Dioses

RA: EL DIOS SOLAR

Sin el sol, no habría luz, ni calor, ni vida. Sin Ra, simplemente no habría sol.

Ra es un tutor, el guardián de Maat , el orden y la verdad, y señor del sol. Cada día navega a través del cielo en un barco de oro, y cada noche recorre el mundo subterráneo, trayendo luz y calor a los muertos bajo el horizonte. Para aquellos en el Sur quemado, Ra fue el primer Dios, creador del cielo y la tierra y el padre de todos los demás dioses.

Ra tenía el poder de hacer lo que quisiera, incluso cambiar de forma, en lo que más se transformaba era un pájaro. Lo que él nombraba, adquiría forma y se volvía real. 

Pero el tiempo de Ra se está desvaneciendo como un cielo crepuscular. Sus descendientes han crecido en poder y protagonismo y tratan de reemplazarlo como la figura de autoridad. Su propia nieta, Isis, inteligentemente lo envenenó en secreto convocando una víbora debajo de sus pies. Cuando entró en él, la mordedura venenosa de la serpiente lo envenenó. Isis prometió sanar a Ra si él le revelaba su verdadero nombre. 

Al principio, él se negó, era tan importante el poder de su nombre, que guardaba bien secreto su propio nombre para que nadie pudiera usarlo. Pues el conocimiento de su verdadero nombre daría a quien lo conociera un poder sin precedentes, pero montado en el dolor, Ra se vio obligado a ceder. Isis cumplió su palabra y Ra fue sanado, aunque el costo puede haber sido demasiado alto.

La luz puede curar, pero la luz también puede quemar, y el gran protector está mostrando signos de ira no vistos desde la insolencia de la humanidad. En ese raro momento de ira, Ra envió a su hija, Bastet, en la forma de un león, para devorar a la gente. Sin embargo, ella terminó su alimentación con sangre antes de que se consumiera toda la humanidad. 

Ra es un dios orgulloso, burlarse de el, desobedecerlo, o menospreciarlo es la muerte. Él es Ra y cuando su ira finalmente se enfría, nada deja más que cenizas.