Capítulo 47

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Después de ese momento de pura incomodez, mire a mi hermano que me hizo un gesto con la mano indicándome que la conversación no había terminado. Asenti y Darío volvió a pedir a mi hermano y a Alex que salieran del dormitorio dejándonos a solas. Agarré de la mano a Ismael indicándole que no quería quedarme sola, solo deseaba en ese momento que mi hermano no se alejara de mí para nada, Alex entrecerró los ojos sin entender nada y salió de la habitación.

Después de irse de allí, Darío siguió haciéndome pruebas, preguntas que me incomodaban sin recibir respuesta alguna. No tenía fuerzas ni para hablar, quería que me dejasen en paz y dejaran de preguntarme.

Después de un rato Ismael se fue de la habitación prometiéndole volver enseguida, y así lo hizo, entró con una bandeja de comida. Me dio asco solo de verla, tenia un nudo en el estomago no quería ni comer. Se sento en el borde de la cama dejando la bandeja sobre mis piernas.

-Madison come un poco, necesitas alimentarte. Llevas dos días sin probar bocado.- negué con la cabeza- Por favor, no puedes estar toda la vida sin comer. Aunque tu estés convendría de que no, tu cuerpo necesita recuperar nutrientes.

Partió un poco de pollo y lo acerco a mi boca, me miro y yo la abrí, metió el tenedor en mi boca y me trague el pollo sin ni siquiera masticar, si masticaba seguramente vomitaria todo. Así estuvimos hasta que el plato se fue vaciando.

Después de llevar un rato comiendo, ya no podía más, retire la bandeja de mis piernas en señal de que ya no quería más.

-Venga princesa, solo el yogurt y ya me llevó la bandeja.- asentí y me comí el yogurt- Muy bien. Ahora tenemos tu y yo una conversación pendiente.

No quería tener que hablar del tema, quise darme la vuelta en la cama para no dar explicaciones pero necesitaba que alguien supiera lo que había pasado y su mirada preocupada me rogaba que confiara en él. Aunque su frase retumbaba en mi cabeza una y otra vez "no puedes contárselo a nadie" y no lo haría. Igual que si me hubieran cortado la lengua, no iba a decir nada a nadie, tenía demasiado miedo, angustia y ansiedad para hablar.

-¿Donde nos hemos quedado? Ah si. Yo te hago preguntas y tú asientes o niegas, ¿vale?- asenti- Veo que lo has entendido. Empecemos ¿no puedes contarlo? -negue- ¿es algo malo? -asentí- ¿te han hecho daño?- asenti - ¿Te han pegado? - negué - ¿Es una sola persona?- asenti- ¿ Le conocemos? - asenti - ¿ Le consideramos amigo?- asenti- ¿ Es Héctor? - negué rápidamente- ¿ Aitor?- asenti- ¿ Que te hizo Maddie? Te juro que no le haré nada, ni diré nada. Pero dilo.- baje la mirada al borde de las lágrimas- Madison, lo de tu cuerpo no serán chupetones ¿no?- asenti llorando- pequeña, con esto me quieres decir que te ha forzado. Eso es lo que paso.  Ahora todo cuadra. Por eso tu desconfianza. El hijo de p*** de Aitor te violó.

Comencé a llorar más fuerte a lo que él me abrazó acariciando mi cabello intentando calmarme, bajo sus brazos me sentía totalmente segura. No quería que me soltara jamás. Besó mi cabeza y se alejó un poco de mí, miró la hora y me dijo que debía dormir, que era muy tarde. Se fue a incorporar para irse pero agarre su mano y negué indicando que no quería estar sola en la habitación,  en los ojos de mi hermano se reflejaba furia, irá y pena.

-Pequeña ahora mismo vuelto. Tengo que salir al baño e ir a ponerme mi pijama.

Ismael besó mi frente y salio de la habitación. Minutos después escuché como Alex maldecia, menos mal que me dijo que no se lo iba a decir a nadie y le ha faltado el tiempo para contárselo el bocazas. Ahora si se iba a armar gorda, Alex no dejará pasar la situación.

-Madison ¿es verdad?- asenti con lágrimas en los ojos- ¡¿ por que no nos lo dijiste?!

-Alex, no la grites, ella no tiene la culpa y gritando lo único que conseguirás es asustarla más de lo que ya está. Princesa y para tu información no se lo he contado yo que se que es lo que piensas. Se lo ha dicho Darío, las marcas en tu cuerpo...

-Madison, responde.

-Hijo, no la presiones, cuando ella quiera que nos lo cuente. No la obligues a tener que recordar ese momento. Para ella no ha sido nada fácil. Debes dejarla que lo cuente cuando ella se sienta bien de hacerlo.

Alex se acercó a mí y me miro con esos ojos verdes que me tienen enamorada desde el primer día, acarició mi rostro con su mano provocando que me retirara rápidamente de su tacto, cada vez que me tocaba era como si me ardiera la piel.

-Maddie lo siento, cuando quieras contármelo sabes donde estoy. Te juro que no intentare forzarte. Te quiero mucho pequeña princesa. Me duele no poder tocarte, ni besarte por miedo a que te retires de mí. No te tocaré si así lo deseas.

Pase mi mano por sus mejillas, barbilla e incluso su pelo. Se sentía tan bien poder tocarle y tan horrible que me toque él a mí. Le indique a mí hermano que no quería dormir sola.

-Isma, te quiero mucho. Aunque no te lo diga muy a menudo. Quédate conmigo por favor.

-Yo también te quiero pequeña. Ahora intenta dormir, prometo no irme de tu lado en ningún momento.

Era la primera vez que hablaba en toda la tarde y era para decirle a mi hermano que le quería, le abracé fuertemente asegurandome así que no se escapara y me deje llevar por el sueño.

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