Cuando acabaron de comer, Castle sin decir nada, recogió las cosas bajo la atenta mirada de Beckett. Los chicos y Lanie seguían conversando, esta vez de alguna travesura de Espo cuando era joven.
"¿Alguien quiere café?". Ofreció el escritor levantándose. Todos asintieron y él salió de la sala en dirección a la salita de descanso. Ryan, Espo y Lanie se miraron. Lo habían notado raro, al igual que Beckett, pero no querían comentar nada y meter la pata.
Beckett al ver que él se iba allí, se levantó y le siguió. Entró en la sala del café cerrando la puerta tras de sí. Él estaba tan concentrado en preparar el café y en sus pensamientos, que no se dio ni cuenta de la presencia de la inspectora.
"Rick...". Susurró ella para no asustarlo. No se había movido de la puerta y había estado unos segundos observándole.
"¡Kate!". Pronunció él sorprendido de verla allí y a la vez preocupado. Sabía que ella le notaba raro y todavía no sabía que palabras escoger para contarle todo. "¿Qué haces aquí?". Continuó con los cafés intentando parecer tranquilo, pero le temblaban las manos.
Beckett se acercó a él y colocó sus manos sobre las del escritor, haciéndole que dejara de preparar el café y soltara las tazas sobre la encimera. "Rick... ¿Qué ocurre?". Preguntó ella muy bajito y con dulzura. Sin soltar sus manos, mirándole a los ojos. Hizo que él se apoyara en aquella encimera, de espaldas a la máquina del café y ella se colocó frente a él, agarrándole las manos con ternura. En ese momento no le importaba que les vieran. Sólo quería saber qué demonios tenía el escritor en la cabeza.
"Na... nada..." Susurró él dubitativamente sin atreverse a mirarla a los ojos. Si lo hacía, acabaría contándole todo allí mismo, en aquel preciso instante, y no quería. Tenía que hacerlo en un sitio más privado.
Beckett frunció el ceño ante su respuesta. Intentaba adivinar qué le pasaba, pero él no le dejaba mirarle a los ojos. "¿Sabes? Se supone que este debería ser un momento feliz, de tranquilidad. He atrapado, al fin, al asesino de mi madre". Soltó el aire despacio a medida que hablaba. Necesitaba tranquilizarse o le mandaría a la mierda por no contarle lo que pasaba. Pero le quería demasiado como para hacer eso, y notaba verdadera preocupación y miedo en su mirada y su voz. "Sin embargo, tu mirada es triste, oscura, preocupada...". Susurró ella viendo como él levantaba la mirada y se enfrentaba a sus ojos. "¿Qué está pasando Rick? No te estoy diciendo que me lo cuentes como compañera o como inspectora, sino como tu novia...". Le acariciaba las manos con sus pulgares, despacio, suavemente.
Castle bajó la mirada hacia aquellas caricias y apretó los labios. "Tengo que hablar contigo de algo muy importante, pero no quiero hacerlo aquí". Volvió a levantar la cabeza para mirarla a los ojos y ver en su mirada, que no entendía nada y que incluso, tenía algo de miedo. "Tranquila... No quiero alejarme de ti, eso es lo último que quiero ahora mismo. No creas que te vas a librar tan fácilmente de mí ahora que ya sé cómo son tus besos, ahora que me conozco de memoria todo tu cuerpo...". Susurró dibujando una pequeña sonrisa en sus labios y logrando sacar cierto brillo en su mirada. La atrajo suavemente hacia él agarrándola de las caderas. Quería relajar el ambiente, relajarse él y relajarla a ella.
Beckett sonrió ante aquello, algo más calmada, pero aún intrigada y sobre todo, nerviosa por lo que Castle le tenía que contar. Miró el reloj de su muñeca, el de su padre y comprobó que eran las dos de mediodía. "¿Cómo de importante es eso de lo que tenemos que hablar?". Preguntó ella mirándole de nuevo.
