HERMES: EL MENSAJERO DE LOS DIOSES

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Piensa una palabra que evoque la volatilidad, la rapidez y la astucia. ¿Ya? Pero aun así no hay nada con la velocidad y el ingenio del Mensajero de Dioses, Hermes. Sería comparar un día de calor a la fragua ardiente de Hefestos, o una flor con la gloria de Afrodita. No es más que una comparación pálida.

Hermes puede saltar el espacio entre el relámpago y el trueno, ser más listo que el rey de los zorros, y llegar por la mañana antes de que el sol salga.

Como un niño, Hermes escapó a la atenta mirada de su madre Maya, huyo de casa y le jugo una travesura a su medio hermano, Apolo, robó su ganado y lo escondió en una cueva, ademas de cocinar uno de los animales como sacrificio a los dioses. Volvió rápidamente a casa donde hallo una tortuga, formado una lira del caparazón, usando tripas de oveja, todo antes de que su madre  se encontrara con su desaparición.

 Su padre, Zeus, encontró la travesura del niño bulliciosamente entretenida, sin embargo Apolo tomo represalias por el ganado robado, astuto Hermes tomo su lira y la hizo sonar ante Apolo, quien se enamoro del instrumento y lo cambio por sus animales. 

Zeus confiando en su velocidad le otorgó la tarea de entregar los mensajes de los dioses, él viaja con sus sandalias aladas entre los cielos, la tierra, e incluso a las profundidades del Inframundo.

Él no es ajeno al combate, ya que una vez mató al monstruo Argos Panoptes el gigante con cien ojos vigilantes, por secuestrar a una ninfa, usando solo la velocidad y la astucia. Pero esta vez puede ser diferente. 

En su papel Hermes a ayudado a inclinar la balanza en favor del orden siempre. Encontrándose en medio de todo. No hay nada mas veloz que Hermes.


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