Capítulo 72 (+18M)

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No tenía ni idea de la hora que era. Algo de claridad entraba por la ventana. Anoche no habían corrido las cortinas. Notó los dedos del escritor recorrer y acariciar suavemente su espalda y sonrió mientras intentaba hacerse la dormida y que él siguiera con aquellas caricias.

"Anda, abre los ojos dormilona que sé que estás despierta...". Susurró Rick muy cerca de la oreja de Kate y después comenzó un camino de besos desde la base de su oreja hasta el cuello.

"Mmmm...". Fue lo único que pudo pronunciar la inspectora. Le encantaba sentirse querida y mimada por él. Le encantaba que la despertara así. Se revolvió ligeramente para apretujarse más entre los brazos de Richard.

"Kate, si no te despiertas vamos a llegar tarde". Sonrió él mientras mordía tiernamente el lóbulo de la oreja de ella. Kate soltó un ligero gemido y aquello encendió por completo al escritor.

Apretó los ojos y los fue abriendo lentamente hasta que consiguió enfocar la cara sonriente del escritor. "¿Llegaremos tarde adónde Castle?. Llevamos en España algo más de una semana y te recuerdo que no tenemos ninguna obligación. Quiero hacer lo que me dijiste y tomarme esto como unas vacaciones. Unas vacaciones de verdad". Se acurrucó entre los brazos de Castle hundiendo la cabeza entre su hombro y su cuello. Aspiró su aroma y sonrió abiertamente al acordarse de lo bien que se lo habían pasado la noche anterior. Sí, él estaba consiguiendo que aquello fueran unas vacaciones perfectas; improvisadas, pero perfectas.

"Tengo una sorpresa para usted inspectora...". Susurró él dándole un beso en el pelo y disfrutando de su piel desnuda. "Precisamente, para intentar que esto parezcan unas vacaciones". Comenzó a desenredar lentamente el pelo de ella pasando sus dedos entre los mechones.

"¿Una sorpresa?". Su tono de voz delataba la emoción que había sentido al oír aquello. "¿A las 8 de la mañana?". Sonrió dándole un tierno beso en el cuello.

"No pienso sucumbir a tus encantos". Comenzó a acariciar suavemente su abdomen con las yemas de los dedos. "No me vas a sonsacar nada de la sorpresa". Siguió con aquellas caricias sonriendo al ver cómo su piel se erizaba. "Venga, ve a ducharte que tenemos que bajar a desayunar cuanto antes". Le dio un tierno beso en los labios y deshizo el abrazo para que ella pudiera levantarse. Se incorporó en la cama y después se puso en pie recogiendo sus ropas que estaban esparcidas por toda la habitación.

Kate se sentó en la cama sin pararse a taparse con las sábanas. "¿Vienes a la ducha conmigo?". Se mordió el labio con picardía mientras se acariciaba ella a sí misma el costado con los dedos, de arriba abajo, provocándolo.

Rick se quedó hipnotizado mirando lo que ella hacía y sin darse cuenta, la temperatura de su cuerpo comenzó a subir. "Kate...". Susurró como pudo. "De verdad, a las nueve y media tenemos que estar en la puerta del hotel". Murmuró mordiéndose el labio y mirándola de arriba abajo cuando ella se puso en pie y se contoneó hasta pegarse a él. Cuando la tuvo junto a su cuerpo, no pudo evitar alargar la mano y acariciar tiernamente su piel.

Beckett cerró los ojos ante el contacto y con firmeza, comenzó a besarle con ganas colocando una mano en su nuca. "Vente a la ducha Rick... Uno rapidito...". Susurró con total sensualidad y le mordió el labio.

"¡Al carajo!". Exclamó Castle agarrando a Beckett por la cintura para pegarla completamente a él mientras la besaba con total efusividad. Ella correspondió aquel beso con muchas ganas y pronto sus lenguas se encontraron para dar rienda suelta a la pasión.

Caminaron abrazados y besándose hasta el baño. Beckett abrió los grifos de la ducha como pudo sin dejar de besar y acariciar a Castle mientras él recorría una y otra vez su cuerpo y la hacía encenderse con total rapidez y eficacia.

"Ven...". Se metió ella en la ducha y se pegó a la pared. Agarró la mano de Rick y tiró de él hasta quedar ambos pegados y volviendo a besarse. El agua caía por sus cuerpos logrando que la temperatura aumentara más aún. "Oh Dios, creo que nunca voy a poder cansarme de ti". Susurró Kate con la voz ronca por el deseo.

Rick sonrió ampliamente y se pegó más a ella dejando que sus lenguas se volvieran a encontrar y comenzaran una pequeña lucha placentera. Las manos del escritor dejaron de acariciar todo el cuerpo de la inspectora y se centraron en sus pechos, acariciándolos y masajeándolos hasta lograr que sus pezones se volvieran erectos. Kate no dejaba de besarle mientras jadeaba por aquellas caricias y sentía que a cada instante su cuerpo estaba más preparado para recibirle.

Acariciando su abdomen y su cadera, Castle bajó su mano hasta la entrepierna de Beckett y acarició con fricción su sexo, provocando que un fuerte gemido saliera de los labios de ella, que involuntariamente elevó las caderas para sentir mejor aquella caricia. Al hacer aquello, la erección de Rick rozó su entrepierna y un fuerte gemido se escapó de los labios de ambos.
Sin que Richard se lo esperara, Kate bajó su mano hasta su prominente erección y comenzó a masajeársela mientras él hacía lo propio con su sexo, introduciendo y extrayendo un par de dedos. Sus respiraciones cada vez eran más agitadas y ambos notaban que estaban muy cerca.

Kate se separó lo justo de sus labios mordiéndole la barbilla con cariño. "Rick..." Jadeó fuerte por sus caricias. "Oh Dios, te necesito dentro...". Su voz sonaba entrecortada por el deseo, lo que provocó aún más a Castle.

Él, en un movimiento rápido pero suave, dejó de acariciar su sexo y la aupó sujetándola del trasero. Ella enroscó sus largas piernas alrededor la cadera de él y se fundieron en uno solo. Comenzaron un baile que sólo entendía dos pasos: hacia arriba y hacia abajo. Al poco rato, ambos llegaron casi a la vez al clímax, bajo el agua de la ducha, sintiéndose a la vez extasiados y agotados, pero totalmente renovados.

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