Estaba sentada en la cama y Alex volvió conmigo, empezó a besarme de nuevo y ahora si le permití abrir la camisa, me la quitó despacio y después comenzó a besar mi cuello poniéndome todos los pelos de punta, se sentía tan bien. También se quitó su camiseta y volvió a besarme bajando por mi clavicula hasta llegar a mi ombligo, una vez ahí sentí una extraña sensación que nunca había sentido, me asusté un poco, tenía miedo, aún no estoy preparada, cogí la camisa, me la puse y me encerre en el baño ante la situación, respire hondo una vez sola.
Me apoye sobre la puerta de espaldas, me arrastre por ella hasta quedar sentada contra la puerta y volví a llorar, el miedo había chafado mi primera vez con el hombre al que amo, empezó a llamar a la puerta, no paraba de preguntar que había pasado, no sabía cómo explicarle que estaba asustada y que no me sentía preparada para que ocurriera nada más que unos besos entre nosotros.
Después de unos minutos escuche como se alejaba de la puerta, se estaba yendo, me levante del suelo y me limpié la cara para no verme tan inchada y roja de llorar, me recogí el pelo en una coleta alta y salí del baño, sin esperarme para nada que ahi estaría Alex sentado en la cama, no me dio tiempo a reaccionar cuando ya me tenía agarrada por la cintura para que no pudiera volver a salir corriendo o encerrarme de nuevo en el baño.
-¿Que ha pasado? ¿No te gustaba?
-Si, si me gustaba, pero estoy asustada, y si lo hacemos y no te gusta, yo sé que tu no eres virgen, mi hermano me lo contó hace un par de semanas, no te preocupes que no me molesta entiendo que han sido muchos meses lejos y tenias que cubrir tus necesidad, pero yo tengo miedo de que no te guste de que no sea suficiente para ti. O simplemente que después te des cuenta que no merezco la pena y quieras alejarte de mi.
-Maddie, ahora si pienso que eres tonta, jamás querré alejarme de ti, eres mi pequeña princesa y mi futura esposa y lo más bonito que hay en este planeta, por la única persona que mataría y dejaría de vivir. Pequeña yo no llevó prisa, se hará cuando tu quieras y porque tu quieras, no por cumplir conmigo. Te amo sobretodas las cosas, tú eres el amor de mi vida.
Le abrace fuerte y le volví a besar pero esta vez el beso fue lento y muy dulce. Amaba poder estar con él así, me hacia sentir tan bien saber que me ama y que quiere esperar por mí.
Después se levantó y se fue, pero antes le pedí que le dijese a Laura que viniese. Así lo hizo tras volver a besarme una vez más.
Laura entro en la habitación y cerró la puerta, la pedí que se sentará en la cama, necesitaba hablar con ella y perdirla que me ayudara, sin su ayuda será imposible conseguirlo y se que debería hablarlo con Alex y no con Laura pero me siento incapaz de decírselo.
-Laura ¿está mal no haberlo hecho con Alex?
-No, está bien, jamás se debe llevar prisa con esto, yo con tu primo todavía no he hecho nada y no será por falta de ganas.
-Eres una muy buena mentirosa, Cristian me lo cuenta todo soy su confidente, así que ahórrate kas mentiras conmigo. Pero da igual, no era de eso especialmente de lo que quería hablar contigo. Necesito tu ayuda. Necesito que me cubras hasta que vuelva del viaje. Es muy importante para mí.
-¿A donde vas? ¿Con quien? ¿Por cuánto tiempo? Y ¿Quien no se puede enterar?
-Me voy a Italia, sola, durante 1 mes aproximadamente, y no se puede enterar nadie, ni Alex, ni Cristian, ni mi hermano. Me voy porque tengo una audición allí. Esa audición puede cambiarlo todo, si consigo el trabajo entraran este mes en la casa algo más de 3.000 euros.
Laura aceptó, me ayudó a montar la maleta, yo preparé ropa y aseo y ella metió los medicamentos en un pastillero y luego en la bolsita de aseo. Para mi era muy importante que ninguno se enterase de que me iba, ni por cuánto tiempo. Me cambie de ropa y me maquillaje un poco para a continuación subir a la azotea y montarme en el helicóptero y partir hacia Italia, me dolía irme así sin decirles nada a los chicos, pero se que si se enterasen de que me voy para tanto tiempo se encargarían de evitarlo por todos los medios.
-Maddie ten mucho cuidado, llamame cuando llegues o mandame un mensaje, pero informame de que has llegado bien para que yo en las noches pueda descansar. No te preocupes por los chicos yo me encargó de controlarlo todo. Mucha suerte.
-Gracias Laura, prometo volver muy pronto. Y de verdad muchas gracias por cubrirme las espaldas para que ellos no se enteren de lo que estamos haciendo. Te quiero.
-Y yo, adiós Maddie.
-Adiós Lauri.
Ahora si subo al helicóptero y despegamos, me despido de Laura con la mano hasta que la pierdo de vista.
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Internado
Teen FictionMadison es una chica con 16 años que es mandada a un internado solo para mujeres desde sus 13, y el futuro que la aguarda no sabe como sera y nos cuenta su historia desde los 13 años (el accidente de sus padres) hasta su presente...