Capitulo 17

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Toda mi familia me miraba y Alex esperaba una respuesta. Tarde varios segundos en conseguir que mi voz saliera.

-Yo...uf... Lo siento Alex, pero no puedo hacerlo. Te quiero pero no puedo. Necesito salir de aquí.

Me fui del salón y mande al chofer que me sacase de allí, no era capaz de mirarle a la cara después de rechazarle.

Cuando llegue al lugar indicado le pedí que parase, me baje del auto, le dije al chofer que se podía ir que luego volvería andando, y empecé a caminar.

Entre en el cementerio y me fui directa a la tumba de papá, la besé y acaricie su placa con mucha delicadeza, le echaba tanto de menos, a continuación me senté en la de mamá. Necesitaba estar con ella con urgencia.

-Mamá ¿que se supone que debo hacer? Alex me ha pedido matrimonio y le he dicho que no. Que no podía casarme con él, ahora es cuando más te necesito, hoy más que nunca. Esperaba que el día que me pidiesen matrimonio tu estuvieses a mi lado y me ayudaras, aconsejaras, o simplemente me dijeses si debía o no casarme, y no estás, me siento tan desorientada sin ti. Por eso hoy he venido aquí para ver si tú me podías ayudar. Tengo la sensación de que enloqueceré.

Sabía que no estaba viva y sabía que no me podría contestar pero estar allí con ella me hacía sentirme mejor y seguramente acabe sintiendola. Las lágrimas corrían por mis mejillas y escuche la voz de mi madre de forma lejana y a la vez cerca.

-Hija, se que no puedo estar contigo pero déjate guiar por el corazón el sabrá que debes hacer. Estoy segura de que sabes que decisión tomar.

-Mami, el corazón me dice que me casé con el, que no tendré más oportunidades así. Además de que se que estoy locamente enamorada de él.

Sentí como mi madre me abrazaba aunque no estuviera allí, empecé a llorar y me tumbé encima de la tumba. La echaba mucho de menos, era muy duro que no estuviese conmigo en estos momentos tan decisivos donde sólo ella podría ayudarme a saber que es lo que debo hacer en estas circunstancias.

Me quede dormida allí, junto a mi madre. Me despertó Ismael para decirme que ya era hora de volver a casa. Le conté lo que me había dicho mamá y le abrace a él, mi hermano me besó la cabeza, me cogió en brazos y me llevó al coche para volver a casa, fue todo el recorrido mirándome alternando con la carretera.

Al llegar a casa subí a la habitación de matrimonio y ahí estaba Alex tumbado, dude unos segundos sobre mi decisión, me acerqué a él y le bese suavemente los labios para a continuación acostarme a su lado.

-¿Por que has dicho que no? ¿No me quieres tanto como para casarte conmigo?

-Alex, no ha sido culpa tuya, y claro que te quiero, pero después de ir a hablar con mi madre creo que si quiero casarme contigo, realmente no me imagino mi vida sin ti.

Alex me miró y sonrió, me besó y abrazó para hacerme sentir bien, envuelta en sus brazos me sentía la persona más feliz y segura del mundo. Y después de ese gran momento solté sin pensar un te amo que ni yo misma me lo creí, era la primera vez que le decía a Alex que lo amaba, muchas veces le dije que le quería pero jamás que le amase.

Me levante en la mañana y ahí estaba lo mejor de mi mundo, mi príncipe, durmiendo parecía un dios griego era perfecto, tanto física como mentalmente. Me acerqué a su cara con cuidado y le bese, abrió los ojos y me acercó más a él para que no me retirase.

-Arg asquerosos, eso en privado. Sois unos babosos.

-Esto es privado, es nuestra habitación. Se supone que no deberías entrar sin llamar.

-Solo venía a deciros que esta el desayuno hecho y que os deis prisa en bajar, que se enfría.

Nos levantamos, cambiamos de ropa y bajamos a desayunar, Alex salió por delante mía y luego baje yo. Salte los últimos 3 escalones.

Entré en el comedor y desayunamos todos juntos, entre silencios incómodos por lo ocurrido la tarde anterior y preguntas.

-Madison ¿entonces os vais a casar?

Asenti, me levanté de la mesa y subí a la habitación, me apetecía montar a caballo y no tener que escuchar a mi tía con todas esas preguntas sobre mis decisiones, pregunte a Laura que si se quería venir. Aceptó y nos fuimos a cambiar de ropa me puse el traje de montar y le preste a Laura el de repuesto, trence mi pelo y Laura se hizo una coleta. Salimos al pasillo y ahí estaban Alex y Cristian esperandonos para bajar al establo, bajamos y nos montamos en Princesa, Blanca, Tritón y Relámpago.

Se nos ocurrió ir al lago que es donde iba con mi madre de pequeña, es un sitio muy bonito y muy grande, que me encanta desde que tengo uso de razón, es cierto que antes vivíamos un poco más lejos pero aun se como llegar.

Al llegar a la mitad del recorrido decidimos echar una carrera hasta el lago, como conozco atajos, me desvíe del camino y fui por mi lado sabiendo que ese recorrido era mucho más corto que el que seguirían ellos.

No me acorde para nada que en el camino había un tronco caído, no me dio tiempo a pedir a Princesa que saltase se asustó, frenó de golpe y me tiró. Al caer me hice daño en la espalda por el impacto, le di un golpe a la yegua para que se fuese a buscar ayuda, esperaba que esta llegara pronto.

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