Habían pasado tres días desde que Castle recibiera el alta. Beckett había hablado en un par de ocasiones con Martha. Dos conversaciones cortas en las que la madre del escritor había contado a la inspectora que su hijo se encontraba bien y que apenas le dolía la cabeza a causa del golpe. Aquello tranquilizó bastante a Kate. Sin embargo, cuando Martha le contó que Richard apenas salía de su dormitorio y que lo veía muy deprimido, algo se encogió dentro de la inspectora. Tras sopesarlo mucho y comentarlo con Lanie, aquella mañana decidió escribir un mensaje al escritor:
Hola Castle. Sólo quería saber qué tal te encuentras y cómo va el golpe. Seguro que terminas pronto de recuperarte. Espero tu respuesta, me quedé preocupada.
Bueno, debo volver al trabajo.
Hablamos.
Un beso.
Kate."¡Inspectora!" La voz de la capitana Gates resonó en toda la comisaría. Su voz siempre era autoritaria, incluso fría. "¡Venga a mi despacho!". Miraba a Beckett que estaba sentada sobre su mesa, dejando el móvil sobre la mesa y mirando la pizarra con las fotografías de las víctimas y las notas que habían ido tomando.
La inspectora trataba de encontrar algo que hubiesen pasado por alto, pero tras casi una hora, no había conseguido dar con nada. Suspiró cuando vio a su superiora meterse en su despacho. Echó una mirada rápida a sus compañeros indicándoles que siguiesen investigando mientras ella hablaba con Gates. Entró en el despacho y se mantuvo de pie frente a la mesa, mirándola intrigada por lo que tuviera que decirle. Miró a su lado como había hecho siempre para encontrarse con la mirada de Castle mientras esperaba que la capitana hablase, pero suspiró apretando el puño cuando una vez más la realidad la sacudió. Él no estaba allí por su culpa, porque ella había querido distanciarse de él. Lo echaba de menos, y más en aquel caso. La voz de Gates la sacó de sus pensamientos.
"Cierre la puerta y siéntese inspectora". Beckett la miró confundida y empezando a ponerse nerviosa. Fue a la puerta, la cerró con suavidad y volvió hacia la mesa, tomando asiento frente a ella. "Bien, dado que este caso se nos está complicando en exceso, creo que su equipo necesita una ayuda para continuar con la investigación". Inmediatamente la inspectora pensó en el FBI y en lo poco que le gustaba que se metieran en sus casos. Su cara cambió por completo, mostrando enfado y frustración, pero optó por callar y seguir escuchando a Gates. "Aún es pronto para pedir la ayuda del FBI, y por tanto he pensado que, aunque no me guste en absoluto, volver a tener la ayuda de Richard Castle podría venirnos de maravilla. Así que llámelo y dígale que si desea reincorporarse, puede hacerlo, y de ser así, que lo haga cuanto antes". Se levantó dando por finalizada aquella conversación.
Beckett, por su parte, se había quedado muda. Permanecía sentada en la silla, boquiabierta. Miró a la capitana y apretó los labios. "Pero... Señor, ahora mismo estamos tras otra pista, no es la primera vez que se nos atasca un caso. Y siempre acabamos por resolverlos". Se puso en pie mirándola tratando de calmarse. Oír aquello había revuelto todo su cuerpo.
"Inspectora, desde arriba me están presionando para que acabemos con todo esto cuanto antes. Se está empezando a crear el pánico entre la gente de Nueva York. Un asesino anda suelto; un asesino que no sabemos cómo ni por qué elige a sus víctimas. Tenemos que dar con él cuanto antes y parar todo esto. Necesitamos la ayuda del señor Castle". Salió de su despacho dejando a Kate con la palabra en la boca.
Un cúmulo de sentimientos se apoderaron de ella mientras caminaba con rapidez y fuerza hacia el gimnasio de la comisaría. Necesitaba soltar la rabia y la inseguridad que empezaba a sentir. Rabia por tener que solicitar ayuda. E inseguridad por tener que volver a enfrentarse a él después de lo que había ocurrido hacía 4 días. Llegó al gimnasio, se cambió rápidamente de ropa y se puso a golpear aquel saco de boxeo colocado en el medio de la habitación. Aquello le sirvió para calmarse un poco, para soltar todo. Y entonces fue cuando la rabia y la inseguridad dieron paso a la tristeza y a la decepción consigo misma. Notó como un par de lágrimas resbalaban por su mejilla, se apresuró a secarlas y fue directa a los vestuarios para que nadie la viese de aquella manera. Se desnudó y fue directa a la ducha, dejando salir todas las lágrimas bajo el agua. Es cierto que había decidido hablar con él, explicarse y pedirle perdón, pero no esperaba que fuese a tener que hacerlo tan pronto.
ESTÁS LEYENDO
Cuando Te Veo
FanfictionBeckett está en un caso en el que el asesino es una sombra de su pasado y su relación con Castle no está en su mejor momento. ¿Podrá Beckett superar sus miedos? ¿Aguantará su mentira sobre aquél fatídico día? ¿Podrá Castle perdonarla?