Capítulo 44: No te vayas

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Una semana después...

Hermione y Ron se fueron a su casa una hora después de la noticia. La noticia del casamiento de Sirius y Emmeline se había esparcido entre todos sus contactos, y todo el mundo esperaba la invitación a la fiesta, que ya estaba siendo organizada por Ginny, Lily y Tonks, con la ayuda de Drómeda.

La castaña se había fundido en una depresión entendible durante una semana, permitida por la directora del hospital y su amiga, pero una semana después, y con su padre internado en dicho lugar, debía volver. Además, Anna Del Amico la había hostigado por todos lados, intentando que asistiera a su cita de control.

Cuando llegó, supo que varios de los doctores sabían la noticia. Además de Ginny y Anna, seguramente lo sabían Mark y Kerry, por ser jefes del servicio, Lucy y Carter, por la manera en la que la miraban, y las enfermeras, que solían enterarse de todo.

Así y todo, caminó con paso firme y se dirigió hacia la dirección del hospital, donde Dora estaba esperándola. Le dio la orden de pasar, y se sentó enfrentada a su escritorio, para comenzar a hablar.

- Cariño, lo más importante, ¿cómo estás? ¿Cómo está Ron?

- Bien – su voz todavía sonaba temblorosa. La realidad era que ella estaba bien, y Ron... No lo sabía. La última semana solamente había acarreado constantes peleas entre ellos, y no habían intercambiado mucho, menos esta mañana cuando ella se fue – Lista para trabajar que es lo importante. ¿Cómo está mi padre? Perdón que no...

- Ginny se estuvo haciendo cargo. Pero, Hermione... Lamento decirte esto, pero... Sabes que te adoro, pero tu padre no tiene seguro que lo cubra. Lo mantuvimos esta semana aquí, pero ya no podemos hacerlo más. Tienen que pagar el tratamiento, y por los estudios que le realizaron...

- ¿Cuánto dinero es, Dora? – preguntó, ya sacando su chequera del bolso.

- Veinte mil dólares – la mandíbula de la castaña se desencajó de su rostro.

- Dora, no tengo ese dinero. Sigo pagando la universidad... Y, ¿no puedes hacerlo a pagar, o algo por el estilo?

- Mira, cariño. Hablamos con la junta médica, y al ser empleada te damos como solución un pozo de beneficio. Anna se ofreció a ser quien lo junte, se hace un pozo, se piden donaciones al hospital, y a los conocidos... Podemos dar una circular por los hospitales de la zona. Tú lo has hecho por otra gente, y te tienen mucho aprecio aquí.

- No quiero que me tengan lástima por todo lo que pasó, Dora...

- Hermione, perder un embarazo es algo común en esa instancia. Nadie te va a tratar con mano suave por eso. Sigues siendo la misma mujer que todos admirando, y sigues siendo la jefa de residentes. Lo único que puedo hacer ahora es regañarte por no hacerlo saber...

- Tenía muchas ilusiones de quedar embarazada, y pensé que si lo decía, algo podía salir mal... Dora, nadie lo lamenta más que yo.

- Lo sé, pero... Habrá otras oportunidades, y cuando suceda, tengo que ser la primera en saberlo. No te retengo más, Anna quiere verte. Ve con ella, a arreglar el tema del fondo.

Hermione se paró, y aunque no tenía la mínima intención de hablar con Del Amico, debía hacerlo. Nymphadora era su jefa, y debía acatar sus órdenes.

~

En el piso de abajo, en Urgencias, Ginny Weasley se encontraba tomando un café junto a Lucy en la Recepción. Por alguna razón, el recepcionista de turno no estaba, de manera que ambas estaban allí, ante la tranquilidad del día.

Para vestir santos (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora