Capítulo 52

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Su mente comenzó a volar. De repente, abandonó el loft de Castle y estaba en su casa, con sus padres, cenando felices. Otro flash apareció y le mostró a su padre bebiendo, emborrachándose para intentar olvidar la muerte de su mujer. Sintió una enorme angustia en el estómago. Después recordó cómo se había metido a policía y cada paso que había conseguido dar hasta arrestar a Bracken. Sus recuerdos pasaron por el día del disparo y una fuerte punzada el atravesó el pecho, justo donde tenía la cicatriz. Se llevó la mano hasta allí, inconscientemente. Su mente le empezó a enseñar muchos momentos vividos con sus compañeros, incluido Castle. A pesar de estar sumida en todos esos recuerdos, había conseguido controlar las lágrimas. Pero seguía callada, con la mirada perdida en algún punto del sofá. Castle esperaba pacientemente, apretando y acariciando con ternura la mano de Beckett.

"Kate..." Susurró Richard. "Cariño... ¿qué quieres hacer? ¿Qué hacemos?". Paró las caricias de la mano haciendo que ella le mirara.

Beckett salió de sus pensamientos, tragó saliva y le miró a los ojos con seriedad y profundidad. "Encontrar a ese hombre y que me ayude a encarcelar a Bracken de por vida". Se soltó de la mano de Castle levantándose y paseándose nerviosa por alrededor de la mesita. Se llevó las manos al pelo varias veces. "Y lo voy a hacer sola. No quiero involucrarte a ti. Me has ayudado mucho pero también has puesto tu vida en peligro. Si algo te pasa a ti, no me lo perdonaría en la vida". Cogió su copa y se bebió el contenido de un trago. Volvió a dejar la copa sobre la mesita y paseó su vista por el apartamento pensativa. Necesitaba encontrar a ese hombre.

"¡Kate! ¡No pienso dejarte sola! Lo primero que te he dicho antes de contarte todo, esto es que te iba a apoyar decidieras lo que decidieras. Aunque si estuviera en mi mano, ya tendríamos dos billetes a Europa para huir hasta que encierren a Bracken". Le contestó enfadado. No quería que lo alejase de ella y era exactamente lo que estaba haciendo. Continuó hablando al ver que ella no decía nada más. "Si quieres ir a por él, ve, pero conmigo. Sino, dame diez minutos que saco billetes de avión adonde sea". Se levantó y se acercó a ella. Le cogió la cara con las dos manos y juntaron sus miradas. "Pero por favor, no me alejes de ti. No vuelvas a cerrarte...". Susurró esto último mirándola a los ojos sintiendo como sus lágrimas resbalaban por sus mejillas.

Para Beckett, ver aquellas lágrimas en las mejillas de Castle, fue como si algo dentro de ella se rompiese. Levantó su mano con cautela y le secó la cara dulcemente. "No quiero que nada te pase a ti...". Susurró ella. "Este es el caso de mi madre y soy yo la que debe pagar las consecuencias de investigarlo...". Siguió secándole las lágrimas sin dejar de mirarle a los ojos.

"No Kate. Nadie debe pagar las consecuencias por conseguir justicia". Inclinó ligeramente la cabeza hacia el lado en el que ella tenía la mano acariciándole la mejilla. Beckett suspiró y tomó aire mirando hacia el techo. Intentaba aclarar sus ideas. Castle tragó saliva. "Les he dado a Ryan y Espósito el número del que me llamaron". La cara de la inspectora cambió completamente. No se podía creer que se lo hubiera contado a ellos antes que a ella. "No, no es lo que estás pensando". Continuó Castle al ver la cara de Kate. "Ellos no saben nada. Simplemente les dije que lo investigaran y que si adivinaban algo me lo dijeran a mí. Se huelen algo, no son tontos. Pero no saben la verdad". Rick colocó una mano sobre la de Kate que permanecía secando las lágrimas del escritor.

Beckett tenía la mirada perdida, pero ésta vez, sólo podía fijarse en esos preciosos ojos azules que la mimaban y protegían. "Rick... Si fuera el caso de Alexis..." Susurró muy bajo. No quería ni por un instante pensar en la hija de Castle muerta como su madre. Pero necesitaba saber qué haría él en su caso. "Y te encontraras en mi situación... ¿qué harías?".

Castle permaneció unos segundos en silencio, mirándola a los ojos y finalmente, respondió. "Seguir investigando. Dar con ese tipo y esa información". Bajó la mirada tras decir aquello. Sabía que la estaba animando a continuar investigando y que eso podría llevar a perderla para siempre. Pero es lo que él haría si se tratase de Alexis. Incluso si se tratase de la propia Kate Beckett.

"Bien..". Le sonrió ella un poco y se soltó de él en dirección al sofá. Se dejó caer y observó cómo él no se movía de dónde ella lo había dejado.

Castle permaneció de pie en mitad del salón. Miraba hacia su despacho que tenía la puerta abierta. "Kate... Tienes que prometerme algo...". Cogió aire y se giró encaminándose al sofá y agachándose de cuclillas frente a Beckett. Apoyó sus manos sobre las piernas de la inspectora. Ella esperaba en silencio a que él hablase. "Si tras investigar, nos estancamos y no tenemos más pistas que seguir, por favor, prométeme que te alejarás, que nos alejaremos. Que dejarás que ese hombre haga lo que ha dicho, que te proteja... Y mientras tanto, no irás sola y tendrás protección en todo momento...". La miraba a los ojos, con miedo. Sabía cómo era ella y probablemente se negaría a la protección y a dejar que esa voz al otro lado del teléfono se escondiera por siempre de ella.

Kate cogió aire con fuerza. Ver esa mirada de Castle le había hecho removerse por dentro. Lo sopesó unos instantes y asintió lentamente, agarrando las manos de Castle que reposaban sobre sus piernas. "Te lo prometo...". Le dedicó una pequeña sonrisa y vio cómo la carea del escritor cambiaba mostraba asombro porque ella hubiese aceptado. "Rick... Ahora que te tengo a ti, ahora que por fin he conseguido comenzar a derribar mis muros y Bracken está detenido, no quiero perderte, no quiero alejarme de ti. Quiero estar siempre contigo...". Acercó su cara a la de Castle y pegaron sus frentes mirándose con intensidad. "Investigaré hasta donde me lleven las pruebas. Cuando ya no haya de dónde tirar, pararé, te lo prometo". Susurró terminando de acercarse a él. Se fundieron en un beso apasionado y dulce, en el que se demostraron todo el amor que se tenían.

"Gracias...". Susurró el escritor sin separarse de los labios de la inspectora, su musa. "Te quiero". Le dijo mirándola a los ojos, con un brillo especial.

Aquello hizo sonreír a Kate. Mordió ligeramente el labio de Rick y tiró de él con suavidad. "Y yo a ti Rick...". Se volvió a fundir en un intenso beso con él.

Cuando Te VeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora