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-¿Y?... ¿Te gusta?...- Le pregunto la chica alta, de tez blanca y ojos tan azules como su pelo.

El moreno solo se veía en el espejo. Su formado cuerpo estaba cubierto con una fina camisa, de tela de caridad. Parecía uno de ellos, un hacendado, de hecho, parecía un español. Se enmarcaba en sus hombros, y se notaba su espalda de proporción, definitivamente le quedaba el blanco. Levy y Juvia solo lo miraban, aunque la primera casi tenía un sangrado nasal.

-Hm... Paresco princeso- La cara de las chicas expresaba preocupación. ¿Eso era malo?

-Jejeje... Significa que le gusta Juvia- Dijo el esclavo de la mencionada, como siempre, recostado de algún lado con los brazos cruzados sobre su desnudo pecho. Las dos peli-azules soltaron un resoplo, gracias a Gray se habían aliviado.

Temprano en la mañana el Redfox ya estaba en la casa de los McGarden. Ya que no tenían nada que hacer, se pusieron a limpiar un poco la casa dentro, con la ayuda de las otras esclavas domésticas. Gracias a Dios que tenían ayuda, porque como antes, terminaron jugando por un buen rato, hasta que Sexta los regaño. Fue algo bien de niños pequeños, el moreno sentado en una esquina mientras mandaba a bañar a Levy (se habían metido en la cocina, y comenzaron a tirarse con comida) , y cuando terminó lo mando a él.

-Emm Sexta... No creo que-

-¡A callad! Que usted eta' sucio y apesta, dele pa' dentro- Le tiro jabón, y una toalla, lo que no sabía era que, el peli-negro no se bañaba desde nadie sabe cuando. Y no es que fuera su culpa, era un esclavo negro, y le negaban cosas así como higiene y limpieza. Definitivamente necesitaba ese baño, olía a limpio y se veía hasta rejuvenecido, más vivo. Pero tuvo que esperar a que Sexta le limpiará su ropa.

Fue muy incomoda la situación, Levy desenredando su largo cabello negro y los dos sonrojados, pues a Gajeel solo lo tapaba una tela. La escena fue cómica, cuando Sexta apareció con las prendas y solo se vio una silueta de un hombre corriendo a la velocidad de la luz a cambiarse, la peli-azul no pudo aguantar sus carcajadas.

Al final de todo, cuando ya estaba vestido, eran las 4:30, y debían partir hacia el taller de costura de Juvia, donde ahora se encuentran.

-Muchas gracias Juvia, nunca pensé que quedaría así de bien- Ambas se brazaron.

-Pues claro que si Levy, los trabajos de Juvia son los mejores, y la calidad para quien lo merece- La Loxar le guiño un ojo a su amiga. Luego miro a su compañero -Quizá Juvia tendrá que hacer una para Gray... O muchas, siempre la terminas perdiendo-

-¡¡Hey!!- todos rieron por eso. Al final, Juvia le doblo el precio a Levy, que en realidad se la quería de de gratis, pero la peli-azul no se iba a aprovechar de su amiga.

-Volveremos pronto, y para la próxima me traigo a Lucy y Natsu- ya el esclavo y su ama se iban, pues habían estado hay por casi dos horas solo tonteando y charlando.

- Aqui a la orden, cuídense- Juvia se despidió de ambos, mientras Gray solo los miraba mientras se iban.

El ambiente fue callado por todo el camino, algo incómodo para ser precisos. Y es que el peli-negro notaba que algo le molestaba a su peli-azul, la llevaba pensativa todo el camino, pero no la quiso molestar, por eso no pregunto. Levy solo llevaba una batalla en su interior, por lo sucedido ayer y por sus alocadas ideas, ¿debía o no debía pedírselo? Aunque fuese solo por ese día... Nada malo ocurriría. ¿Pero si el se negaba? O si alguien los veía? No se podía arriesgar...

-¡Ejem!- Ese sonido la había sacado de su burbuja -Llegamos enana-

-¿Eh?- Efectivamente, iba tan distraída que ni noto cuando casi chocaba con la puerta principal de su hogar. -¡Oh! Lo siento, ni me fije... Ten, es tuya- Le ofreció el bolso que adentró, tenía su nueva camisa.

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora