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*¡Gajeel! ¡¿Donde estas pequeño?!- Una mujer, no más de 35 años, de piel morena y vestimenta distintiva de una esclava, estaba con una vasija en mano, mientras gritaba el nombre de un niño

A lo lejos, un chico de pelo negro y de piel también morena, se escondía entre los maderos del lugar. -jijiji-

La mujer giró al escuchar esa risa infantil , y sonrió, denuevo estaba jugando con ella. Sigilosamente, comenzó a caminar y de vez en cuando bajarse, para encontrar a su
pequeño niño. -A ver Gajeel, no estoy para juegos... Sal- Trato de decirlo con determinación, pero la situación siempre le causaba gracia, y también alegría. Escucho los pasos a su espalda, y cuando se giró lo vio.

-¡Ahh!- un pequeño grito de niño había sonado en el lugar.

-¡Te tengo!- La mujer agarro al pequeño que reía, su pelo riso y largo aún no se le parecía al de su pequeño, que era todavía corto pero igual de negro.

-¡¡Delion!!- La voz de un hombre los había interrumpido en su momento. Ella se asusto, y apuró rápido a su hijo a esconderse entre unos maderos de allí, justo  donde había estado segundos atrás. Ahí , un hombre alto con ropas de que denominaban poderios había entrado. -Con que aquí estas Delion...-

-S-si amo Porla... Ya estaba terminando- Dijo la morena cabizbaja. El español sonrió con malicia, pues sus intenciones no eran nada buenas, pero a través de los ojos del pequeño Gajeel, con su inocencia, no lo veía.

-Ven conmigo, sabes que tenemos que terminar unos asuntos...- Unos segundos después ella solo asintió, con dolor en su alma, pues sabía a lo que se refería. El hacendado abandonó la habitación, y la mujer rápido se volteó a donde estaba el niño de unos 5 años. -No me tardaré amor.... Quédate aquí- y con una mirada triste, la vio salir de allí...

Automáticamente la escena cambió. De un momento a otro, ya se encontraba en un ambiente totalmente distinto. Solo se escuchaban gritos, llantos, armas y mucho  se veía fuego por todas partes.

-¡¡¡MAMAAAAAA!!!-*

-¡Guaaah!- Despertó de golpe. Tenía su respiración ajitada, pero cuando miró a su alrededor, vio que estaba en su choza, al lado de un asustado Elfman y Droy.

-Joder, ¿pero que te paso Gajeel? Me has asustado con ese grito- Dijo su compañero peli-negro, mientras el peli-blanco solo lo observaba.

El Redfox se rasco el pelo desorientado -N-no... Nada. Al parecer tuve una pesadilla o algo...- Mentía, el sabía que, aunque fue en su sueño, eso eran sus recuerdos... ¿Quién era aquella mujer que lo llamaba? ¿Acaso era... Su madre?

-Hm, pues tremendo grito pegaste hombre, para la próxima yo que se, golpeate porque nos hemos cagado- Menciono Elfman, haciéndolo reír como siempre. Dejaron el tema aparte y los chicos siguieron durmiendo, pues aún no era hora, pero el de los metales se quedo despierto, aún tenía ese sueño en la cabeza, hace años ni se acordaba de su madre o los sucesos que habían ocurrido, pues nunca recordaba más allá de sus seis años. "¿Por que ahora?... ¿Así se llamo, Delion?..."

*.*.*.*.*

    Sexta se encontraba tranquila mientras limpiaba el salón, nunca se había sentido en paz durante tanto tiempo, pero era de esperarse cuando no se encontraba su amo. Ya era más de un mes que el Sr.McGarden llevaba fuera en su viaje, pero para ser honestos, ninguno de los del lugar quería que regresara. La puerta del frente sonó, y la esclava fue a abrirle al que había tocado. -¡Oh! Pero si eh' el señolito Gajeel, pasa mijito- El esclavo sonrió, no había día que ella no lo tratara con amabilidad.

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora