Una muchacha de veinticuatro años vivía en las cercanías de un pueblo llamado Ottery St. Catchpole, en Devon, Inglaterra, junto a su familia. Ella era la más pequeña de los siete hijos de Molly y Arthur Weasley, y para su desgracia, la única mujer.
Tenía un hermano mayor que tenía treinta y cinco años, William. Este trabajaba en un banco junto a su mujer, Fleur. Su cuñada era de origen francés, y se conocieron en una convención bancaria hacía ya, cinco largos años. Ambos tenían en común dos hijas: Victoire, de cuatro años, y Dominique quien estaba cercana a cumplir un año de edad.
Además de Bill (como cariñosamente llamaba al mayor de sus hermanos), también tenía a Charlie. Él estaba soltero, y disponible, pero trabajaba en Rumania, donde hacía trabajos de campo de paleontología. Charlie tenía treinta y tres años, dos menos que Bill, pero su trabajo le impedía atarse a una mujer y a un hogar definido.
Esta mujer también tiene un hermano llamado Percy, quien solo tiene veintinueve, y trabaja en la política. Es secretario del ministro de Inglaterra, y por el momento vive en Londres, aunque todos los domingos aparece para la típica junta familiar. Por el momento este hermano en particular la pasa en solitario, ya que su hermana lo describió toda su vida como un adicto al trabajo, responsable y sin ganas de vivir. No le parecería raro que terminara como Charlie, sin una mujer a su lado por el amor a su profesión.
Pero ella tenía suerte... Porque además de ellos tenía a un par de gemelos: Fred y George. Cercanos a cumplir los veintiocho, y dueños de un negocio de bromas en Londres. También viven allí, justo por encima de la tienda a la que se dedican día y noche. Ellos eran unos mujeriegos empedernidos, pero así y todo, habían sentado cabeza hace poco, poniéndose de novios oficialmente con una muchacha llamada Katie y otra llamada Angelina, respectivamente. Ambas habían asistido a la misma secundaria que ellos dos.
Y por último, pero no por eso menos importante, tenía a su hermano, Ronald, de veinticinco años. El muchacho era, físicamente, como todos sus hermanos: pelirrojo, medianamente alto, cabello siempre alborotado y buena complexión muscular, con una ancha espalda. Pero Ron tenía los ojos más celestes que su hermana podría haber observado en su vida: Celestes como el cielo mismo, en su día más despejado. Además, Ron era abogado, y trabajaba en Londres con su mejor amigo, en la empresa de él, aunque también hacía trabajos extras.
El nombre de esta muchacha era Ginevra Ginny Weasley, y sólo tenía veinticuatro. Como toda su familia, tenía su cabellera pelirroja que caía por la cintura con unos rulos claramente indefinidos. Tez blanca, con muchas pecas en toda ella: desde sus siempre rosadas mejillas, hasta sus hombros y piernas. Labios carnosos, ojos profundos color chocolate. Ella quería ser médica. Esa era su mayor ambición de su vida. Pero la vida la fue llevando a derrapar y no saber qué quería hacer en realidad. Ella seguía siendo la única que vivía con sus padres, y no encontraba razón en su vida.
Molly Weasley ya no sabía qué hacer. Y las ideas de Arthur se agotaban.
Ginny era en claro ejemplo de lo que no debías hacer. Salía todas las noches, y volvía a la madrugada, totalmente ebria y sin poderse mantener en pie. Fumaba, tomaba y odiaba a todos alrededor. Tenía una actitud de niña mala que exasperaba a sus hermanos, para los quienes ella era la luz de sus ojos. Era una renegada con carácter muy fuerte (algo que siempre existió en ella).
Nadie de su familia quería involucrarse, hasta que accidentalmente, su mejor amiga (Luna Lovegood, una muchacha que vivía una colina contigua a los Weasley) comentó que estaba al borde de suspender todas las materias del segundo cuatrimestre del sexto año de medicina. Luna estudiaba junto a ella, la misma carrera, aunque planeaban hacer residencias diferentes. Su mejor amiga quería seguir pediatría u obstetricia. Mientras que Ginny no se decidía entre cirugía o urgencias. Pero de todas formas, si no conseguía finalizar sus exámenes, no podría ingresar a ningún hospital para las residencias, y mancharía sus perfectas calificaciones.
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Para vestir santos (Harry Potter)
RomanceUn joven multimillonario y mujeriego decide hacerle un favor a su mejor amigo: contratar en su empresa a su hermanita pequeña, rebelde y rebuscada por naturaleza, para encarrilarla hasta que rinda sus últimos exámenes en la facultad de Londres. D...