Dioses

SILVANO: EL GUARDIÁN DE LO SALVAJE

No es casualidad los campos y los bosques que rodean el Mediterráneo sean refugio de pastores, agricultores, y vida silvestre. Están protegidos por Silvano, un espíritu benevolente de la naturaleza, cuyos brillantes ojos y sonrisa coinciden con la vibrante vida que crece en estas tierras. 

Compañero de todas las criaturas del bosque, tanto mundanos y fantásticos, Silvano se ha visto con cervatillo y lobo, ninfa y sátiro, e incluso árboles que cobran vida. Él protege y nutre a los que respetan su dominio.

El protege los campos, defiende los rebaños y los hace prósperos. Pero también ayuda a los animales cuando son los hombres el problema. Ama la naturaleza, en especial los arboles salvajes.

Cuando el niño Cipariso fue de viaje con su ciervo mascota, hermoso animal con astas de oro y guirnaldas de gemas preciosas, Silvano accidentalmente permitió a los lobos cazar al pacífico animal, Cipariso en su defensa uso una jabalina para ahuyentarlos pero termino hiriéndolo de muerte. Así aquejado de dolor por la pérdida de su mascota, el niño sucumbió a la desesperación, paso hambre y finalmente se encontró con la muerte. Atormentado por la culpa, Silvano transformo al niño en el árbol de Ciprés, para que llorara eternamente en su duelo, por eso la savia de este árbol llora como aquel niño entristecido.

Viejo y sabio, Silvano ve el paso del tiempo con facilidad y comprensión, amante de la música pasa los días con calma cuidando de sus dominios, ayudando a quienes lo necesitan. Su risa es el viento en las hojas, su toque el brote de las flores de la tierra, y su voz la llamada a la calma a la bestia más salvaje. 

Él es lento para la ira y más lento para actuar. Él es el guardián de lo salvaje es quien protegerá los campos y bosques aun ante el acontecer final.