrisa.

    Entraron a la pequeña oficina, donde todo había empezado, cuando habían hecho aquel acuerdo del "Esclavo personal" -¿Por qué no lo usas así siempre Enana?-

     Aquella pregunta la había dejado perpleja. -Y-yo... Gajeel...bueno... Es que...-

~ -Mami, ¿por qué no me peinas?- Una pequeña niña jalo la falda de una mujer, cerca de los 30 años, Con estatura media. Su pelo azulado bajaba como cascada por toda su espalda, lo tenía largo.

-Jm, claro pequeña, ven- Su voz, inspiraba paz hasta a las más fieras bestias. Su largo vestido rojo con encajes blancos se fue moviendo con ella hasta una silla en la habitación, que cualquiera notaba que era de la pequeña niña. -Siéntate Levy, ven aquí amor-

La pequeña niña se sentó en la falda de su madre, como siempre hacia, se aceraba lo más que podía al espejo, y esperaba que su madre peinara su cabello, igual al de ella, sólo que mucho más corto.

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora