Sólo en el momento en que le oyó gritar de dolor fue capaz de reaccionar. Corrió hacia el cuerpo tendido en el suelo y se arrodilló rápidamente frente a él tratando de averiguar hasta que punto le había afectado el golpe.
"¡Castle! ¿Estás bien? ¿Dónde te has golpeado?". Empezó a buscarle alguna herida o contusión y cuando vio la de la cabeza, se quedó blanca. "Mierda, ¡joder!". Sacó su móvil para llamar a una ambulancia. Su mano temblaba de manera tan incontrolable que se le calló al suelo. Cerró los ojos rezando porque no se hubiera roto y pudiera pedir ayuda. Lo cogió rápida pero temerosamente y descubrió que el móvil no tenía más que un pequeño rayón en la pantalla. Suspiró aliviada. Dio el aviso a la ambulancia y colgó la llamada. Se quitó el bolso y se colocó mejor para tumbar bien al escritor en el suelo. "Richard, soy Kate, ¿me oyes? ¿dónde te duele?". Trataba de mantenerlo despierto hasta que llegara la ambulancia.
"Ka... Kate...". Su voz sonaba débil y se le cerraban los ojos. "¿E... Estoy soñando...?". A pesar del golpe y del sueño que se estaba apoderando de su cuerpo, consiguió levantar lentamente su mano para acariciarle la mejilla a ella. Creía que estaba delirando por el golpe, no podía ser ella.
"No estás soñando tonto". Sonrió mínimamente ella, con un tono de tristeza. Hasta en los momentos duros él siempre tenía ganas para el humor. Posó su mano sobre la de él que acariciaba su mejilla y se la apretó cariñosamente. "Intenta no dormirte, ¿vale?. Enseguida llegará una ambulancia..." Susurró sin poder dejar de mirarle a los ojos. Su corazón se había encogido al verlo tan sumamente vulnerable e indefenso y se maldijo cien veces a sí misma por haber sido tan estúpida y haber querido alejarlo de su vida. Estaba claro que lo necesitaba con ella, aunque tuviese pánico de ello.
La ambulancia llegó lo más rápido que pudo, atendieron a Castle y lo montaron en la ambulancia para llevarlo al hospital. El escritor no soltaba la mano de ella y aunque en un principio ésta había pensado que era mejor seguirles con su coche, no pudo negarse a la mirada de súplica de aquel hombre cuando le pidió que no le soltase y le acompañase.
Una vez llegaron al hospital, no le dejaron pasar con él. Tenían que hacerle todas las pruebas necesarias para asegurarse de que el golpe en la cabeza no había sido demasiado grave.
Tomo asiento en el pasillo frente a la sala en la que le estaban tratando. Apoyó sus codos sobre las rodillas y echó el peso de su cuerpo hacia delante, agachando la cabeza ligeramente. Sus manos temblaban de sobremanera y estaba empapada, aunque eso no le importaba. En ese momento su única preocupación era él, Castle, el hombre del que había estado tratando de huir desde que la dispararon y oyó su confesión, aquel "te quiero"; la persona a la que había tratado de olvidar, en vano. Sólo entonces, con esos pensamientos en la cabeza se dio cuenta de que estaba llorando. Sí, lloraba y lo hacía por él, porque estaba preocupada, porque lo quería, porque estaba locamente enamorada de él.
Cerró los ojos tomando aire lenta y profundamente para soltarlo despacio, por la boca. Necesitaba tranquilizarse y llamar a su familia para que acudieran al hospital. Repitió el mismo proceso varias veces hasta notarse más calmada. Sacó el móvil del bolso y tras un hondo suspiro, llamó a Martha. Le contó la caída de su hijo y que se encontraban en el hospital. Su madre, nerviosa y preocupada le dijo que recogería a Alexis de casa e irían inmediatamente al hospital.
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Cuando Te Veo
FanfictionBeckett está en un caso en el que el asesino es una sombra de su pasado y su relación con Castle no está en su mejor momento. ¿Podrá Beckett superar sus miedos? ¿Aguantará su mentira sobre aquél fatídico día? ¿Podrá Castle perdonarla?