Subieron a la comisaría cogidos de la mano, solos en el ascensor. Justo antes de que se abrieran las puertas, Castle apretó con cariño la mano de Beckett para darle fuerzas y se soltaron las manos para que no los vieran. Salieron del ascensor y comprobaron que en comisaría apenas había nadie. Las mesas de Ryan y Espo estaban vacías. Sin embargo, la mesa de Gates estaba ocupada. Allí estaba la capitana haciendo algún tipo de papeleo. Castle fue a la salita de descanso a preparar un par de cafés. Tras pensarlo un momento, decidió hacerlos los dos descafeinados. Ambos estaban nerviosos y no les vendría bien más cafeína. Beckett le siguió mordiéndose el labio. Se apoyó en la mesa que había allí, observando detenidamente cada movimiento del escritor. Sonrió sin darse cuenta pensando en lo guapo que estaba cuando se concentraba de esa manera, sobre todo si le estaba preparando a ella un café. Cuando él se giró con las dos tazas en las manos, sonrió al ver cómo le miraba.
Se acercó despacio a ella y susurró cerca de su oído. "Si me cuentas qué estás pensando, te dejo leer el manuscrito del próximo libro de Nikki Heat antes que nadie". Le dio un fugaz beso en el cuello haciendo que ella se estremeciera. "Es descafeinado". Le ofreció su café.
Beckett lo miraba con los ojos muy abiertos ante lo que acababa de escuchar. Le cogió su taza de las manos y dio un pequeño trago. "¿Tanto te ha cambiado el estar conmigo?". Entrecerró los ojos mirándole divertida. "Nunca, jamás, en estos años me has dejado leer el manuscrito. Ni siquiera cuando ya estaba acabado el libro y a punto de publicarse". Se rió alzando una ceja. "Sí que te están afectando mis besos sí...". Volvió a dar un trago al café con una amplia sonrisa. Necesitaba esos momentos de picarse el uno al otro. Le hacían sentirse bien y con fuerzas para enfrentarse a Gates.
"No te lo creas tanto, inspectora". La miró Castle con cierta seriedad pero sin poder dejar de sonreír. "¿O es que acaso tus pensamientos no eran muy pudorosos?".
Ambos rieron, pero Kate no pudo contestar. En ese momento, entró Gates en la sala de descanso haciendo que se separaran un poco de golpe.
"Buenos días, Señor." Dijeron los dos a modo de saludo.
"Inspectora, ¿qué hacen aquí tan temprano?". Se extrañó la capitana al verlos allí a esas horas.
"Bueno, me gustaría hablarle de un... caso". Beckett dudó un poco cómo sacarle el tema. "Es importante, y urgente". Miró de reojo a Castle y éste le sonrió para animarla.
"Bueno, entonces venga a mi despacho y hablaremos allí tranquilamente". Gates estaba extrañada e intrigada. No sabía qué era lo que quería comentarle Beckett. Pero se preparó un café de espaldas a ellos y después se giró mirando a la inspectora. "¿Vamos?". Caminó hacia su despacho, erguida, pisando con seguridad.
"Sí, un momento. Ahora voy". Beckett miró a Castle y éste le asintió abriéndose la chaqueta para meter la mano y sacar tanto la nota como la cinta. Pero ella le agarró la mano parándole. "No, primero quiero hablar con ella. Después le enseñamos la grabación". Castle asintió. "Guárdala bien, por favor". Kate le dio una suave caricia en la mano y fue al despacho de su jefa, café en mano, tras coger un informe del caso de su madre de un cajón cerrado con llave en su mesa. Castle se quedó en la sala de descanso tomándose su café y jugueteando con el móvil para apaciguar sus nervios.
"Bien, usted dirá inspectora Beckett". Gates estaba sentada en la silla detrás de su escritorio.
Beckett entró y cerró la puerta, quedándose de pie frente a ella. Estar en aquella posición le hacía sentir que manejaba la situación. "Quiero hablarle del caso de mi madre. ¿Qué sabe de ella y del capitán Montgomery?". Jugueteaba nerviosa con sus dedos.
La capitana frunció el ceño. No se esperaba que la conversación fuese a tratar sobre eso. "Poco, la verdad. Sé que su madre era abogada y la asesinaron, aparentemente por un tema de bandas o algo así. Y del capitán Montgomery, que fue asesinado cuando investigaban un caso... ¿No?". Algo le decía que lo que ella creía saber no iba a ser cierto.
"Bueno, verá, las cosas no fueron exactamente así...". Beckett se sentó en la silla de enfrente a la capitana y se tomó un momento para respirar hondo y poder continuar. Se tocó el cuello buscando la cadena que siempre llevaba colgada y la sacó por fuera de la camisa que llevaba. Observó el anillo de su madre, lo cogió con las dos manos y tras observarlo unos segundos, sonrió con cierta tristeza y levantó la mirada para enfrentarse con los ojos de Gates que esperaba pacientemente. Entonces, le contó toda la historia a la capitana. Incluido lo que hicieron los tres detectives, entre ellos, Roy Montgomery. También llegó al tema de Bracken y cómo no había sido capaz de encontrar algo sólido contra él. Que sabía que había algo por algún sitio, algo que los destrozaría para siempre, pero que los hombres de Bracken tampoco sabían donde. Le fue enseñando todo lo que había conseguido averiguar esos años.
Gates había permanecido callada todo el tiempo, hasta que vio como Beckett callaba y volvía a mirar su anillo. "¿Y por qué me está contando todo esto ahora inspectora?".
Beckett levantó la cabeza y la miró a los ojos. "Porque hemos encontrado la prueba definitiva". Respiró hondo sin dejar de mirarla. "Y es hora de actuar. Es el momento que he estado esperando todos estos años, señor".
"Muy bien. ¿Dónde está esa prueba?". La capitana miraba a Beckett con seriedad, pero sin esa mirada que asusta. Se sentía impresionada por la fuerza y la perseverancia de la inspectora.
"La tiene Castle". Miró un momento fuera del despacho y lo vio sentado en su silla en su mesa. Debía de haber salido hacía poco del despacho. Instintivamente, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.
"Hágale pasar". Le dijo sonriéndole por primera vez desde que había entrado en su despacho.
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Cuando Te Veo
FanfictionBeckett está en un caso en el que el asesino es una sombra de su pasado y su relación con Castle no está en su mejor momento. ¿Podrá Beckett superar sus miedos? ¿Aguantará su mentira sobre aquél fatídico día? ¿Podrá Castle perdonarla?