Capítulo 19

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Estabilizaron a Beckett y después la subieron a la camilla para llevarla hasta la ambulancia. Los sanitarios iban preguntando a Castle qué es lo que le había pasado a la chica para haber acabado así. Richard les contó por encima lo que sabía. Supusieron que la caída y el desmayo se debían a un ataque de ansiedad. Salieron del baño con Kate en la camilla y encaminaron hacia la salida del edificio. Castle iba todo el rato agarrado a su mano, no quería soltarla, y menos ahora que habían hablado sobre ellos y habían abierto sus sentimientos. Iba concentrado mirando y acariciando su mano cuando algo llamó su atención. Una luz roja, un punto rojo recorrió el cuerpo inmóvil de la inspectora hasta posarse en su pecho, encima del corazón. El pulso del escritor se aceleró notablemente y para sorpresa de todos los allí presentes empujó con fuerza y rapidez la camilla de Beckett hasta "esconderla" detrás de una columna mientras gritaba con furia. Se oyó un fuerte disparo justo en el momento en que la camilla desaparecía tras la columna. Castle apretó fuerte los ojos durante unos segundos, refugiándose junto a ella. Después los abrió con rapidez y posó sus manos sobre el cuerpo de Kate tratando de averiguar si la bala la había alcanzado. Soltó el aire con fuerza, aliviado, al comprobar que el amor de su vida no tenía ni un rasguño. Esta vez había conseguido salvarla... Su cuerpo temblaba por los nervios y la rabia. Miró por el ventanal de aquel edificio por el que habían entrado los disparos justo en el momento exacto para ver cómo el láser rojo se apagaba. Pero pudo ver de dónde provenía.

"¡Espo, Ryan! Está en el edificio de enfrente, décima planta!". Gritó a sus compañeros señalando el lugar.

Ryan y Espo corrieron hacia ellos al darse cuenta de lo que estaba pasando, salieron del edificio en dirección al lugar del que provenían los disparos. Aparentemente, los dos asesinados y el intento de asesinato en aquel edificio no habían sido más que trampas para acercar a Kate a él y poderla disparar una vez más. Cuando recuperaron la calma, sacaron a Beckett con rapidez de allí, metiéndola en la ambulancia en la que la acompañaron dos policías y Castle.

La ambulancia trasladó a Beckett al hospital más cercano. Castle no se movió ni un segundo de al lado de Kate. Fue con ella en la ambulancia, sin soltar su mano, en un silencio absoluto. Cuando llegaron al hospital no le dejaron pasar con ella, así que esperó fuera, apoyado en una pared, jugando nervioso con sus manos. Los policías custodiaban la estancia en la que la mujer estaba siendo atendida. Richard sabía que el golpe que Beckett se había dado no era muy grave. Sin embargo, sus sentimientos podían ser demasiado fuertes, tanto que no pudiese controlarlos como había hecho siempre hasta entonces. Iba a necesitar mucha ayuda, y aunque ella se negaría una y otra vez, él no pensaba apartarse de su lado. Al menos estaba vez no había una bala en su pecho...
Cogió aire varias veces; estaba muy nervioso, tanto que el móvil temblaba en sus manos. Suspiró tratando de calmarse y llamó a Gates para informarle de lo que había ocurrido con Kate. La capitana le pidió que la mantuviera informada. Tras aquella corta conversación buscó el teléfono del padre de Beckett en la agenda. Tenía que avisarle de lo que había pasado. Pero no marcó. Decidió esperar a que el médico le informara del estado de la inspectora. No quería preocupar en exceso a aquel hombre que tanto había sufrido tras el asesinato de su mujer.

La espera se le estaba haciendo eterna. Ya no sabía cómo ponerse. Estaba todo el rato en alerta a causa del disparo que habían presenciado. Miró a su alrededor y vio una máquina de cafés. Se acercó lentamente. Le pesaba todo el cuerpo. Miró a ver si aquella máquina servía también tilas. Para su suerte, así fue. Se preparó una y la tomó con las dos manos, removiéndola suavemente. Volvió a su posición anterior, frente al box en el que estaban tratando a Beckett. Se tomó la bebida poco a poco. Cuando estuvo más calmado pensó en llamar a su madre o a Alexis, pero pronto recordó que ninguna de las dos estaba en casa y que sería una forma tonta de preocuparlas. Entonces llamó a Javier y a Kevin un par de veces. Quería saber si habían conseguido pillar a aquel hijo de... Pero ninguno de los dos contestó a sus llamadas. Les envió un mensaje a cada uno diciéndoles que por favor en cuanto pudieran le informaran.

Poco tiempo después el médico que había estado atendiendo a Kate salió y se dirigió a Castle. "¿Es usted familiar de Katherine Beckett?"

Castle asintió separándose de la pared y poniéndose recto, mirando al doctor. "Soy su pareja". Sonrió débilmente tras decir aquello. Llevaba tanto tiempo deseando estar al lado de Beckett de esta manera... "Dígame doctor, ¿cómo está?". Lo miró nervioso y muy preocupado.

"No se preocupe. Le hemos curado la herida de la cabeza y no parece nada grave. De todas formas le haremos un par de pruebas para asegurarnos. Definitivamente sufrió un ataque de ansiedad y aquello le hizo perder el conocimiento. Pronto despertará. La vamos a trasladar a una habitación para que esté más cómoda. Allí podrá pasar a verla".

Castle soltó el aire que había estado conteniendo, aliviado. "Gracias doctor. Por favor, no la cambien de habitación sin que los policías vayan con ella. Han... intentado asesinarla..." Su voz tembló al decir aquello, pero se obligó a sí mismo a serenarse y a coger fuerzas para ayudar a Kate.

"No se preocupe. Irá acompañada por los agentes en todo momento". El doctor se despidió de Castle.

Richard, más calmado decidió llamar a Jim, el padre de Beckett. Esperó pacientemente a que el hombre respondiera a su llamada.

"¿Si, diga?". La voz de Jim sonaba tranquila aunque ligeramente extrañado. No conocía el número de móvil del que le estaban llamando.

"Jim, soy Richard, Richard Castle..." Esperó a que el padre de Kate hablase. No sabía si Kate le habría contado algo sobre sus pequeños desencuentros.

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