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-¡Gajeel! ¿Seguro que no me mientes?-

-Jo Elfman, que si, que mañana sin falta vengo todo el día, hoy iré después del medio día- Gajeel tomo la camisa justo al lado de donde durmió para ponérsela. -Solo haz tu parte, olvídate de la mía que la terminaré-

-Me conoces Redfox, y sabes que no te prometo nada. El trabajo duro es de hombres- Tomo su herramienta y salió de la choza, para seguir el camino con los demás esclavos. Hoy Gajeel se había levantado más tarde que los otros días, digamos que no todos aman levantarse temprano cada día, almenos uno debe ser la excepción.

Ya que ayer trabajó solo la mitad del día, hoy tendría que terminar la otra mitad. Decidió ir en la tarde, ya se ocuparía de terminar sus tareas en tiempo completo mañana. Así que después de tomar su termo de cuero, partió para la casa de enfrente, entrando por el rústico pasillo que ya le traía recuerdos y le hacia sentir tranquilo. El entrar por ahí, parecía un cuento de hadas o una misma novela, el sentir de los rayos del sol que penetraban por entré medio de las hojas finas de las enredaderas, que ya debajan ver capullos de flores pronto por nacer. Entro a la cálida casa de su ama, para encontrarse con un silencio rotundo.

Gajeel estaba algo confundido, pero igual se adentró más. Camino por el salón principal hasta a la cocina, y allí escucho pasos, dejando ver una cara ya muy conocida.

-¡Mijito! Que gusto me da velte pol aquí- Sexta dejo la canasta de comida en la mesa, y abrazo al moreno alto frente a ella.

-Igual Sexta, ¿Cómo esta?- Claro, aunque vino a ver a Levy, nunca hay que ser descortés con su casi abuela.

-Yo bien mijito, pero ¿vinite a vel a la niña, no?- Asintió algo avergonzado. -Je, creo que debe estal en la biblioteca atra' .Si no pues esperala aya' que yo le aviso, ¿okey?-

-No hay problema Sexta, con su permiso- Hasta él mismo se sorprendía de lo educado que llegaba a ser, si lo ponían frente a los guardias afuera o al mismo capataz ya lo hubiera mandado a la mierda junto a su madre.

Volvió por el mismo camino, pero esta en vez de salir, giro en ese mini laberinto hasta llegar a donde había estado ayer. Movió la manecilla y se adentró al lugar, ya se estaba familiarizando con ese olor a páginas viejas, olía a ella, pero faltaba un toque más....
¡Plam! Un sonido saco a Gajeel de sus pensamientos, y cuando giró en uno de los estantes, no se esperaba encontrar con él aquí.

El mismo hombre que había visto el segundo día cuando hablo con Levy, el mismo hombre que ya había visto par de veces en esta casa. Se hagacho a tomar el libro que el mismo había tumbado.

"- Estoy seguro que lo has visto... Hasta yo me lo he encontrado cuando estoy en la casa de los McGarden. Un engreído, si me preguntas". Con que este era el famoso hacendado "Jet" El Redfox se quedo examinándolo, su pelo naranja con puntilla y su ropa de princeso riquito hasta le causaban ganas de reir.

"lo único que evita que Levy almenos piense en el, es el odio a....-

-¿Odio a que? Habla ya Rogue-

-A los negros- " Al recordar eso, su temperamento cambio completamente a enojado. ¿Así que esta alcachofa desinflada era el engreído que andaba detrás de su chica? Esto tenía que ser una broma....

Cuando Jet levantó la mirada, se encontró con ese esclavo, el que ya había visto antes con Levy. Digamos que Gajeel no fue el único que se enfado solo por verlo, él estaba igual. Se quedaron así por unos segundos, asesinandose con las miradas, hasta que al fin Gajeel se dignó a caminar, al otro lado del lugar.

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora