"Hola Kate". Le sonrió la pelirroja cerrando la puerta tras de sí. Miró a su padre y le sonrió aún más al verlo sentado al lado de la inspectora. "¿Cómo tal estás?". Se acercó a ella.
"Bueno, parece que mejor. Mañana me harán un par de pruebas, pero parece que está todo bien". Le sonrió con cariño, aún algo enrojecida por la vergüenza. "Gracias por venir y... por la cena". Sonrió más haciendo un gesto con la cabeza señalando los cuencos de la comida vacíos.
"¡De nada! La comida de hospital está... asquerosa". Torció el morro en un gesto gracioso, haciéndoles reír a los dos. "Por cierto, tu padre está fuera. Ha vuelto ya de casa con las cosas necesarias para quedarse. Ahora le digo que pase. Me voy ya que mañana tengo clase". Se acercó a Kate y le dio un beso en la mejilla, dedicándole una suave caricia en el antebrazo. Después fue donde su padre y se abrazó a él, dejando que éste la besara el pelo. "¡Hasta mañana! Descansa Kate". Salió de la habitación volviendo a dejarlos solos y se fue a casa.
"Es una buena chica..." Susurró Kate mirando la puerta por que la que se había ido la pelirroja.
"Sí que lo es". Le sonrió el escritor y se bajó de la cama. No quería que Jim entrase y los viese así y ella se incomodase. "Kate..." Cogió su mano con ternura. "Yo tengo algo de ropa aquí, pero si prefieres que se quede sólo tu padre, lo entiendo. Sé que no voy a convencerlo de que se vaya a casa.". Le sonrió dándole suaves caricias en la mano.
"En verdad me gustaría que fueseis a descansar los dos". Suspiró bajando la mirada hacia las caricias que Castle se dedicaba a darle. "Yo estoy bien, y aquí no vais a poder dormir nada". Miró la estancia donde sólo había una butaca, y no tenía mucha pinta de ser cómoda.
"No vas a conseguir que nos vayamos los dos. Si no se queda él, me quedo yo. Pero no quiero que estés sola cariño". Le agarró del mentó girándole lentamente la cabeza para que le mirase. "Le diré a tu padre que se quede contigo, pero mañana a primerísima hora estoy aquí para que él pueda irse a casa a asearse y a descansar. ¿Hecho?". Ella asintió. Él acercó suavemente a sus labios para besarla, pero antes de que pudiera hacerlo escuchó cómo se abría la puerta de la habitación y separó rápidamente su cara, incorporándose totalmente, pero sin soltar su mano.
"Hola hija. Ya estoy aquí". Jim entró sonriente y dejó la bolsa que traía con su ropa sobre una mesa cerca de la butaca. "¿Qué tal estás?".
"Ho... hola papá. Bien, estoy... bien". Se mordió el labio mirando a Castle que estaba completamente ruborizado y se rió. Dio unos toques en la mano del escritor haciendo que éste la mirara con una mueca graciosa. "Ve a casa y descansa". Aquella frase no la pronunció. Movió los labios de forma que sólo él pudiese enterarse de lo que decía.
"Bueno, me voy a casa. Jim, mañana me paso a primera hora para que puedas ir a casa un rato. No acepto un "no" por respuesta". Le sonrió y acercó su cara al pelo de Kate. Le besó con ternura la cabeza y le dio una caricias lenta por la parte trasera del brazo, sin que su padre lo viera. "Descansa, ¿vale?". Kate asintió agradecida por aquellas muestras de cariño. Él cogió la bolsa con sus cosas y se dirigió a la puerta. "Hasta mañana". Miró a ambos sonriendo y salió de la habitación dejando a padre e hija solos aquella noche.
Richard se despidió de los policías que vigilaban la habitación de Kate y suspiró. Aún no se lo habían contado, y sabía que se enfadaría cuando se enterase. Pero él sólo quería protegerla. Caminó por los pasillos hasta la salida, debatiendo si irse a casa y descansar o acercarse a comisaría a ver qué había averiguado su compañeros.
Jim y Kate estuvieron hablando un poco. Su padre quería que le contase qué le había pasado investigando aquel caso, pero no sabía bien cómo hacerlo. Suspiró una vez más, tratando de encontrar las palabras correctas para preguntárselo. Sin embargo, una vez más, desistió.
"Papá...". La voz de Kate sacó a su padre de sus pensamientos. "¿Qué más pasó después de que me... desmayara?". Sonaba débil, temerosa.
"¿Por qué preguntas eso?". Jim frunció el ceño mirándola dudoso.
"Hay dos policías fuera. En la puerta. Cada vez que alguien quiere entrar, le preguntan su nombre". Rió de forma irónica. "Me he dado cuenta hace rato, esperaba que Castle me lo contase, pero ya no puedo esperar más. ¿Qué pasó papá?". Le miró a los ojos, como siempre solía hacer. Pero esta vez, en su mirada no había seguridad como habitualmente. En este caso sus ojos mostraban miedo, indefensión.
Jim Beckett soltó el aire lentamente y se acerco a la cama de su hija. Se sentó en el borde de la cama, a su lado, agarrando su mano suavemente. "Tus compañeros aún no están seguros, pero creen que... los disparos en ese edificio no fueron un intento de asesinar a alguien. Parece que era una trampa para hacerte ir allí y volver a intentar... bueno, volver a intentarlo... Cu... cuando te llevaban en la camilla...". No podía mirarla a los ojos. Bajó la mirada, triste, miedoso, con rabia. Tampoco pudo pronunciar la palabra "disparar". Cogió aire con fuerza, apretando los ojos para contener las lágrimas. No quería asustar más a su hija.
"Ya...". Kate frunció el ceño mirando, esta vez, al fondo de la habitación, con la mirada perdida. "¿Por qué no consiguieron darme esta vez?". Apretó los labios y el puño que tenía libre. No iba a acobardarse, no. No podía permitirse volver a caer. Sin embargo sus lágrimas pugnaban por salir, cada vez con más fuerza.
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Cuando Te Veo
FanfictionBeckett está en un caso en el que el asesino es una sombra de su pasado y su relación con Castle no está en su mejor momento. ¿Podrá Beckett superar sus miedos? ¿Aguantará su mentira sobre aquél fatídico día? ¿Podrá Castle perdonarla?