Únete a nosotros en:
https://www.facebook.com/groups/SoniaLopezSouto/
Sígueme en:
Facebook: Sonia López Souto
Instagram: @sonialopezsouto
Tik Tok: sonialopezsouto
Y si te gusta lo que lees, puedes adquirir mis otros libros en Amazon:
https://amzn.to/2XZaMdM
_____________________________________-Hola - la voz de Lía lo despejó completamente - ¿Ya dormías?
Se había quedado dormido en algún momento de la noche, no recordaba cuando, y contestó la llamada sin mirar la pantalla. Se sentó en el sofá y sonrió mientras peinaba con una mano su cabello revuelto. Para atender a Lía jamás sería tarde, aunque lo llamase de madrugada. Miró el reloj de la pared y vio que pasaban unos minutos de la medianoche.
-Puedes despertarme las veces que quieras, cielo - se acomodó mejor, dispuesto a mantener una larga conversación con ella. No estaba dispuesto a menos que eso.
-Si quieres te dejo dormir. Es tarde y...
-Ni se te ocurra colgar - la interrumpió - ¿Recuerdas que tenemos pendiente hablar toda la noche? Bien podría ser esta, esa noche.
-¿No prefieres dormir? - sonaba insegura.
-Preferiría tenerte entre mis brazos pero me conformaré con escuchar tu voz.
Sabía que estaría sonrojada y sonrió imaginándosela. El silencio tras la línea le aseguraba que así era. Estuvo tentado a bromear con ella, incluso a pedirle una fotografía, pero decidió que prefería preguntarle sobre su día. El recuerdo de Óscar lo seguía atormentando y quería saber qué había sucedido con él.
-¿Estás en tu casa?
-Con Helena. Mi piso no está habitable todavía.
-¿Cómo fue la tarde? - no quería preguntar directamente sobre él, aunque se moría de ganas.
-Un poco agobiante. Hubiese preferido estar sola pero no me dejaron. Y después está lo de la comisaría. Lo peor de todo.
-¿Te robaron muchas cosas?
-En realidad nada. Eso es lo más frustrante. Estaba todo revuelto pero no me falta nada. Ni se han llevado la televisión, que era lo de más valor en la casa. La policía me ha tenido horas en la comisaría preguntándome sobre eso. Ya me temía que me detuviesen por sospechosa de tener drogas o algo así en casa.
-¿Qué? - no podía estar hablando en serio.
-Bueno, algo de eso insinuaron. Me puse tan histérica que creo que por eso me dejaron volver a casa. ¡Drogas! ¿Te lo puedes creer? Es de locos.
-No te imagino en negocios de ese tipo, cielo. Y dudo que la policía lo haga también. No has de preocuparte por eso. Será una rutina que llevan.
-Rutina o no, me interrogaron sobre eso. Ha sido horrible. Todavía tiemblo cuando lo pienso.
-Debería haber ido contigo.
-No empieces, Cailean. No quiero que te preocupes por eso.
-Lo sé, pero querría estar contigo para ayudarte. Soy abogado, ¿recuerdas? Podría haber intervenido. No me hace gracia que tengas que depender de tus vecinos.
-Helena es una amiga. No le importa.
¿Acaso estaban evitando el tema de su ex a propósito? Esa era la sensación que le daba. Se sentía incómodo no pudiendo hablar abiertamente con ella sobre él. No quería que las dudas se interpusieran entre ellos, sobre todo a tantos kilómetros de distancia. Inspiró profundamente antes de hablar.
-¿Y Óscar?
-A Óscar ni lo menciones - notó la ira en su voz - Por él hubiese preferido estar sola. Hoy más que nunca he querido darle ese puñetazo.
Rió. No pudo evitarlo, se le escapó antes siquiera de intentar controlarlo. Cuando oyó la risa de Lía, supo que no se había molestado y parte de su enfado por el ex se disipó. Aunque seguía queriendo estar allí con ella, al menos sabía que Lía no sentía nada por aquel hombre. El alivio que sintió le liberó de la presión que había estado notando en el pecho desde que le habló de Óscar.
-Haberlo hecho.
-Por falta de ganas no fue.
-Eres demasiado buena, cielo.
-Lo sé - suspiró, como si aquello fuese alguna maldición y no una virtud.
-No lo decía como una crítica, Lía.
-Pero en realidad lo es. A veces me gustaría poder ser más directa. Ser capaz de decir las cosas sin miedo a que alguien resulte herido por mis palabras.
-Cuando eres sincero corres el riesgo de que alguien resulte dañado. Pero si no dices lo que sientes realmente, también puedes acabar lastimando a esa persona, aunque no lo pretendas.
-También tú puedes resultar lastimado en el proceso. Tanto si hablas como si no - la oyó suspirar de nuevo - ¿Por qué tiene que ser tan complicado todo?
-La vida es complicada, pero tiene sus recompensas - quería animarla pero no sabía muy bien de qué estaban hablando ahora mismo. Desde luego no era de Óscar.
-Eso es cierto.
-¿Estás bien? Te noto triste.
-Estoy cansada. Ha sido un día duro.
-Y yo aquí, impidiéndote dormir - fue su turno para suspirar - Soy un egoísta.
-Me gusta hablar contigo, Cailean.
-Me gusta que te guste - rió - Me pasaría la noche entera hablando contigo pero quiero que descanses, cielo. Mañana te llamo y continuamos la conversación.
-Hablemos un poco más - le pidió.
No podía negarse, por supuesto. Tampoco quería hacerlo. Permanecería despierto toda la noche si era lo que Lía quería. Así que continuaron hablando hasta bien entrada la madrugada. No supo cual de los dos se quedó dormido primero y probablemente no lo sabría nunca, pero tampoco le importaba mucho, simplemente le gustó haberlo hecho hablando con ella.
Una vez más había sentido aquella conexión con Lía, la que le decía que todo estaría bien entre ellos mientras no la perdiesen. Por un momento, durante su despedida, había creído que la separación los distanciaría no sólo en kilómetros. Ahora, tenía la sensación de que Lía regresaría a él, a pesar de todo.
A la mañana siguiente le envió un mensaje de buenos días nada más despertar, que ella le contestó rápidamente, y se dispuso a terminar de empaquetar sus cosas. Quería regresar a casa al día siguiente y todavía le quedaban algunos asuntos pendientes antes de poder volver. Había estado casi cinco años sin ver a su familia y nunca los había extrañado. Ahora, que llevaban tan sólo un día separados, necesitaba de su compañía más que nunca.
Su abuelo lo llamó esa misma tarde para ver cómo iba y para ofrecerle de nuevo su ayuda. Por un momento estuvo tentado a aceptarla, pero en realidad no era necesario así que se tragó las ganas de tenerlo allí con él y se negó a que hiciese el viaje por su propio egoísmo. Hablaron durante una hora, que se les quedó corta, pero si quería estar listo para el día siguiente, no podía entretenerse mucho más.
Después de comer, Lía y él se enviaron algunos mensajes. Ella seguía con su piso, recolocándolo todo de nuevo, pero esta vez sola. El alivio de saberla lejos de Óscar, aligeró a su corazón y le mantuvo el resto de la tarde con una sonrisa en los labios.
![](https://img.wattpad.com/cover/55112097-288-k976743.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Autobús
Romance¿Cómo empieza una historia de amor? ¿Alguien lo sabe? Todos soñamos con conocer a esa persona especial, en un lugar especial. Pero, ¿y si no hace falta nada más que mirarla a los ojos y saber que es ella? La historia de Cailean y Lía empieza en un a...