Capítulo 34

78 3 0
                                    

Por fin ha llegado el gran día, hoy se casan Laura y Cristian. Están muy contentos y nerviosos, pero yo también lo estoy, son mi mejor amiga y mi primo, y llevo años esperando poder ver a ambos tan felices, aunque jamás me pude esperar que fuera juntos.

Estábamos vistiendonos y hablando de invitados y nervios, evitaba al máximo la conversación de volver a Italia ya que sabía que eso solo provocaría discusiones y momentos tristes y este día era para celebrar.

-Maddie, después de la boda te quedarás unos días ¿no? Por favor...

-Laura no insistas, volveré a Italia al día siguiente. Siento no pasar tanto tiempo a tu lado, pero Alex sigue negado en...- llamaron a la puerta- adelante.

-Madison, vengo a decirte que ha llegado tu regalo... Maddie estás guapísima, no se que decir, eres pura belleza hoy, porque soy gay si no ya te habría pedido salir. Bueno lo que venía a decir tu regalo ha llegado.

-Muchas gracias Marcos.

Le sonreí y le pedí que saliese de la habitación que en 10 minutos bajaría al salón.

-¿Serás mi madrina?

-No. Ese no es mi trabajo.

Terminé de calzarme y salí de la habitación, pedí a Ismael que entrase y vendase los ojos a Laura que la llevaría su regalo. Al salir Ismael entre yo con Ana, la acerque despacio a Laura.

-Felicidades pequeña princesa enamorada de un Romeo de calle, espero que seas muy feliz en esta hermosa fecha, eres la mejor amiga que se puede haber llegado a tener, desapareci hace 4 años pero siempre te he llevado conmigo. Te quiero pequeña princesa, hoy yo seré la madrina de tu boda. ¿Sabes quien soy?

Laura se desvendó los ojos y me miró, no la reconocía.

-Felicidades Laura, es Ana. Nuestra Ana.

Laura corrió hasta ella y la abrazo fuertemente y una lágrima se me escapó. Al verme vinieron las dos y me abrazaron a mí, estaba tan feliz de estar de nuevo las tres juntas y en un evento tan importante como es una boda.

Esperamos a que viniese Marcos a recogerme, pero no vino él, si no que tras llamar a la puerta entró quien menos me lo esperaba, hay estaba vestido con un hermoso traje negro y su bonita sonrisa. Era Héctor, mire a Ana la cual sonrió encogiendose de hombros.

-Lo siento por no avisar, pero creo que tú también te mereces poder ser feliz al 100% hoy.

-Ana, gracias de verdad. Me ha encantado está sorpresa.

Salí junto a él y caminamos hasta el coche y condujo hasta la iglesia, en el trayecto fuimos hablando y riendo como siempre, me encantaba su presencia. Al llegar entramos a la espera de que llegase el coche de Laura y Ana o el de mí tios y Cristian.

La boda fue muy bonita y después del banquete venía el momento más bonito de la noche, el vals. Laura y Cristian comenzaron a bailarlo y luego cambiaron las parejas y bailaron con los suegros.

-Princesa, ¿me concedes este baile?

Asentí y agarré su mano, caminamos hacia la pista, comenzamos a bailar y apoye mi cabeza en su hombro, pero todo lo bonito termina. Alex se acercó a nosotros y me agarró del brazo haciéndome daño.

-Alex ¿que quieres? Me haces daño.

-¿Que haces bailando con él? Así es como me estabas echando de menos.

-No la toques. Jamás. Aleja tus manos de su cuerpo, además te acaba de decir que la haces daño.

-No, el que no tiene que tocarla eres tú. Ella es mi novia, mi futura esposa, la única persona por la cual mataría y moriría. Maddie, amor por favor quédate, lo siento mucho.

-Acabas de pedir perdón.

-Lo haría mil veces más, te quiero y verte bailar con él me ha hecho darme cuenta de lo mucho que te necesito.

Mire a Héctor y a Alex, me acerqué a Alex y le bese suavemente los labios. Pero a continuación me acerqué a Héctor y le abrace.

-Alex te amo más que a nadie en este mundo pero volveré a Italia tengo actuaciones pendientes y estaré bastante tiempo fuera, espero que me lo perdones. Héctor mañana volveré con vosotros a Italia. Terminaré la gira y posiblemente regrese a España con mí familia.

Alex se puso de rodillas y comenzó a llorar, me empezaba a encontrar mal por él, le amo más de lo que he amado a nadie pero debo volver a Italia allí pienso y reflexionó sobre mi vida.

-Alex por favor no llores, prometo que regresaré. Te amo, pero sabes que la danza es mi vida.

-Lo se, y por eso hago esto. Si te vas lo dejamos. Piensa bien lo que vas a hacer. Estoy cansado ya de tus idas y venidas. De que ahora sí, ahora no. Pero sobretodo de que huyas siempre de tus responsabilidades como persona adulta.

-Yo...

InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora