Capítulo 52

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Le miré a los ojos y vi como se le aguaban. No podía verle llorar, así que me levante y subí a la habitación de meditar, además de no parecerme justo que fuera el quien llorar cuando yo no podía dejar de llorar y el no sintió ninguna piedad por mí e incluso me amenazó y golpeó por "miedo" Según él.

Al llegar allí cerré la puerta con pestillo y me tumbe contra la pared, encendí el reproductor de música, segundo disco, Beethoven, eso me relaja. Me sentía mal por hacerle eso, pero no podía perdonarle después de lo que me hizo. Ahora es cuando necesitaba a mi madre, no sabia que hacer, ni que pensar, además de sentir un fuerte odio hacia él.

Después de un rato escuche como alguien llamaba a la puerta, me levante, abrí la puerta y ahí estaba mi hermano, me di la vuelta dándole así la espalda, seguía un poco enfadada con él por la encerrona de la mañana. Cerró la puerta de nuevo y nos volvimos a sentar.

-¿Sigues enfadada? - asenti - Siento lo de la mañana, solo quería que se arreglaran las cosas. Sabes que yo jamas querría hacerte daño, eres lo mejor y lo único que tengo en esta vida.

-No estuvo bien que me hicieras eso, sabes que no le quería ver y tú solo has visto por tu bien y el de Ana, no por el mío, eso es muy egoísta.

-Lo siento de verdad, pensé que...

-¿Que qué?

-Nada, no tiene justificación lo que hice. No pensaba con claridad. Lo siento muchísimo Maddie.

-Ismael déjalo, te perdono porque eres mi hermano y te quiero.

Nos abrazamos y me quede dormida bajo sus brazos, me gustaba estar así, me sentía tan protegida.

Después de unas horas me desperté porque alguien me estaba moviendo. Abrí los ojos y le vi de nuevo.

-Maddie, vamos, baja a comer. Son casi las cuatro.

-Isma, no tengo hambre. Dejame seguir durmiendo, tengo mucho sueño.

-Venga, bajas, cenas y te subes a acostar. Te espero en la cocina.

Bufé, pero sabía que le daría igual, ya que el soltó una pequeña risita. Así que no me quedaba más opciones que bajar, ya que se que es capaz de subir y bajarme el mismo o incluso subir la comida a la habitación.

Salió del dormitorio, me levante y salí de la habitación, caminé por las escaleras y fui a entrar en la cocina cuando mis piernas flaquearon provocando caer de espaldas encima de alguien. Respire pesadamente, me costaba un poco respirar. Mis ojos se cerraron, me sentía que el aire me faltaba.

La persona que me tenía agarrada me llevo hasta una silla donde me apoyo sobre ella, escuche su voz con tanta suavidad.

-Madison tranquila, respira hondo. ¿Me oyes? ¿Quieres agua? - asenti levemente.

Me trajo un vaso de agua y se sento enfrente mía. Entraron mi hermano, Alex y Cristian en el salón, los cuales al verme se acercaron a mí alejando a Aitor.

-¿Que ha pasado? ¿Que la has hecho?

-Nada Cristian, no me ha hecho nada, estoy...bien. Solo un poco cansada.

Me levante pero me volví a marear, me sujetaron mi hermano y Alex para que no me cayera.

-No estas bien Madison, no quieras autoengañarte. Aitor toma mi móvil. Llama a mi padre, dile que venga lo antes posible por favor.

Aitor se fue ha hablar por el teléfono mientras mi hermano solo me repetía que no cerrará los ojos, que cogiera su mano y no la soltara. Al rato Aitor volvió y confirmó que Darío estaba de camino. No tenía fuerzas ni para reprocharle nada.

Todos estuvieron conmigo hasta que llegó Dario, este cuando me vio se arrodilló enfrente mía. Me pidió que intentará respirar, pero cada vez me costará más, al igual que mantener los ojos abiertos.

-Chicos vámonos a urgencias. La tienen que poner oxígeno. Iré delante vuestra, pasar directamente por urgencias.

Darío salió para ir adelantándose, Cristian me cogió en brazos mientras mi hermano avisaba a Ana y Laura de que nos íbamos a urgencias, para que cogieran el otro coche y allí nos veríamos.

Asi lo hicimos montamos en los coches y partimos hacia el hospital, me quedé dormida en el coche, estaba muy cansada.

Narra Cristian.

Estuvimos hablando un rato mientras esperabamos a que Madison bajará a comer. Cuando de repente vemos que entra Aitor corriendo en la cocina, coge agua y sale otra vez. Nos miramos Alex, Ismael y yo y salimos tras de él. Entramos en el comedor y vemos que está mi prima sentada en una silla, blanca y que está débil. Nos acercamos y la preguntamos que la pasa incluso me planteó la idea de que Aitor la haya podido hacer algo, pero ella como siempre tan cabezota dice que esta bien, pero al intentar ponerse en pie vuelve a caer en la silla.

Decidimos que lo mejor es llamar a Dario y que el decida, tras estar el dice que vayamos al hospital antes de que se ponga peor. La cojo en mis brazos y montó en el coche.

De repente me doy cuenta que Madison tiene los ojos cerrados, busco su pulso y noto que disminuye, para a los pocos instantes soltar mi mano del todo.

-Rápido Ismael, esta inconsciente. Y sus pulsaciones son cada vez más bajas.

-Madison, por favor aguanta. No me dejes ahora, te quiero mi vida. - dijo entre lágrimas.

La mire y vi su rostro relajado, y eso me daba aun más miedo.

Llegamos al hospital y se la llevaron rápidamente, Dario se puso su bata y entró diciéndonos que en cuanto supieran algo nos avisaban. El miedo nos controlaba, Alex estaba sentado en el suelo con su cabeza entre las piernas. Me acerque a él y puse mi mano en su hombro. Intente sonreír pero era difícil, para a continuación sentarme a su lado. Respire hondo antes de hablar.

-Estará bien, ella es fuerte. Saldrá adelante. Siempre lo hace.

-Cristian me siento culpable de lo que ha pasado. Si hubiera insistido más en que comiera, o hubiese hablado con ella sobre el tema. Se que esto no habría pasado.

-No habrías conseguido nada... Bueno si, que se encerrara en la habitación a cal y canto y no hubiera forma de que se comunicará con nosotros.

-Alex, es mi hermana. No te torturas con este tema, sabes que...

Salió en ese momento Darío a comentarnos sobre el estado de mi prima. Nos dijo que Madison se encontraba estable y fuera de peligro, pero que prefería tenerla unos días en observación, y asegurarse de que su alimentación aumentará y cogiera un poco de peso.

-Subir si queréis a verla, la he puesto suero y oxígeno, y ahora mismo está dormida. Así que no la altereis mucho.

Asentimos y subimos al dormitorio.

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