Capítulo 58

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Deje todas las cartas encima de la mesa mientras lágrimas corrían por mis mejillas al saber que aquí finalizaba mi vida, que aquí acabaría todo, tanto lo bueno como lo malo, todo termina como en las obras de teatro dramáticas con la muerte de la amada. Los echaré de menos pero desde el cielo los protegere de todo.
Saque mis cuchillas, respire hondo e hice un corte en vertical, repetí la acción hasta que mis piernas fallaron y al fin todo se volvió negro anunciando mi final.
Narra Héctor.
Al escuchar como me echaba de su dormitorio baje las escaleras entre disgustado y enfadado, yo no tenía la culpa de lo que haya pasado en ese lugar, aunque se que para ella es importante. Entre en el salón y me senté con los chicos en los sofas.
Ismael: ¿Que ha pasado?
Hector: Me ha echado, literalmente me ha echado de su casa, dice que quiere que me valla, que quiere que me aleje de ella, que no quiere ver a nadie.
Alex: Dejemosla un rato tranquila que se relaje, en un rato bajará. Estoy seguro.
Seguimos hablando un rato más mientras veíamos una película tranquilamente. Pero al poco todos no abren concentramos en la película que estaba muy interesante. Cuando de un momento a otro el silencio que había en el que sólo se escuchaban las voces de los protagonistas oímos un fuerte golpe en la planta de arriba de la casa, nos miramos todos y subimos a la habitación, llamamos fuertemente a la puerta pero no respondía nadie del otro lado.
Alex: ¡Rocío, abre! Déjate de tonterías y abre la maldita puerta. ¡Ya!
Cristian: Alex, porque la chiles no significa que valla a abrir la puerta. Dejarme que yo la abro con una horquilla.
Su mujer le dio una horquilla y Cristian forzó la cerradura, tardo unos segundo eternos para nosotros en conseguir desbloquear la puerta. Cuando escuchamos el clic del cerrojo, suspiran os aliviados al poder haberla abierto, pero la imagen que nos encontramos dentro fue lo peor que podíamos llegar a ver. Rocio se encontraba tirada en el suelo desangrandose, su vestido que antes era azul ahora se encontraba manchado de sangre y un gran charco rodeaba su cuerpo.
Los chicos en cuanto lo vieron pidieron que se llevarán a Naira a casa de su abuela y que estuviera allí hasta que todo se arreglarse. Ana y Laura asintieron y se llevaron a la pequeña evitando que viera esa horrible imagen. Los demás entramos en el dormitorio con cuidado, Alex y Cristian se encargaron de coger a Rocio en brazos, su hermano con su cinturón hacia presión en su brazo evitando que siguiera sangrando, Aitor bajo para ir arrancando el auto y yo me encargue de llamar al hospital, donde me pasaron con el padre de Alex y le informe de lo que había pasado, él solo me dijo que nos fuéramos deprisa y nos esperarían preparados para todo. También cogí unos sobres que vi encima de la mesa con nuestros nombres a lo mejor era importante.
Llegamos al hospital minutos después y Dario se llevó a Rocio rápidamente diciéndonos que nos avisaria con lo que fuera. Pero que nos podíamos preparar para lo peor. Y todos temíamos a eso, nos sentamos en el pasillo cada uno metido en su mundo. Pero del mío me saco uno de ellos.
Aitor: ¿Que tienes ahí?
Héctor: ¿Esto? Lo encontré encima de la mesa del dormitorio de Rocio pone nuestros nombres, los de todos. Pensé que sería algo importante. Tomad.
Repartí los sobres a cada uno de ellos pero les pedí que esperarán a las chicas para abrirlos ya que también estaban sus nombres en ellos, así que supongo que Rocío quiere que los leamos todos.
Al rato entraron las chicas por el pasillo y se sentaron en el suelo junto a nosotros, Laura con Cristian y Ana con  Ismael.
Ismael: ¿Y Naira?
Ana: Tranquilo amor, esta en casa de mi madre, me dijo que cuando supiéramos algo la llamaramos, al igual que la tuya Alex.
Este solo asintió con su cabeza y volvió a fijar su vista en la puerta por la que debía salir el padre de Alex a informarnos.
Cada uno teníamos ya nuestro sobre pero en todos ponía que no los abrieramos hasta que ella no saliera por esa puerta. No entendía la frase pero ninguno abrió el sobre.
Despues de muchas horas allí sentados, de ver a médicos salir y entrar en esa sala, manchados de sangre, de ver como las chicas caían rendidas del cansancio que las causaba estar llorando sin parar. Pero por lo menos ellas conseguían descansar, por poco que fuera. Alex en ningún momento se alejo de esa puerta, al igual que nosotros, exceptuando una vez que Aitor se levanto y trajo café para todos, por lo menos así no nos dormiriamos.
Doctor: Familiares de Roc...
Todos: Nosotros.
Alex: ¿Mi padre?
Doctor: Esta dentro con ella. Bueno deciros que lo siento, ella está aguantando todo lo que puede pero es cuestión de tiempo que su corazón deje de latir y muera. La vamos a subir a planta, pero tener claro que no os escucha. Lo siento chicos. - puso la mano en el hombro de Alex.
Ahora entendía el mensaje de la carta, ella sabía que moriría, que todo acabaría esta noche y quiere que leamos las cartas cuando ella muera. Y esperaremos hasta que eso ocurra.

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