"Mucho. Y no sólo para mí..." Apretó los labios mirándola con intensidad. "Por favor Kate... Vamos a casa para estar más tranquilos". Sabía que aún le quedaban unas horas para poder irse a casa, pero tenía que contarle todo aquello.
Beckett lo sopesó unos minutos, soltándose de las manos de él y caminando en círculos por aquella sala. "Termina de preparar los cafés mientras yo voy a hablar con Gates a ver si me deja salir antes". Castle asintió girándose de nuevo hacia la máquina de café. Ella se le acercó por detrás. "Para ti y para mi, descafeinado". Le dio una caricia suave en la espalda y salió de aquella habitación en dirección al despacho de la capitana.
Castle preparó los cafés, siendo los dos de ellos descafeinados y volvió a la sala en la que estaban sus compañeros. Intentó parecer tranquilo y el de siempre, pero estaba muy lejos de conseguirlo. La angustia que sentía en su pecho era enorme. "Aquí tenéis los cafés". Dijo entregando a cada uno el suyo y colocando el de Beckett delante de la silla en la que ella había estado sentada mientras comían.
Los tres se lo agradecieron y se quedaron un momento mirándole. Ryan se decidió a hablar. "Tío, ¿qué está pasando?". Habló bajo temiendo que en cualquier momento entrara Beckett y sabía de sobra que Castle no quería que ella se enterara.
Castle los miró un momento a los tres y suspiró. "No puedo contaros nada. No hasta que haya hablado con Beckett". Respondió firme y dio un sorbo a su café dirigiendo la mirada hacia el despacho de la capitana en el que estaba Beckett hablando con ella. "Pero necesito que me hagáis un favor...". Sacó su móvil y buscó entre las llamadas. Se lo dio enseñándoles la última que había recibido. "¿Podríais rastrear este teléfono y ver a quién pertenece?. Extraoficialmente, claro...". Miró rápidamente al despacho para comprobar que todavía no salía Kate.
Ryan y Espo se miraron ambos asintieron apuntando en un papel el número de teléfono. "Claro". Contestaron los dos a la vez. "En cuanto lo tengamos, te informamos".
"Gracias... Y de esto, ni una palabra a Beckett". Los miró a los dos, serio y ellos asintieron. Después, miró a Lanie de la misma forma.
"Castle, no sé qué está pasando ni qué te traes entre manos, pero te juro que como algo de esto dañe a Kate, te las vas a ver conmigo y mis bisturís". Le amenazó con un dedo. Quería relajar un poco el ambiente y decidió hacer una pequeña broma, a pesar de que estaba preocupada por su amiga y el escritor.
"No te preocupes Lanie. Precisamente, lo que pretendo es todo lo contrario". Se levantó de la silla cogiendo los dos descafeinados al ver cómo Kate salía del despacho y salió a buscarla. "Beckett..." La siguió al ver que ella iba directa a su mesa. "Toma". Le tendió el café y ella se lo agradeció con la mirada. "¿Qué te ha dicho?". Susurró para que los demás no les oyesen.
"Ha entendido que este caso me habría agotado mentalmente y me ha dado el resto del día libre". Sonrió un poco a Castle.
"Bien, pues vámonos a casa". Cogió su chaqueta y se la puso mirando como la inspectora miraba a la sala en la que estaban sus compañeros. "Diles que Gates te ha obligado a irte después de detener a Bracken". Beckett asintió y fue a decirles eso a sus compañeros.
"Tranquila, parece que hoy va a ser un día tranquilo". Le dijo Ryan a Beckett cuando ésta les contó que Gates la había mandado a casa aunque eso le fastidiaba. Los detectives y la forense sabían que era todo por lo que Castle tenía en mente, pero no dijeron nada.
"Gracias chicos, hasta mañana". Se despidió de ellos y fue al ascensor seguida de cerca en todo momento por Castle.
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Cuando Te Veo
FanfictionBeckett está en un caso en el que el asesino es una sombra de su pasado y su relación con Castle no está en su mejor momento. ¿Podrá Beckett superar sus miedos? ¿Aguantará su mentira sobre aquél fatídico día? ¿Podrá Castle perdonarla?