32 semanas y dos días después...
- ¡Demonios! – el grito de la pelirroja retumbó por todo el pent-house, la madrugada del 19 de mayo – Harry, despierta.
- ¿Qué? – bramó el azabache, sin dejar de dormir.
- El bebé ya viene. Rompí bolsa.
- ¿Y qué quieres que haga? – inquirió, en su sueño más profundo.
- ¡¡Qué me lleves al hospital, maldito desgraciado!!
Harry se despertó de sopetón.
- ¿Estás segura?
- Conozco mi cuerpo. Conozco a mi hijo, Harry Potter.
- Pero tuviste cinco falsas alarmas en la última semana.
- Harry James Potter, llévame a la puta clínica, o te asesinaré.
El azabache se paró de golpe y tomó el bolso de maternidad que estaba a un lado de la cama. Ginny se colocó sus zapatillas y bajaron las escaleras.
- ¿Ya viene? – preguntó la señora Jokins, que dadas las circunstancias, se mudó momentáneamente allí.
- Llama a Lily, Sara. Y a James, claro. También a mis padres, por favor. Que le avisen a mis hermanos, a los Black y a los Lupin.
- De acuerdo, señorita. Y luego voy al hospital.
- No, Sara. Quédate descansando – le ordenó Harry – Pero gracias.
Pasó mucho tiempo. Sirius había estado detenido menos de un mes, y luego liberado por una fianza, aunque debería permanecer en el país hasta el juicio, que se atrasaba constantemente. Lucius y Narcissa también tuvieron esa posibilidad, pero su hijo Draco solo había podido pagar una de las fianzas, y decidió hacerlo con la de su madre. El chico Malfoy ahora trabajaba en una empresa de finanzas, y con su idoneidad llegaría alto. Vivía en casa de Astoria, y permanecían con planes de mudarse a una casa solo para ellos, en lugar de compartirla con la hermana de esta.
Rodolphus y Rabastan Lestrange, permanecían detenidos hasta el juicio por el simple hecho de ser prófugos de la justicia. Y los Carrow y Greyback igual, por sus antecedentes. Ninguno pudo acceder a la fianza.
Fred y George se habían convertido en padres por primera vez. Lo curioso fue que el primero en nacer, fue el hijo de Fred, que nació el 22 de febrero, y su nombre fue George Weasley II. Mientras que el 24 de febrero, algunas semanas adelantada, dio a luz Angelina a Fred Weasley II, su hijo con George. Todos los conocían como los primos gemelos, George y Fred. Ya tenían tres meses.
Ginny se subió al automóvil y Harry condujo hasta St. Mungo, y aparcó en la zona de guardia. Curiosamente, el comité de embarazadas de St. Mungo la recibió. La primera fue Luna, de 22 semanas, esperaba gemelos. Dos varones para ser más precisa. Y Ginevra sería madrina de uno de ellos, junto a Harry. Mientras del otro, serían Hermione, y curiosamente, Neville.
- Ginny, por dios. ¿Rompiste fuente? – la pelirroja asintió, como si fuera lo más lógico del mundo - ¡¡Llamaré a la enfermera Lockhart! Y a Juliet, también...
Luna, a pesar de estar bastante embarazada, corría y tenía un estado físico primordial para tratarse de gemelos. Nunca había pasado una pizca de riesgo, y ella le agradecía a los nargles. Detrás, también llegó Lucy Knight, la residente amiga de Ginny, también bastante embarazada, de 18 semanas, pero esperaba una niña. Una hermosa niña con el doctor John Carter. Rebosaban de felicidad, y ella se encargaba de todo lo administrativo.
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Para vestir santos (Harry Potter)
RomanceUn joven multimillonario y mujeriego decide hacerle un favor a su mejor amigo: contratar en su empresa a su hermanita pequeña, rebelde y rebuscada por naturaleza, para encarrilarla hasta que rinda sus últimos exámenes en la facultad de Londres. D...