Llevo un mes ingresada y ha sido el peor mes de mi vida. Esto es inaguantable, los odio a todos.
Ahora estoy en silla de ruedas por intentar escapar por la ventana, dejo claro que jamás se debe intentar escapar atando una sábana a la pata de una cama. Es muy posible que peses más que ella y te caigas, y posiblemente te rompas algún hueso como me ha pasado a mí.
Luego vienen las comidas, una cosa que realmente me puede, no se que piensan que soy, una basura andante, que asco, cada día aborrezco más estas comidas. Y luego lo de no poder ir a ningún lado y esa pastilla que me tiene adormilada y bastante fuera de juego, me la dan para evitar que tenga pensamientos dañinos.
-Princesa deja de darle vueltas a la comida y come.
-Alexander, me quieres dejar en paz. No tengo hambre, cometelo tú si quieres, pero yo no como más, no me entra.
-Si no te queda nada amor, terminatelo.
Alex me metió el trozo de pollo en la boca a traición consiguiendo al fin lo que no quería que ocurriese, ese trozo ya sobraba. Me levante corriendo de la camilla y fui al baño, empuje la puerta con el pie cerrandola y vomite todas las comidas del día. Me limpié la boca y me la enjuague. Y luego salí y me volví a tumbar en la cama, me dolía hasta la cabeza.
-Pequeña, ¿estas bien?
Asenti y comencé a llorar, cuando me pongo mala me suele pasar y encima con la tensión acumulada es aún más probable que llore.
Y lleva ocurriendo esto cada cierto tiempo, me administran una pastilla para que no vomite que me hace sentir totalmente anulada y bastante cansada.
Un día llegó Darío para hacerme unas pruebas. Y Alex le pregunto sobre la pastilla y sus efectos ya que hasta a él se le hacía raro.
-Papá, Maddie no mejora apenas pero tampoco es normal, está ida, hablamos con ella, nos escucha y contesta pero se duerme mientras te habla, vuelve en si, se vuelve a desvanecer... ¿Tiene alguna explicación lógica? Porque esto ya me empieza a preocupar mucho.
-Alex, ¿que medicamento la están dando? No es normal que tenga esa reacción.
Alex se lo mostró y Darío se sorprendió y salió corriendo con la camilla mía.
-Darío, ¿que pasa? ¿A donde vamos? No corrais que me mareo.
-Maddie tranquila. Te vamos ha hacer un lavado de estómago, la enfermera que te estaba administrado esto a estado a punto de matarte. Pero tranquila, todo estará bien.
El medicamento que me estaban administrando provoca que valla perdiendo mis sentidos con el tiempo, de ahí que este cansada, me duerma y que no quiera comer.
Después me subieron otra vez a la habitación, Alex me besó en la frente y Darío le explicó todo lo que había pasado, no le quisimos dar importancia, había sido un accidente. Sonó la puerta y entró una enfermera con la báscula a la cual odiaba a muerte, ya que en esos momentos es mi peor enemiga.
-¿Sabes lo que significa esto?
-Si, como para no saberlo, vienes todas las semanas, día de pesarse.
-Y todas las semanas haces el mismo comentario.
Puso la báscula en el suelo y me subí sobre ella, 53,5.
-Madison no se como leches lo estás haciendo después de 2 meses sólo has engordado 1 kilo 300. Dame una explicación.
Me encongí de hombros y Darío me miro desesperado. Y a continuación comenzamos a reírnos.
-No se de que ries Madison.
-Darío te estás tomando todo demasiado en serio.
-Maddie, la que se lo tiene que tomar más en serio eres tú.
-Mira que sois pesados, fuera de mi habitación o llamó a seguridad. ¡Ay!
Me dio un dolor en el abdomen punzante, agarré de la camisa a Darío y le pedí una puta explicación para ese dolor y una solución. Y como siempre todo lo arregla igual, pinchandome un calmante. Pero por lo menos consiguió que el dolor cesará.
-Madison ¿que sientes?
-Ademas de ganas de matarte, angustia, pero no me duele. ¿A que viene este dolor?
-¿Por qué siempre tienes que amenazarme? Y eso se llama estrés y después de todo lo que haces y con lo que te estresas es muy normal. Tomate las cosas con más calma.
-Darío no entiendes nada, llevo sin bailar 1 mes y estoy desquiciada. Quiero el alta voluntaria, quiero irme a mi casa y poder volver a bailar. Voy a enloquecer aquí metida.
-Madison, no insistas, no te le voy a dar, tu tutor legal es mi hijo y solo el puede pedir el alta. Y te puedo asegurar que no lo va a pedir, vela por tu salud y hará lo mejor para ti, y eso es no darte el alta hasta que no estés recuperada del todo.
Darío se fue junto con Alex y de la rabia acumulada empuje la mesa contra la ventana rompiendola, provocando que saltasen los cristales y me hicieran unos pequeños cortes en la cara, cogi un cristal de los que habían saltado, ante el escandalo volvieron Darío, Alex y mi hermano, con el cristal en la mano lo acerque a mi brazo, las lágrimas no dejaban de caer.
-Mad, no lo hagas. Por favor, suelta ese cristal, sabes que no merece la pena.
-No des ni un paso más. Juro que lo hago. Ismael no avances más.
-Princesa tranquila, de verdad no queremos que pase. Y no serias capaz de hacerlo.
-No tienes ni idea de lo que acabas de decir. Maddie no le hagas caso- hice dos cortes en mi muñeca izquierda, que dolían mucho y sangraban.
-¿Con que no sería capaz...?
Las fuerzas me estaban fallando, así que ante mi debilidad corrieron hasta mi, me inmivilizaron y Darío me inyecto un calmante.
-Darío te odio. De verdad que si. Sueltame.
Según comentaba eso mis fuerzas no daban para más, me mantuvieron sujeta un par de segundos más y me quedé dormida.
Al despertar me di cuenta de que tenía el brazo izquierdo entero vendado, no recordaba que había pasado. Mire a Alex el cual al verme retiro su mirada de mí.
-¿Que ha pasado? ¿Por qué tengo vendas? No recuerdo nada.
-Eh, tranquila mi niña. No ha pasado nada grave, entraste en pánico e hiciste una locura. Darío dice que no nos alejemos de ti. Pero esta todo bien. No te pongas nerviosa...
-No, no está todo bien. Para que engañarnos, no se va a recuperar. Es imposible. 2 meses aquí ingresada y está peor que antes.
Las palabras de Alex me dolieron mucho, me parecía horrible lo que había dicho. No dije nada más, me di la vuelta en la cama y me volví a dormir, no quería verlos.
Narra Ismael.
Me enfadó muchísimo escucharle decir eso a Madison, si es verdad que no está en sus mejores momentos pero tampoco es para decirla eso. Yo confío en que se mejorará, ya ha pasado antes por esto y siempre sale.
-Jamás vuelvas a hablarla así. Ella se recuperará, es fuerte y que tu la digas que no lo hara no ayuda para nada.
-¿A vosotros dos que os pasa?- mire a Alex para que se lo explicara.
-Le he dicho a Maddie que no se recuperará nunca, que es una misión imposible. Papá es así y lo sabes, no ha mejorado nada en 2 meses.
-Me parece horrible que seas capaz de decirle eso. Ella necesita apoyo no reproches. Además de que si está mejorando, ha cogido peso y ha tardado 2 meses en tener una recaída.
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Internado
Teen FictionMadison es una chica con 16 años que es mandada a un internado solo para mujeres desde sus 13, y el futuro que la aguarda no sabe como sera y nos cuenta su historia desde los 13 años (el accidente de sus padres) hasta su presente...