ATENEA: DIOSA DE LA SABIDURIA

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En la guerra, hay dos clases de soldados: los que luchan por la sangre, y los que luchan por el honor. Los primeros anhelan el choque del acero y el olor de la masacre, el segundo sabe de la sabiduría de la justicia, la bondad de la misericordia, y que la vida nunca debe ser tomada arbitrariamente.

Estos diferentes guerreros buscan diferentes dioses. Ares, dios de la guerra se deleita en el derramamiento de sangre, pero su hermanastra, Atenea, diosa de la sabiduría, es patrona de los que luchan con dignidad, y sólo cuando no hay otra alternativa.

 Favorecida hija de Zeus, nacida de su cabeza es sabia como diez mil académicos, al igual que las propias escalas; Atenea es un dechado de virtud incorruptible, y adorada con fervor por justos.

 Así de venerada es ella que Atenas, la ciudad más grande en todo el mundo, lleva el nombre de ella, y los templos reales adornan el paisaje en su honor, cada uno atendido por sacerdotisas leales. Para Atenea, una vida es una cosa preciosa que no necesitan ser desperdiciada en una batalla frívola. Ares sanguinario, por otro lado, es despreciado por su padre y encadenado por sus súbditos rapaces.

En el sitio de Troya, Ares desobedeció a Zeus y se unió a la batalla, en la lucha por los troyanos mortales. Atenea se levantó para detenerlo, indirectamente en defensa de los griegos, pero manteniendo directamente el orden de la ley divina. Su feroz batalla se dio en proporciones indescriptibles, que termino sólo cuando Ares cojeando dejo el campo de batalla, intimidado por su hermana. Con Ares disminuido, la marea de la guerra se movió y los héroes del ejército griego destruyeron Troya.

 En tiempos de guerra, las oraciones son enviadas a ambos dioses. Ares, por la victoria manchada de sangre, y a Atenea por el honor, el valor y la sabiduría para luchar con dignidad. Atenea, siempre cautelosa con la vida, va a la batalla sin entusiasmo,pero la necesidad es solemne, porque la Diosa de la Sabiduría sabe que el honor es para los vivos. Los muertos no tienen necesidad de él.    


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