63

525 56 46
                                    

~Lean junto a la canción~
Yo quiero un pueblo

   Desde aquél día, las cosas habian sido totalmente diferentes para todos. Hubieron miles de reacciones el momento en que la peli-celeste pudo descender... Estuvo aún junto a él en la montaña por tres días.

"Pase horas admirando lo que quedaba de tí, llorando en silencio, sufiendo en soledad. Al cuarto día, decidí darte un sepulcro digno, donde preparé tu cuerpo y yo misma te enterré, en la despedida, no necesité muchas palabras, todas, ya las había dicho..."

   Por el momento, el Sr.McGarden dejó a un lado el interés por el escalvo, y ordenó en encontrar a su hija por oficiales de España. Ellos la escoltaron hasta su oficina, y allí se formó un escándalo. Vociferando insultos y desgarradoras palabras que la chica ni deseaba recordar... No le dió el gusto a discutir, subiendo a su cuarto, recogiendo sus pertenencias. Abandonando su hogar, refugiandose en donde fue gratamente bienvenida, la casa del Cheney. De ahí en adelante, todos supieron la noticia...

    Entre los afectados, estaba Elfman, aquel que entre sus trabajos y el descanzo, también lo sufría en silencio, a su compañero en todo... Lyon terminó abandonando la hacienda, retirándose del sistema oficial. Nadie supo dónde acabó, ni la misma Juvia; algunos dicen verlo en mercaderes en las costas. Pero en quienes se veía más su falta, fue en su viuda, Sexta y su gran hermano en sentimiento, Rogue y Natsu...

  El Drageel apenas pudo mantener la cordura, encerradose hasta que su cuerpo apenas podía mantenerse en pie. En las paredes del hogar del peli-negro, no fue muy diferente... Levy iba poco a poco aceptando el cambio, pero todos los días, sentía su falta... y tan pronto él terminaba de consolarla, se iba a sus espaldas, sacando todo el dolor de su pecho... Aquí, todos habían perdido a un ser apreciado...

    Lamentablemente, la española no pudo salvar a su cuidadora, tuvo que vivir bajo el responsable de la muerte de su nieto... Sexta frente a los demás, debia aparentar una imagen falsa, pues se caía en pedazos... Sobre la McGarden, fue meramente imposible ocultar más lo de su embarazo, y así, logró alegrar un poco el ambiente...

  Decidió escuchar sus palabras, seguir luchando, por él, y por lo que vendría... Ambos seres, formando apoyo mutuamente, comenzaron a planear cosas para el grupo abolicionista. El día en que todos se adentraron en la montaña para llegar al sitio escondido, fue memorable para los integrantes. Quería luchar para tener un pueblo que riera, un pueblo libre, que luche y que ame... Gildarts desde que la vió, notó las diferencias, sin dudarlo, dejando todo en sus manos...

    Pero hubo ese algo que la ayudó a continuar, fue seguir añorandolo... Viendo el regalo de la estatuilla del hada, y sosteniendo entre sus manos, en los momentos de inseguridad, lo único que pudo guardar de él: su aniño... Ella tampoco se quitó el suyo,  ella tampoco estuvo nunca con otro hombre, nunca como estuvo con él... Y además, que seguía teniéndolo... En las noches de morada, cuando estaba en sueños, lo veía, lo sentía, tal y como si siguiera existiendo, estando allí junto a ella...

Estaban, la pareja, abrazados, sin alguna prenda en sus cuerpos. Levy miraba esos ojos rojos como si fueran un tesoro, pues para ella, eso eran.

-Te amo enana...-  Susurró besando su frente, pudiendo tener aquella sensación que sólo obtenia en las noches mientras su cuerpo descansaba, pero su espíritu y mente no...

-Yo también te amo Gajeel...- Lo abraza con fuerza, teniendo miedo que desapareciera, que fuera falso... -No quiero que te vallas, te extraño...-

-Lev- Ella lo observó, con amor, con aprecio, con melancolía, sabía que iba a decirle -Siempre me verás aquí... Siempre me tendrás... Mientras viva mi imagen en tu corazón, seguiré con vida en tu ser...- Le peli azul sonrió, después de aquello era más filosófico que lo normal.

-¿Por qué no me puedo quedar?- Gajeel la miró severamente, reprochado sus palabras. Sabía la única condición que tenía para permanecer juntos, y él no se lo permitiría

-Tienes un propósito aún Enana, uno que es lo que te impulsará a seguir...- Le sobó el rostro, antes de inclinarse y besar su vientre -Lucha por ese propósito, continúa...-

   Día a día, paso a paso, el movimiento de libertad avanzaba, las relaciones de amistades aumentaba. Fue así, una tarde a principios de Mayo del 1870, que Rogue tuvo que llamar desesperado a una más anciana Sexta, llamar a su ayudante de hogar Yukino, para atender el parto de la peli-azul.

Vamos Miamol! Sigue- La esclava estaba sujetando sus rodillas, la peli-blanca buscando paños y agua, y el español tratando de no desmayarse escuchando todo detrás de la puerta.

-¡¡¡GHAAAH!!!- Levy pujaba, todo le dolia a niveles insospechados, pero quería ver a la pequeña criatura, ese fruto de ella y él... El mejor regalo que le había dejado, un pedazo de si mismo...

Un hermoso niño, de tez trigueña. No era ni puro blanco, ni puro negro: un mulato. Ese pequeñín, fue la medicina perfecta para toda la familia. Rogue cuidaba de él como si fuera su padre, Sting también ayudaba en cuanto podía, las amistades lo atendían cuando ella y un acompañante debían ir a organizar conjunto a Gildarts, Jellal y Erza, siguentes al mando del movimiento, donde permaneció tres años más.

   Días que estaba junto a su pequeño, noches junto a su amado... Meces de ardua lucha contra los prejuicios se llevaron a cabo. Claro que se sintió nerviosa, pero con el constante apoyo dado por quienes más adoraba, pudo poner todo en marcha... Sin barreras, sin miedo...

Sostenía la antorcha con nerviosismo, luego de tres años en revueltas, junto a Cuba y otras Islas, verían si sus cosechas daban el fruto deseado. Estaba sin su mentros Gildarts, tuvo que abandonar meces atrás, confiando todo a aquellos en el mando hoy. Miraba el camino, sin decidirse a caminar o regresar.

Sintió una mano en su hombro - Levy... Todos listos...- La comandante Erza Scarlet estaba a su lado, el grupo abolicionista detras de ella -Hagamoslo...- La peli-roja le dio aquella sonrisa, borrando de su mente cualquier duda. Levy sintió una brisa acariciar su rostro, sabía que era él, dandole ese apoyo incondicional. Estando a su lado, incluso desde las alturas...

-...Por los nuestros, y por todos...-

Así, un día como hoy, el 22 de Marzo del 1873, que por fín cada uno de ellos logró su objetivo... La abolición de la esclavitud... El día que, para todos los negros en la Ilsa, se rompieron las cadenas...

Un pueblo que ame...





~Falta el epílogo...~

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora