Capítulo 44

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Narra Madison.

Me di la vuelta sobresaltada, cuando le vi sonreí, me había asustado.

-Joder Aitor que susto. No sabía quien era. Por poco me da un infarto.

-Lo siento si te asustado, no era esa mí intención. ¿Te había dicho alguna vez que eres preciosa?

-Gracias, eres un encanto. Y lo dices casi todos los días. -le bese en la mejilla.

Aitor abrazo mi cuerpo haciéndome sentir incómoda, intente separa mi cuerpo de él pero no podía, tiene más fuerza que yo. Le dije que me hacía daño, me fije que en sus ojos brillaba la lujuria y eso me asustó bastante. Empuje su cuerpo sin conseguir despegarlo de mí, era mucho más fuerte.

Empujo mi cuerpo contra la cama haciendo que el miedo se apoderase de mi rápidamente,  apreté mis brazos contra la única tela que me cubría intentado así de esa forma que algo me protegiera. Intente pedir auxilio pero tapó mi boca con  la mano. Me pidió silencio mientras besaba mi cuello dejando marcas por él, comencé a llorar, cerré mis ojos esperando que todo pasará, no podía esperarme esto de él, pensé que era mí mejor amigo. Aitor retiro la toalla que cubría mi cuerpo, le empuje lo más fuerte que pude, pero el agarró mis manos llevándolas por encima de mi cabeza.

-Maddie, no llores por favor esto te gustara.

-Aitor, por favor no lo hagas. Yo tengo novio y esto romperá nuestra relación.

-Shh, nadie puede enterarse ¿vale? Tú no se lo vas a decir ¿a que no? Porque de verdad no quiero hacerte daño. Además sabes que él no te merece solo sabe hacerte daño y sufrir.

-Si haces esto tú también  me harás daño.

-Yo no hago por amor, además Álex no tiene porque enterarse ¿verdad?

Negué con la cabeza, el miedo me podía, no sabía que hacer, ni que decirle para poder evitar que esto ocurriera.

Siguió repartiendo besos por mi cuerpo, llego a mi feminidad donde por instinto lo empuje con mis piernas provocando que se alejará un poco de mi cuerpo, pero volvió hasta a mi, me besó y aproximó su mano a mi entrada, se alejó un par de centímetros de mi, lamio sus dedos y los introdujo brutalmente en mi interior. Sentí una punzada de dolor atravesar todo mí cuerpo, al gritar él puso sus labios sobre los míos para silenciarme, los movió lentamente provocando que mis lágrimas volvieran a salir, quería morirme.

Después de un tiempo saco sus dedos de mí, pensé que ya había terminado e intente levantarme a lo que él me frenó poniendo su mano en mí pecho, me miro y sonrió.

-No te muevas, ahora viene lo mejor. Te recomiendo que te relajes y te dejes llevar. No quiero hacerte daño y cuanto más tensa estés más dolor sentirás.

-Aitor por favor, para, no lo hagas. Alex te matará.

Bajo su pantalón y bóxer como si no me hubiera escuchado, sacó del bolsillo de su pantalón un pequeño paquete plateado, lo abrió con los dientes, lo coloco sobre su erección,  me miro, tapó mi boca y entró brutalmente en mi interior, soltó un gemido mientras yo lloraba. Comenzó a moverse bruscamente dentro de mi. Lo que el disfrutaba a mi me estaba causando un dolor insoportable.
Después de unos minutos, llego al orgasmo y salio de mí. Se quitó el preservativo y beso mis labios. No me podía mover, estaba totalmente aterrorizada, bloqueada.

-Maddie, tranquila, recuerda nadie puede enterarse. -asentí- buena chica. Ahora vístete antes de que lleguen los dejas.

Después de ese mal rato, intente incorporarme, pero al pisar el suelo me desmaye por toda la tensión que tenía acumulada en mi cuerpo.

Narra Aitor.

Vi como Madison caía al suelo como un saco de patatas, y que inoportuno puede llegar a ser el destino, en ese momento sonó la puerta. Puff, piensa rápido. Ya lo tenía.

Salí de la habitación corriendo, me aproxime a los chicos y les dije que Madison se había desmayado al llegar a la habitación, había escuchado el golpe y entre corriendo de nuevo en el dormitorio, que llamasen urgentemente a una ambulancia. Así lo hicieron, llamaron a una ambulancia que llegó a los 10 minutos.

Se llevaron a Maddie al hospital, allí la monotorizaron, Alex estaba muy nervioso y algo asustado.

-Familiares de Madison Farelo.-nos aproximamos a él.- Ella está estable, no ha sido nada grave, un simple desvanecimiento. Se está despertando, creemos que cuando se despierte del todo lo primero que querrá es ver a sus padres.

-Nosotros también lo creemos, sus padres fallecieron hace 5 años. Yo soy su pareja y su tutor legal.

El doctor nos miró preocupado por lo que había dicho, Alex sonrió y le dijo que no pasaba nada.

Entramos a la habitación donde Madison estaba tumbada en una cama con los ojos aún cerrados, me preocupaba un poco verla así. Por un lado me arrepiento de haberla hecho daño, pero por lo otro haberla hecho mía había sido la experiencia más excitante que había sentido nunca. Había sido lo más. Borre esa imagen de mi mente y me senté en una silla al lado de la cama, Alex se sentó en el borde la cama, acarició su largo pelo y sus lindas mejillas. Su hermano estaba sentado en el otro lado de la cama, agarró su mano con ternura y la beso suavemente, como se nota que hay un fuerte cariño entre ellos. Son tan tiernos. Apoye la mano sobre el hombro de Ismael, el cual me miro y sonrió, me dio las gracias por haber cuidado de ella provocando que me sintiera aún peor, pero ya no había marcha atrás y por supuesto no se lo podía contar a nadie, me matarían por ello, así que este será un secreto que nos llevaremos ambos a la tumba.

Ana abrazaba a su hermano, los cuales miraban tiernamente a Maddie que parecía que poco a poco iba despertando. Sonrió al ver a su hermano y a Alex. Luego llevo la mirada a mí y su sonrisa desapareció radicalmente, la hice un gesto con la mano indicándole que no dijera nada.
Ella no dijo nada, solo comenzó a llorar y se abrazó a su hermano. Se veía el miedo reflejado en sus ojos, pero creo que solo yo podía notarlo, ya que yo se a que tiene miedo. Todos se aproximaron a ella al verla llorar tan desconsoladamente. Yo también me aproxime y roce su mano con la mía a lo que ella la retiro de inmediato llorando aún más fuerte.

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