11 años después...
En un hermoso chalet en los suburbios de Londres, se despertaron aquella mañana, cuando el mes de agosto casi terminaba.
Una pelirroja de cuarenta años de edad bajaba las escaleras con su bata de médica de Urgencias y su cartera. Daban las nueve de la mañana, cuando se encontró con su marido en la isla de la cocina, recibiendo el desayuno de su ama de llaves, y trabajando desde la computadora.
- ¿Cuándo va a ser el fin de semana que no debas trabajar? – le cuestionó.
- Marauders' acaba de abrir una sucursal en Latinoamérica. No puedo estar desconectado. ¿Y tú? ¿Cuándo te pedirás un fin de semana para que podamos irnos con los niños?
- Los niños son grandes, y en septiembre, estarán finalmente los tres en Hogwarts.
- Por eso mismo, nos vamos una semana. Una escapada romántica a París los dos solos.
- ¿Piensan irse a Paris sin mí? – cuestionó Lily Luna bajando las escaleras. La pequeña tenía los ojos verdes de su padre, y el cabello rojo de su madre, y era idéntica a su abuela en su juventud - ¡Saben que amo Paris! Y mi francés es excelente.
- Lily, nadie se irá a ningún lado. Menos a Paris. Tu padre delira.
- Ma, ¿vas a ir al centro? – preguntó Albus Severus bajando de sopetón. Ginny asintió – Voy a juntarme a jugar a la pelota con Scorpious.
- Yo salgo luego de desayunar, ¿tan temprano van a jugar?
- Después de almorzar, pero la tía Astoria nos ha invitado a comer a su casa.
- ¿Nos ha invitado? – inquirió James Sirius, bajando mientras se contoneaba.
- ¡Pues claro! No te pensarás que iré solo. También irán Louis, Dorothea y Rose.
- ¿Rose? ¿Irá nuestra primita Rose? – espetó él, furioso.
- Tu primita Rose ya tiene catorce años. Es bastante grandecita – le advirtió su madre.
- No me gusta. No me gustan esas amistades tuyas, Albus.
- James, todas las personas que nombré son tus primos.
- No, todos no. Ese Scorpious me da desconfianza, y no lo quiero cerca de mi prima.
- Deja de ser tan gilipollas – lo riñó su hermana – Si a Rose le agrada Scorpious, es su maldito problema.
- ¡Lily! ¿Quién te enseñó esas palabrotas? – la retó su madre.
- ¿Cómo es eso de que a Rosie le agrada Scorpious?
- Basta, James. Vamos, Albus, que ya estoy saliendo.
- Pero, mamá, yo necesito ir a la casa de George y Fred. Vamos a ir a un parque a jugar al básquetbol.
- Y yo quiero ir de Roxanne, para poder comparar listas de cosas que llevar a Hogwarts.
- Tienen cinco minutos – susurró Harry, sin dejar de ver la laptop – Los llevaré yo hasta la casa de Fred y George – miró a James y Lily -, hasta la casa de Malfoy y hasta St. Mungo. Voy a pasar a ver a mi padrino.
La casa Lupin también era un cierto caos, principalmente por lo que los hermanos Weasley habían inculcado en el cerebro de todos: los celos. Teddy Lupin bajó de su habitación de la mano de su flamante novia: Victoire Weasley. El pequeño Teddy ya tenía veintidós años, y su novia llegaba a los veintiuno. Lo que Lupin y Fleur habían previsto hace años, ya se había cumplido. Y al bajar, en el desayunador los esperaban sus padres y su hermana, Dorothea.
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Para vestir santos (Harry Potter)
RomanceUn joven multimillonario y mujeriego decide hacerle un favor a su mejor amigo: contratar en su empresa a su hermanita pequeña, rebelde y rebuscada por naturaleza, para encarrilarla hasta que rinda sus últimos exámenes en la facultad de Londres. D...