Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*

15

-Vamos Redfox, Levan!...tate- Para la sorpresa de Lyon, Gajeel ya estaban despierto. La verdad, no había podido dormir en toda la noche ¿Por qué? Ni el lo sabía, sólo sabía que trato y trato pero nunca lo logro. Se dijo a si mismo que fue la comida de ayer, pero la verdad eran sus ansias porque fuera de día. -Wow... Almenos estas despierto-

   Se apoyó de la pared para levantarse -Buenos Días Vastia- El guardia le miro raro, era la primera vez que decía eso, a alguien en general. -Igual... Vamos, que te toca trabajar- Este solo movió su sombrero y se fue. Y como sería rutina, Gajeel se estiró y camino para la casa de Levy, almenos ya sabía por donde entrar.

   Cuando llego a la puerta, toco par de veces y Sexta fue quien le abrió. -¡Joven! Buenos Día' niño-

-Buenas, ¿cómo se encuentra señora?-

- De maravilla. Pero no me diga señola señolito, que me siento vieja- Gajeel río por eso, le agradaba Sexta, pero...¿A quién no? -Mijito, Levy se esta alistando, ¿por qué no vas y buscas la pintura? Eta' atrás al final, en una pared- El solo asintió y se volteó, pero antes de cerrar la puerta Sexta hablo -Y quita esa sonrisita mijito, que te dolerá la boca jiji- Gracias a Dios que estaba de espaldas, porque los colores le llegaron a la cabeza por ese comentario. Camino por el pasillo de enredaderas, y al final en la pared no más de 7 metros estaba los frascos sobre bolsas de heno. Sólo eran dos, así que los cogió como si fueran dos plumas y volvió adentro. Camino por las escaleras, no sin antes ofrecérse para ayudar a Sexta en la cocina, quien le negó rotundamente "Es ruda cuando se lo propone..."

-¡Hey Gajeel! Estas aquí ya, buenos días- ambos sintieron una punzada en el corazón al verse.

-¿Cómo estas am-Enana?- Ella le miro, sabía que casi le dice ama, pero dejaría que se acostumbrara.

-Bien, veo que ya tienes los materiales, le dije a Sexta que no te dijera, te iba a ayudar- Levy hizo un puchero "Se ve tierna... ¡Gajeel concentrare!"

-Gee~ hee, tranquila enana, si esto no pesa nada- Abrió la puerta de la habitación, y cuando el moreno entro puso los frascos en el piso.

-Iré a por las brochas, no me tardo- La chica se fue, dejando al esclavo solo en el cuarto. Se puso a examinar más la habitación, el color naranja claro que tenían las paredes pronto se iría, miro la cómoda donde debía estar su ropa, y el tocador de su ama, sólo vio pocos maquillajes y adornos para el cabello. También observo la pequeña mesa de noche, que tenía solo una lámpara. Finalmente, la cama ya ordenada. Lo pensó dos veces.... pero no aguanto. Gajeel se sentó, vaya decir lo cómoda que era, y finalmente se tiró sobre esta. Cerro los ojos, cuanto deseaba pasar una noche en esa cama.

-Jm- Rápido se levantó, vio a Levy con una sonrisa en su cara.

-E-Enana yo...-

-Tranquilo, no hay ningún problema con eso Gajeel...- El moreno bajo la mirada y vio las brochas. Algo incomodado por lo anterior se levantó y la McGarden le ofreció una de ellas. -Bien, a trabajar- Ella tomo uno de los frascos. Lo puso en la mesa, pero cuando intento abrirlo, no pudo. Gajeel solo la miraba gracioso, mientras ella hacia sus esfuerzos por abrir el condenado envase.

-Mira enana, es así- El esclavo se para detrás de ella y posa su mano sobre la de su ama. Levy se sonroja "Esta muy cerca..." Podía sentir la respiración del Redfox en su pelo y como se elevaba su estómago en su espalda. Junto a la mano de ella, hace presión en la tapa abriendo el envase. Gajeel se inclina para verle la cara, y se sorprende al verla como un tomate. -Gee~hee, ¿ves que fácil es?- Ella lo mira con enojo lo que provoca las risas de el. ¿cómo diablos es que logra hacerme reír y enojar a la vez? Pensaba ella, pues también río por eso.

-Es un bonito color...- Dijo Gajeel al ver la pintura.

-Mjm, es como un crema suave... Da algo de tranquilidad- Ambos llenaron las brochas de pintura y comenzaron a pintar las paredes, el Redfox a la izquierda y ella en la derecha.

   Ya llevaban dos horas pintando, sólo faltaba una pared de la habitación. La peli-negro estaba concentrado en el trabajo, y cuando la peli-azul fue a coger más pintura, se le ocurrió una idea. Él delineaba los borden con cuidado de no pintar la madera, cuando de repente siente una línea de pintura en su espalda. Gajeel salta del susto, mientras Levy atrás ríe a carcajadas.

-¡Ven acá Enana que me las pagaras!- El Redfox rápido cogió uno de los frascos y su brocha.

-¡¡Kyaaaa!!- La ama sale corriendo a refugiarse, tomando también el otro frasco. Estaban a punto de iniciar una batalla, pero se escucho como llamaban desde abajo.

-¡¡Levy!! Tienes visita miamol!!- Ambos miraron hacia la puerta. Levy, algo triste, se levanta y sale; no sin antes susurrarle a Gajeel "No tardo...". Cuando baja las escaleras, ya sabe quien es, ese pelo rosa es único en su clase.

-¡Natsu! ¿Qué tal la vida?- El Dragneel sonríe y camina hasta donde ella para abrazarla.

-Todo bien, ¿y tu pequeña?- Cuando se separan este le revuelca el pelo. Claro, después que se criaron juntos, ambos se quieren como hermanos.

-Muy bien, dime ¿Qué te trae por aquí?-

-Pues... Vengo a pedirte un esclavo prestado, sabes lo de la fábrica y necesito ayuda. Te pagare sus horas laborales-

-Natsu... Sabes que los esclavos de mi padre no son jornaleros, cualquier paga se la das a él... Que por cierto, ¿Quién es?-

-De seguro lo conoces... Le dicen Gajeel Redfox- A Levy le recorre un escalofrío por todo el cuerpo al escuchar su nombre. Ella no le quiere dar trabajo, pero sabe que algún día tenía que salir de la casa o sospecharían. La jefa término aceptando, y después de seguir conversando un rato, el Dragneel decidió que ya era hora de irse.

-Sabes que estoy aquí, pasa más a menudo Natsu- La Peli-azul se estaba despidiendo de su amigo-hermano mientras le acompañaba hasta la puerta.

-Espero la visita de él mañana, Gracias Levy- Y después de abrazarse, la McGarden se volteó. El peli-rosa la miro raro, pero después negó riendo. Ni quería preguntar por que tenía una línea de pintura por toda la espalda.