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   Elfman reía mientras se iba caminando al monte, viendo a Lyon cargando a Gajeel que estaba muerto de sueño.

- H-Hey... ¿Me puedes ayudar?- Apenas podía pronunciar palabra el Vastia. Claro, por más fuerte que fuera cargar a Gajeel era algo duro. Elfman volvió a reír, ¿Cómo era que estos debiluchos guardias eran los que les ordenaban?

-Lo siento, pero yo tengo que ir a trabajar, y cuando logres despertarlo... Si lo logras, Le dices de mi parte que se duerma temprano jaja- Y con eso se fue, mientras Lyon le fulminaba con la mirada. "Vaya que pesa este hombre... Y no es de gordura" pensó el peli-blanco, que antes de optar por llevarlo cargado, estuvo más de media hora intentando despertarlo.

   Y claro que Gajeel estaba muerto del sueño, ayer después de volver de casa de Levy, unos esclavos de la hacienda vieron injusto el que él no trabajara en el campo, y al dar la queja otros guardias se lo llevaron hasta las tantas a trabajar. Lyon al saberlo fue furioso a buscarlo, y cuando llego le dio tremendo sermón a sus compañeros. Ya que el moreno estaba súper cansado y se durmió tarde, ahora no había alma que lo despertara.

O quizás...

-¡Lyon! ¿Qué le pasa?- Levy, que estaba saliendo tranquilamente de su casa, al ver que el guardia llevaba a su esclavo así se alarmo.

-N-Nada señorita, es que n-no se despierta- La McGarden sintió como el color volvía a su cuerpo, brutal susto se había llevado.

-Pero... ¿Por qué? Ayer volvió temprano...- La peli-azul estaba confundida, y aunque en parte estaba mintiendo, ella había dejado que el peli-negro se fuera temprano.

-Bueno...- Lyon soltó a Gajeel que cayó en el suelo, aún en el quinto sueño -Ayer, mientras estaba fuera de mi puesto, otros guardias se lo llevaron al campo a trabajar- El Vastia vio como la cara de su jefa cambiaba de prestar atención a enojo -Conmigo no se enoje jefa, yo estuve igual y ya les dí el regaño. Reconozco el forzoso trabajo que hacen los esclavos y se cuando alguien se pasa de la raya- Aunque Levy aún seguía enojada, ya no lo estaba con el guardia frente a ella.

   Para el de tez blanca era duro admitirlo, pero ya le estaba cogiendo respeto y algo de afecto a ese esclavo. Levy solo asintió, camino y se inclinó a la altura del moreno. Vio las facciones del rostro del Redfox, las incrustaciones de metal que tanta intriga le causaban, como su pecho subía y bajaba concorde a su tranquila respiración, el cual estaba tapado por la gastada camisa marrón que siempre llevaba. Lyon sólo observaba la escena algo incómodo, no sabía que hacer. La pequeña McGarden aparto unos pelos rebelde de la cara del Redfox, y él percibió el olor de ella, sus suaves dedos en su cara. Hay por fin, el esclavo abrió sus rojizos ojos encontrándose con unos dorados... Demasiado cerca. Levy le sonrió -Buenos Días Gajeel...-

-¿Cómo lo hizo?- La cara de bobo de Lyon valía un millón. Gajeel seguía algo soñoliento, pero Levy solo aguantaba la risa por la cara de su empleado.

-Bueno... Ya me voy, dile a Lucy Heartfilia si llega y no estoy, que no tardare en llegar- La peli-azul se limpió el polvo de su vestido, elegante pero delicado, simplemente para ella. -Cuídense chicos- Les sonrió, giro en sus talones, y se fue andando para lo que los dos varones creían que era el pueblo.

-Okey... Y tu, pesado, acaba y levántate que vas tarde- Con lo de "pesado" lo decía literal, Gajeel no era el ser más liviano que digamos.

   El esclavo se apoyó en sus codos para luego rascar su cabeza -Tsk, como sea...- Gajeel se levanta del suelo y después de mirar a Lyon salió caminando hacia su próximo destino, la mansión Dragneel.

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora