Capítulo 28

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Narra Alex.
Cuando llegó el helicóptero entre corriendo a coger a Madison y llevarla dentro donde la esperaba mi padre ya preparado para hacerle todos los tratamientos. La tumbé en la cama y mi padre nos pidió que saliesemos de la habitación, que cuando se pudiera entrar a verla nos avisaria, pero que ahora debiamos esperar.

Estuvimos en el pasillo varias horas y aproveche para conocer a Héctor, el amigo de Madisom. Es un chico muy simpático, gracias a él ella está aquí.

-Alex, yo no vengo a quedarme, tenía la idea de buscarme un hotel en el que pasar una semana. Venía para ver actuar a Maddie, pero estando como está, no creo que pueda actuar en varias semanas, así me vuelvo esta misma noche. Sólo te pido que me mantengas informado de su salud, te doy mi número y me vas contando el progreso.

-Así lo haré, muchas gracias, no se que habría sido de ella sin ti.

Pasamos la tarde hablando, Madison y Héctor habían llegado a las cinco y media de la tarde, son las siete y mi padre todavía no ha salido a decirnos nada sobre el estado de mi novia. Y eso era muy preocupante y estresante ya que nos tiene a todos en vilo.

Sonó la puerta de la calle y se levantó Ismael a abrirla, entró hablando con alguien. Era el doctor González, el compañero de mi padre y su mejor amigo. Si le había llamado es porque realmente le necesitaba, cada vez estaba más nervioso.

-Alex estará bien ¿verdad?

-Si Laura, tranquila. No creo que tarden mucho en salir a informarnos de la situación.

Me levante del sofá, fui al dormitorio de matrimonio y saque una chaqueta, a continuación abandoné la habitación y me fui al patio, allí me senté y comencé a pensar en mi vida sin ella.

La conocí siendo dos niños y siempre llevamos nuestra amistad en secreto, ella era tan dulce y especial, pero era de clase media-alta lo que provocaba que sus padres solo quisieran que se juntara con personas de su clase, pero me negaba a no ser su amigo y en un principio sólo fuimos eso, amigos, mejores amigos y luego se convirtió en mi novia y mi vida completa. Duele pensar que al acostarme con otra la engañe, traicione su confianza, pero jamás pensé que ella volviese a casa y ahora que ha vuelto la vida me la quiere arrebatar una vez más. Pero hay una frase que dice "Dios pone las peores batallas a los mejores soldados" y a lo mejor por eso siempre somos nosotros los que luchamos por nuestro amor.

-Alex, vuelve. ¿Estas bien? Llevas 15 minutos aquí sentado sin decir nada, dabas miedo. ¿En que piensas?

-Perdón Cristian, estaba pensando en tu prima, en cómo la conocí y como nos cambió el tiempo, en que no la puedo perder una vez más y está vez sera la definitiva. No se merece morir de una forma tan absurda.

-No hables así, mi prima es super fuerte, luchará hasta el último segundo, y te puedo asegurar que todavía la quedan muchos segundos por delante, además puede ser que tarden tanto porque este bien lo único que entre medicamentos, vías y pulsaciones pueden pasar dos largas horas sin problema.

-Pues en eso tienes razón.

-¿Ves? Anda, vamos dentro.

Sonreí a Cristian y volvimos a entrar en el salón, nos pusimos los pijamas y cenamos esperando que saliese o el doctor González o mi padre para contarnos sobre el estado de mi pequeña princesa, aunque cada vez es más mayor y más fuerte. Ya no debería decir pequeña sino gran princesa o mi reina.

La cena transcurrió en silencio, nadie hablaba, no había palabras, ni risas, ni comentarios sobre nada. Se la echaba de menos en la mesa.

Su hermano cenó y volvió a sentarse en el sofá de delante de la puerta de la habitación, sólo le hemos visto llorar dos veces. El día que internaron a Rocío y hoy. Y eso era aún más preocupante porque significa que Ismael esta perdiendo la esperanza de que este bien.

Laura y Cristian están muy serios, Laura no para de mirar por si se abre la puerta y sale alguien y Cristian se agobia al verla así, ya que todos sabemos que se culpa de lo que ocurrió.

-Cielo, deberías irte a dormir, si sale alguien te avisaremos de inmediato. Pero descansa, es muy tarde. Nosotros iremos haciendo las guardias.

Laura asintió y se fue hacía la habitación, Cristian la acompañó y después de un rato volvió a bajar a la salita que daba al dormitorio de Madison donde estábamos todos sentados.

Después de cuatro horas de espera, se abrió la puerta de la habitación y salió mi padre, nos miro a todos serio antes de hablar.

-Ismael por favor entra. Necesitamos hablar contigo.

-Papá, lo que tengas que decir de Maddie lo dices delante de todos, recuerda que ahora yo soy el tutor legal de Madison no su hermano.

-Alex, no creo que lo más correcto sea decirlo aquí, como si nada. Por eso he llamado a su hermano.

-Da igual Darío, no te preocupes. Dinos que esta pasando. ¿Como esta mi hermana?

-Chicos, Madison...

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