NEMESIS: DIOSA DE LA VENGANZA

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De la arrogancia y el orgullo, los griegos tienen por sobre todo una sola palabra: la arrogancia. No es solo un crimen entre los dioses y los hombres, sino un crimen que muchos cometen con impunidad, sin miedo de ser castigados. Incluso el poderoso Zeus es culpable.

 Pero cuando algún castigo se debe, hay una diosa ante quien incluso el Dios del Trueno se encoge y disculpa. Ella es Némesis, la pulcra y limpia hoja de la Divina Retribución. Diosa que sabe que a veces el derramamiento de sangre es lo justo.

Recordemos la historia de Narciso, arrogante y engreído, llevado por su propia belleza. Con orgullo, de su rostro hizo alarde, en detrimento de todos, fue ese orgullo el que lo hizo rechazar cruelmente a la ninfa Eco, que llevada por el dolor se encerró en una cueva hasta morir. Pero ese crimen no quedaría impune, al fin que, por fin engañado por Némesis, fue conducido a un estanque de matiz cristal donde el reflejo de se vanidad y lozanía, lo extasiaron enamorándose de si mismo. En tanto qué se quedó a contemplar esta imagen, con miedo de tocarla por que podría desaparecer, hasta que el hambre reclamó su vida. Por lo tanto es quien Némesis responde a la arrogancia. La cual es igual a consecuencia del delito.

Némesis no es una diosa de justicia en los tribunales, ella no espera el veredicto de un juez, ella solo actua,  diosa de la justicia retributiva, la venganza y el equilibrio .

Todo cambia cuando Némesis llega.

Ya no se ensuciara el mundo, las buenas obras engendraran éxito, no hay acumulación de riqueza sostenida en manos que no la merecen, no hay altanería ni orgullo en el pueblo. Némesis va a desata una ola de represalias. Y el castigo por el crimen de la arrogancia es la muerte.


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