Capitulo 4

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Hace ya una semana que fallecieron mis padres, mi hermano está hecho polvo, intenta animarme pero no puede hacer nada, ya que ni el sabe que va hacer y como lo va a superar. Yo en mi caso dejé de hablar con todos, no quiero ver a nadie, estoy siempre encerrada en mi habitación. Alex viene todos los días a casa con la esperanza de que mejore y el pueda ayudarme pero no hablo con él.

Hoy ha venido como todos los días pero hoy viene a recogerme para llevarme al notario, leeremos la herencia de mamá y papá. Cuando llega sube a la habitación y me informa de que nos vamos, bajo al salón, me pongo la chaqueta y nos vamos.

Al llegar al notario nos sentamos y abrimos el sobre con las últimas voluntades de mis padres.

-Paso a leer el testamento de los señores Farelo, " Yo Débora Vargas dejo mi casa a mis hijos Ismael y Madison, la custodia de Ismael pasa a manos de mi hermana Begoña y la de mi hija pasa a ser de Alex cuando cumpla los 18 años pero mientras esto no sea asi, Madison al igual que su hermano estará en manos de mi hermana. En el caso de que Alex no quiera la custodia de Madison, esta estará bajo el cargo de mi hermana hasta su mayoría de edad. El 90% de mi dinero será para terminar de pagar la casa en la que vivirán mi hija y su novio en el futuro y el otro 10% será para mantener a mis hijos. Mi marido deja todos sus bienes a su hijo mayor y a su hija la deja el 30% de su dinero." Una vez leído el testamento ¿Están de acuerdo todas las partes con la herencia?

-Si, estamos de acuerdo, firmamos.

Una vez firmado el documento volvimos a casa y a la vuelta escuchaba como mi hermano y mi tía hablaban por lo bajito, pero tampoco me interesaba mucho lo que decía, estaba tan cansada que por una vez su conversación me daba igual.

Al llegar a casa me volví a subir a mi habitación, me quite el vestido, me puse un conjunto para estar en casa y me tumbé en la cama boca arriba para respirar hondo y poder cerrar los ojos un rato. Entró Alex y se tumbó igual que yo apoyando mi cabeza contra su cuerpo.

-Alex, mi madre nos ha dejado todo a los dos mientras que mi padre le ha dado todo a mi hermano y a mi sólo un 30% del dinero, me odiaba.

-Eso no es verdad mi amor tu padre también te quería, lo único que tu hermano siempre ha sido el ojito derecho de tu padre. Pero tú también eras muy importante en su vida.

Le bese y baje al salón a buscar un sándwich ya que tenía algo de hambre despues del dia que llevamos me hace falta algo de comida y aprovechaba para ver a mi hermano y poder hablar con el. Pero al llegar al salón estaban mi hermano y mi tía discutiendo. Puse el oído en la puerta para enterarme de que estaban diciendo, no queria entrar ya que se que nada mas verme se callarian.

-No hablas en serio ¿como la vas a internar en un colegio de monjas? Es mi hermana, no puedes hacerle eso, nos odiara toda la vida.

-Lo siento Ismael pero lo hago por tu bien y el mío, tu hermana es igual que tu madre, no voy a poder vivir siendo tan iguales, no puedo mirarla a la cara, es igual que ver a Debora.- entré en el salón.

-Tia ¿cuando me voy? Lo antes posible por favor. No quiero pasar más tiempo aquí metida contigo.

-Maddie... no lo hagas, no debes irte.

-Lo siento Madison, pero sabes que es necesario, lo más importante es tu hermano y luego tu. Estando aqui en casa él no podra concetrarse en sus estudios, estara mas atento de ti que de su propio futuro. Te aseguro que en cuento tu hermano termine bachillerato te sacaremos de ahi.

-Eso sera cuando yo tenga 15 años.

-¿Ves? No es tanto tiempo.

Subí a la habitación donde Alex me pregunto que habia pasado, hice la maleta, metí pijamas y ropa variada mientras se lo contaba todo. La cerré con su ayuda y salí por la puerta del salón, espere a que mi hermano y mi tia viniesen y me llevarán al internado, donde pasare los proximos años, hasta que alguien vuelva a recogerme.

Una vez llegamos a la puerta, nos bajamos del coche, entramos y mi tia firmó los papeles de que me dejaban internada. Nos despedimos en las escaleras que llevan a mi habitación, mi hermano me dice que me sacara de ahi lo antes posible prometiendome que no seran mas de dos años, y se fueron. Aquí comienza mi nueva vida.

InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora